
La víctima tiene 16 años y los abusos fueron reiterados hasta que se conoció el embarazo de la adolescente. Cuando fue increpado por la madre de la menor, el hombre se hizo el desentendido y desde entonces no regresó al domicilio.
Carlos Riera
Los casos de abusos se agolpan en los Tribunales de Gualeguaychú. Prácticamente se recibe una denuncia por día y las historias son cada vez más sorprendentes. Los denunciados, en su gran mayoría, forman parte del círculo íntimo de la víctima.
En esta ocasión la damnificada es una adolescente de 16 años que tiene un embarazo de cinco meses. A pesar de su estado avanzado de gestación, su condición se conoció hace pocos días atrás cuando, en compañía de su madre, acudió al médico por sus mareos, dolores de cabeza y descomposturas.
La víctima acusaba distintos malestares físicos y su madre, como haría cualquier otra mujer en estas condiciones, decidió llevar a su hija al centro de salud de su barrio. Allí la revisó una médica y tras realizar una ecografía constató el embarazo de cinco meses.
Al transmitir esto a la adolescente, la menor comenzó a negar ese embarazo y aseguraba que ello era imposible porque afirmaba no haber mantenido nunca relaciones sexuales. La víctima no aceptaba su estado y la médica optó por aconsejarle una entrevista con un psicólogo.
Luego, ambas mujeres regresaron a la casa y la madre trató de dialogar y calmar a su hija que se encontraba muy angustiada porque aseguraba que ella nunca había tenido relaciones sexuales. Tras esto decidió contarle a su pareja lo que estaba sucediendo, pero la reacción del hombre de 32 años llamó la atención. Primero se hizo el desentendido y luego se retiró de la casa sin mencionar a dónde iba y sin llevarse nada consigo.
La incertidumbre de la mujer era cada vez mayor y decidió volver a la habitación de la adolescente para desentrañar lo que ya comenzaba a sospechar. Fue ahí cuando recibió la peor noticia. Su hija le confirmó que el hombre se había ido de la casa porque era él quien la violaba desde hacía un largo tiempo.

El relato de la menor fue un balde de agua fría para la mujer, aunque no dudó un solo instante en hacer público lo sucedido. Junto a la menor se presentó en la Comisaría de Minoridad y Violencia Familiar y denunció al supuesto autor.
Según pudo saber ElDía, la mujer requirió que se tomen las medidas necesarias para que el hombre no vuelva a acercarse al domicilio ni ver a los hijos que tiene en común con la madre de la víctima, pero además puso en alerta a las autoridades que se trata de un hombre violento, que cada vez que se enojaba la agredía físicamente con patadas en todo el cuerpo o rompía los muebles de la casa.
Desde entonces existe una orden de detención para el hombre en el lugar que sea localizado, ya que hasta el momento no ha sido ubicado en ninguno de los lugares que frecuentaba, pero además se le cerraron varias puertas de personas que le pudieron dar asilo al conocerse entre los más cercano lo ocurrido.