Faltaba del hogar desde el 19 de febrero y fue encontrado ayer en la zona de ladrillerías de calle Miguel David, en Paraná. Por su desaparición hay un detenido y su muerte no se trataría de un suicidio.El joven de 27 años fue hallado por unos chicos que pescaban en un arroyo, y los familiares se acercaron al lugar y reconocieron el cuerpo. Uno de los hermanos de Segovia dijo que los niños fueron quienes "avisaron a la familia", tras el hallazgo. Mencionaron que el muchacho fue encontrado pendiendo de una rama, "con las rodillas casi tocando el piso", en avanzado estado de descomposición. Agregaron que el cuerpo "tiene marcas, pero no sabemos de qué".La familia de Matías descarta que se trate de un suicidio. "No creemos que se haya matado. Seguro que lo trajeron y lo pusieron ahí. Jamás se hubiese matado", expresaron a El Once sin poder salir de la conmoción.Al ser consultados, reconocieron que "la policía, los bomberos, realizaron rastrillajes en esta zona; nos extraña que no se haya podido encontrar si habría estado en este lugar. Creemos que después que terminaron los rastrillajes lo trajeron acá".Al entender que no creen en una autodeterminación de parte del joven, uno de sus hermanos confió: "Cuando salió del Roballos (a donde fue derivado por sus adicciones), él me decía, `yo me quiero curar, no me quiero morir, le tengo miedo a la muerte`".Por el hecho está detenido José Gómez, de 46 años. Permanece con prisión preventiva. Fue detenido en el marco de un procedimiento realizado en una vivienda de Barrio Mosconi 3. En el allanamiento realizado el viernes 3 de marzo pasado, se le secuestró a Gómez un arma de fuego calibre 9 mm con numeración limada, cartuchos, cargadores, algunas prendas de vestir, como así también celulares, dinero en efectivo, y una cantidad importante de droga: más de seiscientos envoltorios conteniendo cocaína fraccionada para su comercialización.
