A MESES DE LA MUERTE DEL CANTANTE
Habló el camarero preso por la muerte de Liam Payne: “Yo compartí la droga con él, pero no le vendí”

Braian Paiz (25) está detenido desde principios de año en una alcaidía porteña por haberle suministrado la cocaína al ex One Direction horas antes de que cayera desde el balcón de su habitación del Hotel CasaSur
“Yo no sé qué hago acá, si soy una buena persona”, declaró Braian Paíz (25) desde la celda del anexo la Comisaría 14A de la Policía de la Ciudad, ubicada en el barrio porteño de Palermo, que ocupa desde hace seis meses. Está preso, procesados y a punto de ir a juicio acusado de haberle vendido a Liam Payne la cocaína que consumió en esas 72 horas de descontrol que terminaron con su muerte en medio de una crisis de salud mental en un hotel de la capital argentina. Sin embargo, el detenido lo niega: “Yo compartí la droga con él, pero no le vendí”.
Justamente, en eso no coincide la Justicia y por eso está preso, con una causa elevada a juicio y ya en manos de Karina Andrade, titular del Juzgado en lo Penal Contravencional y de Faltas Nº15 de la Ciudad de Buenos Aires. ¿El delito? “Suministro de estupefacientes a título oneroso, reiterado en dos oportunidades”.
Según la causa, Braian le vendió cocaína al ex One Direction el 14 de octubre pasado, dos días antes de su muerte. A las 3:24, ingresó al hotel CasaSur del barrio de Palermo, donde se hospedaba el músico y lo acompañó en la habitación N°310. Ahí estuvieron hasta que se fue a las 8:15.
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Luego, ese mismo día, pero “entre las 10:03 y las 10:44”, le entregó también cocaína a cambio de dinero. Payne fue hasta la casa de Braian de la calle Agüero en un taxi a buscarla y luego regresó al hotel.
“Dicen que vendí droga, pero no es así, yo no le vendí nada. Me hago cargo de que le llevé la droga pero no fue una venta, en los mensajes que intercambiamos estaba claro eso. Solo soy un consumidor más, nada más. ”, se defiende Braian y asegura que no le hicieron la pericia forense donde hubiera saltado sus problemas de adicción.
El termómetro marca unos 13°C, pero él está enojado y ansioso, y no tiene frío: lleva prolijamente una musculosa azul Francia y el pelo bien peinado, y agrega: “Yo empecé a consumir de chico marihuana, pero de vez en cuando. A los 18 comencé a ir a fiestas electrónicas y eso me llevó a probar otras cosas, pero yo soy de fumar marihuana a la noche, cuando termina mi día y me relajo solo, escuchando música”.
Actualmente, Braian está con medicación psiquiátrica. Pasa el tiempo detenido pensando en una sola cosa: cuándo lo dejarán salir. “Es que yo estoy acá, pero no sé qué está pasando, qué va a pasar, a dónde va a llegar esto”, se ofusca y enumera que preso no puede entrenar ni estudiar.
“Yo quiero volver a estudiar y salir a trabajar, nada más, como antes, donde me encontraba en consumo sí, pero tenía mis responsabilidades. De hecho, en uno de los mensajes que tengo con Liam le digo que no puedo quedarme más porque tengo que ir al trabajo”, recuerda.
Para el 16 de octubre del año pasado, día en el que Payne cayó desde el balcón de su habitación del tercer piso, Braian trabajaba como camarero en un restaurante de Puerto Madero, así se conocieron con el músico. Unos días después de ese encuentro y de que se contactaran por Instagram, el ex One Direction murió tras el consumo de grandes cantidades de cocaína -inhalada y fumada- y alcohol, combinados con sertralina, un potente antidepresivo.
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“Me arrepiento de haberle dado mi Instagram a Liam, porque ahí empezó todo esto y, capaz, hoy estaría trabajando, estaría estudiando, haciendo algunos videos porque antes de conocerlo había participado en un rodaje de un videoclip para YouTube para un cantante y otros videos para televisión. Yo tenía ganas de seguir la carrera de Diseño de Imagen y Sonido, que había empezado en la pandemia, y otros cursos", reconoce Braian.
Y, en ese contexto, recuerda la noche que conoció al músico: “Yo era fan de One Direction. Había servido en la mesa del restaurante a los otros miembros, pero siempre desde mi lugar. Liam fue el que se me acercó. Yo estaba trabajando y él en varias oportunidades pasaba y hablaba con los chicos. También habló conmigo, pero conmigo fue distinto, porque me encontraba también en un momento de consumo y se dio cuenta”.
Braian relata que consumía marihuana a veces antes de empezar a trabajar o a la salida. “Él (por Payne) se acercó a mí y yo en ningún momento me acerqué a su mesa, en ningún momento fui para donde estaba él. Siempre fue al revés”, recalca el detenido y asegura: “La droga la consumimos juntos. O sea, yo llevé mi droga como cuando a una juntada uno lleva una gaseosa. Esto también es así. Incluso, cuando fui la primera vez, me invitó a tomar unos tragos. Me hizo escuchar de su música”.
Ese encuentro fue el 1 de octubre, 15 días antes de la muerte del músico. La segunda vez que se vieron, según Braian, “ya fue distinto”. Y amplió: “Me dio para elegir sonidos para remasterizar en un móvil; consumimos mini botellitas de whisky, cinco en total, con cola; él se puso a crear y yo escuchaba lo que él estaba creando e, incluso, lo guardó en su computadora”.
Braian admite que en uno de los encuentros con Liam el músico ya “estaba consumiendo”. Pero destacó que “no hubo excesos de alcohol y de drogas” porque no tenían más. “Y ahora extraño mi libertad, trabajar, a mi familia, a mi mamá y mis hermanas; incentivar a mis sobrinos con la escuela, vivir como una persona normal, laburadora”.
Que el expediente haya pasado a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires puede ser una buena noticia para Braian. Sus abogados, Fernando y Juan Pablo Madeo Facente, piensan ir por el juicio abreviado: “Nosotros consideramos que no hubo onerosidad, es decir, no fue una venta”.