
Juan José Bahillo pasó revista al primer año de su segundo mandato de gobierno. La entrevista con EL DIA, que tuvo lugar el lunes pasado, abarcó diversos tópicos: inseguridad, asentamientos, subsidios, oposición política, conflicto por UPM-Botnia, estado de las calles, tránsito, agua y energía, entre otros. Por Marcelo Lorenzo - Para esta época del año se suelen hacer balances. ¿Cuál hace de este primer año de su segundo mandato al frente de la municipalidad?Juan José Bahillo:- La experiencia es muy distinta a la del primer mandato cuyo primer tramo, como se recuerda, fue atípico. Por entonces tuvimos que hacer un aprendizaje en el manejo de situaciones conflictivas. Lo que valoro de 2012 es la consolidación de un equipo de trabajo, producto seguramente de los cuatro años precedentes. Hay un alineamiento de la organización, por decirlo de alguna manera, detrás de las definiciones que fijamos desde el Ejecutivo. Hay una construcción de confianza entre los colaboradores, secretarios y directores, que permite que se trabaje en equipo. De esta manera se pueden dar respuestas más eficientes y rápidas en la gestión. - ¿A qué se refiere con la confianza entre los funcionarios?- Se sabe que cuando uno pide algo es porque realmente lo necesita y el otro, en la medida en que puede, lo ayuda. Nosotros nos encontramos con una organización municipal con una visión de compartimentos estancos donde cada uno se dedicaba a lo suyo y había colaboración pero era mínima. Ahora la colaboración entre las distintas áreas es un denominador común y permanente. Eso mejora cualitativamente la gestión. - En este año, ¿qué resultado de la gestión resaltaría?- Bueno, se van consolidando políticas de desarrollo social. Me refiero, por caso, a los programas que manejamos desde la Dirección de Salud. En especial al AMINI, que atiende la problemática de la desnutrición infantil. Es un programa nuestro que está dando buenos resultados. La consolidación de algunas cuestiones hace que se pueda avanzar en otras problemáticas, que están presentes en la vida privada, como la violencia familiar. Por eso hemos creado el área de la mujer, y por otro lado el área de la juventud (...) Ha sido importante, además, el fortalecimiento de los centros de salud. Hay que evaluar este tipo de políticas según los contextos. Daniel Irigoyen, en su segunda gestión, convirtió las salitas de salud en centros de atención primaria. Nosotros profundizamos esta línea, incorporando 14 nuevas especialidades y abriendo dos centros más. Y ahora queremos convertir estos centros en unidades ejecutoras de políticas sociales. Ésa es la idea. - La política en este frente, entonces, se ha hecho más sofisticada. ¿Es así?- Sí, en cuanto a la cantidad de herramientas que se han incorporado a los programas que atienden la problemática vecinal. La historia sabrá dónde poner esta gestión. No voy a ser yo quien la va a juzgar. La autoreferencia me hace poner incómodo. No podemos negar el nivel de obra pública importante de estos años, en el monto y en cantidad, lo cual nos enorgullece de alguna manera. Pero el desafío más importante de la gestión, según mi modo de ver, se juega en el mejor funcionamiento de los centros de salud, porque ahí se atiende la problemática más sensible de las familias más vulnerables. Marginalidad urbana - Durante este año hubo planteos a la municipalidad, algunos callejeros, realizados por vecinos que viven en los asentamientos. ¿Cómo se solucionaron? ¿Cuáles son las medidas de fondo, de carácter socio-urbano, para enfrentar esta problemática?- Estamos avanzando en una solución de fondo. Hay distintas alternativas, que por ahora preferiría no comunicar. Mientras tanto, estamos atendiendo las cuestiones más urgentes. Hay una presencia importante de desarrollo social y de la dirección de salud sobre las familias que tienen características socio-económicas más vulnerables. Desde ya la problemática de la familia que usurpa es complicada. Si encima hace su casilla en un lugar urbanísticamente complicado, como es al lado de un desagüe pluvial de la ciudad, las lluvias agravan esa situación. Esta circunstancia ha estado detrás de los reclamos. Esto sucedió en la zona de Montana. - ¿Quiénes habitan en los asentamientos?- Mayoritariamente son familias de Gualeguaychú. Muchas de ellas están formadas por parejas jóvenes. Aquí está presente el embarazo adolescente. Las familias de estos chicos tienen una o dos generaciones viviendo dentro de una misma casa. Y para ellos no hay lugar. Entonces usurpan. Por ejemplo, muchas de las familias que están en la zona de Montana, tienen sus familiares en el barrio La Cuchilla. La realidad es tan vulnerable que necesitan del apoyo familiar. La tía que vive a la vuelta les cuida al gurí, la mamá le cuida a la hermana. Es decir, se acompañan. Además, van al baño de la casa del familiar que está a la vuelta (...) La pobreza no se traslada. Quien imagine que a una familia, por más pobre y carenciada que sea, se la pueda subir a un camión o trasladar la villa miseria, desconoce absolutamente la realidad. Esa familia tiene tanto arraigo y pertenencia como cualquiera de nosotros. Porque ese es su mundo. - Asociado al tema de los asentamientos está el déficit habitacional en Gualeguaychú...- Estamos trabajando con el IAPV y la Dirección de Vivienda. Nosotros estamos construyendo 400 viviendas a través del sistema del IAPV y 64 viviendas por cooperativas en la actualidad. Lo que sí es cierto es que la capacidad de respuesta que está teniendo el Estado no acompaña la importante demanda que hay. Obstinación uruguaya - Usted llegó a plantear, no hace mucho, la posibilidad de ir otra vez a La Haya si se demostraba que Botnia contaminaba. Fue cuando el senador Guillermo Guastavino criticó al Uruguay por no dar datos sobre el monitoreo. ¿Cuál es la situación del conflicto?- La semana pasada estuvimos reunidos, junto a concejales y legisladores, con funcionarios de la delegación argentina de la CARU para intercambiar información y opiniones. La situación no ha variado mucho. Argentina sigue con la decisión de monitorear y controlar a la pastera, para demostrar su carácter contaminante. Por otro lado, sigue siendo muy obstinada la postura de los funcionarios uruguayos a la hora de controlar a Botnia, lo que no permite avanzar como a nosotros nos gustaría. - La Asamblea Ciudadana Ambiental se queja, sin embargo, de que no se socializa la información...- Lo que ocurre es que el acta acuerdo firmada por ambos países dice que la comunicación debe ser consensuada por ambas partes. Y la información que quiere dar Uruguay acerca de que Botnia no contamina o contamina dentro de los parámetros normales los funcionarios argentinos no la admiten. Ahora nos enteramos por la prensa que el presidente de la delegación uruguaya ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), Gastón Silberman, señaló que UPM contamina en forma esporádica. Es grave que un funcionario de ese nivel reconozca eso y no se haga nada al respecto (...) Es nuestra responsabilidad como funcionarios públicos preservar el medio ambiente y la salud de los vecinos. Sin embargo, uno ve que hay funcionarios uruguayos que parecen que tienen puesta la camiseta de Botnia. - ¿Puede decirse que Gualeguaychú tiene cordón sanitario que la protege de la contaminación?- Sin caer en conformismos, puedo decir que en este momento Gualeguaychú debe ser una de las zonas más controladas del país. Tenemos a la CARU monitoreando a Botnia y la desembocadura del río Gualeguaychú, y además los controles que se hacen sobre el aire. Más allá de que hay cosas, como en todo, que se pueden corregir. No confundir los roles - ¿Gualeguaychú es una ciudad segura?- Sí, Gualeguaychú es una ciudad segura. Lo que no quita que tengamos episodios de inseguridad. Y que tengamos que seguir trabajando para preservar este estatus y mejorarlo. También hay que admitir que aquel vecino y aquella familia que sufrió un episodio de inseguridad, ven a Gualeguaychú como una ciudad insegura (...) Estamos trabajando en conjunto con la Policía. No hay que desvirtuar algunas cosas. El tema de la seguridad es una pata de la Justicia y de la Policía. El municipio tiene mucho que ver y puede ayudar mucho. Pero no tiene que asumir el rol que le compete a aquellas jurisdicciones. De lo contrario, distorsionamos el funcionamiento de los niveles de gobierno, las responsabilidades de cada actor, y después no sabemos dónde quedamos parados. La planta funciona bien - No hace mucho Emilio Martínez Garbino, ex candidato a intendente por Color Gualeguaychú, señalo que en lugar de priorizar la construcción de un puente nuevo sería pertinente mejorar el funcionamiento de la laguna sanitaria...- La laguna funciona de manera óptima. Estamos haciendo el mejoramiento permanente. Acabamos de crear una tasa específica que nos permitirá hacer frente a su mantenimiento y funcionamiento. Los contribuyentes abonarán entre 8 y 13 pesos por mes con ese fin (...) Considero que fue un error no haber incorporado esto antes. Mi lectura es que cuando el intendente Irigoyen puso en funcionamiento la planta había un contexto político y social complicado, para aplicar este adicional, porque había ocurrido el episodio de Tesorería. Pero la ciudad ha crecido mucho y esto se impone. Si la decisión de la comunidad fue tener una planta de tratamiento de efluentes, con vistas a mejorar el saneamiento, a esto hay que incorporar la responsabilidad y el deber ciudadano de sostenerla económicamente (...) No comparto la lógica de Emilio de comparar una decisión de crecimiento estratégico de Gualeguaychú para los próximos 50 años, como es el nuevo puente, con el funcionamiento de una planta. Me parece que es un disvalor. Situación heredada- Desde la oposición en el Concejo Deliberante se criticó, en el último debate presupuestario, que el 75 % de los recursos ordinarios se destinen a sueldos. Y al mismo tiempo se habló de "prestación laboral a través de subsidios", en un número que supera las 300 personas. ¿Qué responde a esto?- El 75 % de los recursos corrientes afectados a personal es un número que venía desde antes. Nosotros lo sinceramos. Cuando asumimos rondaba entre el 72 y el 73 %. Esto antes no se discutía, no se analizaba. Y nosotros fuimos los primeros en poner este tema sobre la mesa y decir: está es la situación del municipio, y no la generamos nosotros. Ahora el porcentaje está en 75%, es decir dos puntos más, pero nosotros prestamos muchos más servicios que los que prestaba la anterior gestión. Y esto implica más gente trabajando. No hay otra manera. Para dar un ejemplo: hoy tenemos 14 nuevas especialidades en los centros de salud y eso implica más personal. - De todos modos, ¿no cree que habría que bajar ese porcentual que describe una alta incidencia de los sueldos en el presupuesto?- Sí, habría que tratar de bajarlo. Pero no es algo fácil. La limitante reside en que para nosotros nunca el empleado municipal va a ser la variable de ajuste. Pero la discusión no es el porcentual ni la cantidad de empleados, sino cuál es el servicio que queremos prestar desde la municipalidad (...) Por ejemplo, si queremos la recolección de residuos domiciliarios diaria para todos los barrios o solo para el centro y para los barrios día por medio. Toda mejora en la prestación supone más empleados. Hace un par de meses la cantidad de personal estaba en 1.115 personas. Y nosotros recibimos una plantilla de 1.056 agentes. Es un incremento del 2,5 %. Es nada al lado de lo que han sido los incrementos en la planta históricamente en Gualeguaychú. Nosotros nos vamos a ir prácticamente con el mismo número de personal que recibimos. Además, desde febrero-marzo que no hacemos ningún contrato, que no ingresa nadie a la municipalidad. Y algunos se han jubilado. - ¿Y qué pasa con los subsidios? ¿Es contratación de personal encubierta?- No. Esto no es así. Con los subsidios se contemplan situaciones de vulnerabilidad familiar, asociadas por ejemplo a enfermedades crónicas o tratamientos prolongados, y en algunos casos a problemas de vivienda. En el marco de la ordenanza, que regula los subsidios, rige una contraprestación de trabajo. Pero no se puede aplicar a todos los casos, por ejemplo cuando hay una situación de enfermedad. A este sistema no lo inventamos nosotros, sino que viene por ordenanza desde antes. - ¿Hay que olvidarse, durante su gestión, de una convocatoria a discutir la Carta Orgánica? - No sé si olvidarse. Pero debo admitir que no está en la agenda del corto plazo. Los opositores - ¿Cómo calificaría la relación con la oposición política en el Concejo Deliberante?- Nos ha acompañado en proyectos importantes y en otros no. Creo que hay una oposición responsable y seria. Aunque le pediría un poco más de apertura en algunos temas relativos al futuro de la ciudad. Concretamente, veo una actitud crítica innecesaria en la discusión por el emplazamiento del nuevo puente. Si repasamos la historia de Gualeguaychú, siempre prevaleció una generosidad en la mirada entre sectores distintos, que privilegiaron los denominadores comunes. Creo que hoy está faltando esta actitud en favor de los grandes acuerdos. - ¿Qué puede decirnos de los proyectos urbanos del viejo frigorífico y el nuevo centro cívico de la ex Terminal? - Cualquier desarrollo para el predio del frigorífico está atado a la definición de la localización del nuevo puente sobre el Gualeguaychú. Al respecto, estamos profundizando el análisis de la alternativa sur que planteó la consultora. En cuanto a la ex Terminal, se terminó el proyecto del palacio de Tribunales, con una inversión de casi 100 millones de pesos. Ahora estamos trabajando con el gobernador en la gestión a nivel nacional de los fondos necesarios. - ¿Qué avances ha habido en materia de ordenamiento urbano?- Se ha avanzado mucho. La temática ha estado siempre presente en la agenda. En los primeros diez meses de esta gestión hemos tenido reuniones permanentes, donde se abordaron temas relacionados con el crecimiento de la ciudad. Hay una unidad ejecutora que trabaja con el Concejo y la sociedad civil. A esto le vamos a dar continuidad el año próximo. - El arquitecto Domingo Carraza, que está al frente de esa unidad, dice que no hay que esperar un documento final que resuma que hay que hacer sobre el particular.- Yo comporto esta visión. El ordenamiento urbano es algo dinámico. Lo central son las grandes líneas. Por otro lado, la ciudad crece más allá de la voluntad del intendente o de las autoridades. Los particulares, los actores privados, urbanizan también. Y por eso tiene que estar el Estado como regulador, para que el crecimiento sea armónico. La circulación y las calles- Hay una sensación de que el tránsito está muy complicado en la ciudad. La circulación está atravesada por un parque automotor creciente y una trama vial que impone limitaciones. ¿Cuál es su visión?- Es un desafío de todos los municipios del país. Y Gualeguaychú, con sus calles y veredas angostas, con manzanas también chicas, y sin playas de estacionamiento, tiene problemas estructurales que superan a cualquier gestión. Pero hay paliativos que pueden mejorar la circulación. Por ejemplo, hemos empezado con el delineamiento del estacionamiento, que se ha pintado en algunas calles. Y dimos de baja muchos cordones amarillos, que impedían estacionar, los cuales se habían transformado en un abuso. Además, hicimos cinco rotondas en distintos puntos críticos. Implementamos la licencia única de conducir. Tengo que decir que el municipio de Gualeguaychú es reconocido en otros lados por dos cosas: sus políticas de salud y su gestión de tránsito. - Hay gente que se queja por el mal estado de la trama vial.- Acá hay que tener una visión integral de la ciudad. Es cierto, quizá habría que mejorar la trama vial del centro, que está muy deteriorada en algunos sectores. Pero nosotros queremos avanzar con mejorar la trama vial hacia los barrios. Buscamos un completamiento de la trama. Porque había calles pavimentadas en zonas semi céntricas, rodeadas de calles de tierra. Nuestro trabajo ahora contempla una consolidación hacia los barrios. Por ejemplo, a cuatro cuadras de la municipalidad, pasando calle Jujuy ya había calles de tierra. En esto estamos trabajando porque así se mejora el funcionamiento de la ciudad. También mejora la limpieza porque llevamos las arterias no pavimentadas más lejos del casco céntrico. Además, vamos a pavimentar calles para permitir el ingreso y la comunicación en temporada turística. Previsiones para el verano
"Estamos en condiciones de suministrar agua para la comunidad y para el movimiento turístico", señaló el intendente Bahillo en relación a la provisión de agua potable para el verano.Según dijo, la capacidad de producción de Obras Sanitarias se ha incrementado ostensiblemente.
"Cuando asumimos cinco años atrás se producían 750.000 litros por hora. Ahora estamos en 1.200.000 litros. Casi un 50 % más", refirió.En este sentido, afirmó que los problemas de falta de agua que surgieron en veranos anteriores estuvieron vinculados a fallas en el suministro eléctrico. De todos modos, admitió que en algunos barrios pueden surgir bajas de presión del agua, aunque serían cuestiones puntuales.Resaltó, que en términos generales está garantizado el suministro de agua potable este verano para las 27 mil familias de la ciudad, conectadas al servicio, y para satisfacer la demanda turística.En cuanto al suministro eléctrico, que sufrió varios cortes en la temporada estival anterior, Bahillo dijo que si bien no es un tema de competencia municipal, sin embargo su gobierno lo puso en la agenda.
"Convocamos a los directivos de la Cooperativa Eléctrica y les pedimos un plan de mejoras del servicio. Me comprometí a acompañarlos en la gestión de los fondos para esas inversiones. Porque ellos argumentaban que no tenían fondos para ese fin", señaló.Y agregó:
"Me prepararon una carpeta con un plan de inversiones. Eso presentamos, junto con el intendente de Pueblo Belgrano, ante la Secretaría de Energía de la Provincia. Así logramos que se firmara un convenio por $2.400.000 que le van a permitir a la Cooperativa hacer las mejoras necesarias. Aunque esto por sí solo no va a evitar que haya algún problema puntual en el suministro".En cuanto al turismo, el jefe comunal señaló que las expectativas para la temporada estival son "muy buenas", por la cantidad de consultas y las reservas que se está haciendo.Dijo que desde el municipio se han mejorado los espacios verdes, playas y circuitos turísticos, y Gualeguaychú incorpora este verano otro atractivo: una cartelera teatral, con presentación de actores de renombre nacional, que pretende competir con las mejores plazas del país.