DEJA LA REDACCIÓN DE ELDÍA
"Hasta pronto Carlos, te vamos a extrañar"

Carlos Riera, emblemático periodista de la sección Policiales de este periódico, dejó sus funciones dentro del diario para asumir sus responsabilidades como Concejal en Pueblo Belgrano. Las autoridades y sus compañeros le desean éxitos en su nuevo camino. Por Sebastián Carbone* Abrió la puertaventana que da al balcón del diario, me gritó “gordo” y me hizo señas para que vaya. Con un pucho en una mano y el celular en la otra, Carlitos me dijo: “Hoy es mi último día”. Fiel a su estilo, con el perfil bajo con el que trabajó durante 12 años dijo chau. Cuando llegué en agosto de 2011, Carlos Riera era uno de los periodistas del diario que hacía de todo. Desde notas de política, coberturas del carnaval o cubrir los partidos en el estadio municipal, algo que realmente le gustaba poco y nada. Yo tenía 25 años y la muerte de mi viejo me había llevado ser el director del diario. Una de las primeras decisiones fue que él se ocupe solamente de escribir policiales. En corto tiempo, Carlitos tenía todos los contactos necesarios en la policía, la justicia y gendarmería. Se enteraba de cosas antes que ninguno y se convirtió en una pieza clave de ElDía. Cubrió los casos más difíciles de la ciudad y lo hizo de tan buena manera que medios nacionales lo eligieron a él para que sea el que desde Gualeguaychú le cuente al país el caso Pastorizzo. A Carlos nunca le importaron los flashes. No lo encandilaron. Lo ponía incómodo el elogio y prefería escribir a sentir la luz de la cámara en el rostro. El saco y la camisa fueron enemigos con los que aceptó convivir en un puñado de ocasiones y con los que no le quedará otro remedio que pasar más tiempo en su nuevo rol como concejal de Pueblo Belgrano. Carlitos podrá cambiar su trabajo. Dejará la computadora, el celular, las llamadas eternas esperando el dato que convierta a una noticia en “la noticia”. Podrá dejar la redacción en la que aprendimos a quererlo tanto y hasta cambiar las remeras y las bermudas por camisas y sacos. Lo que Carlos nunca va a cambiar es su esencia. Tendrá siempre al periodista adentro. Se detendrá ante un choque callejero pensando en cubrirlo para el diario. Sus ojos seguirán mirando las cosas con el filtro del periodismo. Pero sobre todo, seguirá toda la vida siendo un gran tipo con el carácter un poco podrido y el corazón bien ancho. Ese que a todos, pero sobre todo a mí me ayudó a ir creciendo cada día. El viernes a las seis de la tarde, bajo el calor de febrero me vi reflejado en sus ojos espejados por las lágrimas que es incapaz de dejar salir. Cuando dijo que era su último día mi garganta se hizo un nudo. En un instante sobrevolaron mis recuerdos los más de ocho años en los que nos vimos casi todos los días, trabajamos juntos, nos hicimos chistes y compartimos unos mates. Me dieron ganas de llorar y pensé en otra cosa para que se me pase. Después pasamos juntos por última vez la puertaventana que separa el balcón de la redacción, nos dimos un abrazo corto y nos prometimos un asado. Hasta pronto Carlos, no te das una idea lo que te vamos a extrañar. *Director de diario ElDía
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