“Hay muchas formas de ser inteligente”
El doctor en Psicología Philippe Rochat, invitado por la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), dictó un curso estos días en Gualeguaychú. EL DÍA pudo hablar con el especialista gracias a los buenos oficios de Gustavo Faigenbaum, que actuó como traductor del inglés.Marcelo LorenzoLa entrevista giró alrededor de la inteligencia y el aprendizaje de los niños.- Hay anécdotas de madres que, durante el embarazo, comen determinadas cosas (grandes cantidades de fósforo, por ejemplo) porque desean tener hijos inteligentes...Philippe Rochat:- Esos padres que cambian la dieta para tener hijos más listos, quieren que éstos sean exitosos en la vida, que les vaya bien. En este caso tal vez importe menos una definición de la inteligencia que aquellas cosas a las que les temen los padres. Inteligencia es un concepto que captura por tanto mucho de los miedos. Generalmente se plantea en términos lógicos, aunque en el comportamiento de esos padres se ven los elementos afectivos y emocionales, asociados en este caso a los miedos al fracaso social. Hay una definición genérica de la inteligencia que indica que es una capacidad de adaptarse a nuevas situaciones. La otra versión americana, muy difundida, viene de la ingeniería y remite a cómo funciona la mente. Es la otra definición de la inteligencia, que se visualiza como un músculo más del cuerpo, que se desarrolla como si fuéramos a un gimnasio o centro de este tipo.- ¿Cómo juega, según su óptica, la información genética en el pensamiento?- Está absolutamente claro que hay diferencias individuales de nacimiento. Independientemente de lo que pensemos sobre nuestros dientes, éstos nacen determinados genéticamente. Y también se sabe científicamente que los bebés nacen con temperamentos diferentes.- Se podría decir, entonces, que la inteligencia es resultado de la influencia biológica, por un lado, y la medioambiental por otro.- Efectivamente, se sabe claramente que hay interacción entre como somos de nacimiento y nuestras experiencias de la vida. Imaginemos que yo hubiera nacido en Japón. Es como si hubiera heredado un entorno en el cual me voy a desarrollar. No sólo heredo la personalidad de mis padres, sino una cultura, una religión y una serie de normas de conducta, que incluyen formas de saludar, de comer y de relacionarme con los demás. Supongamos, de igual modo, que naciera en Brasil en una familia de músicos. En este caso, es muy probable que sepa cómo expresar las emociones a través del cuerpo, de una manera muy elocuente, justamente algo que no es una característica japonesa. La cuestión temperamental, por otro lado, se ve en que hay chicos que son más tímidos, más retraídos, en tanto que hay otros que son más expresivos o extravertidos. Es decir, nuestra personalidad está condicionada tanto por la biología como por el entorno cultural en el que nacimos.- Podríamos concluir que todo chico es en potencia inteligente, más allá de la impronta que le da el entorno. ¿Es correcto?- Todos lo niños potencialmente pueden respirar. Volvemos, entonces, a la capacidad de adaptarse a determinadas situaciones, como decía Jean Piaget de la inteligencia. Sin adaptaciones estamos muertos. Necesitamos de la inteligencia para sobrevivir como necesitamos la comida. La cuestión a debatir es el tipo de inteligencia. Hay que desafiar la idea de que hay un único vector según el cual se puede determinar el grado de inteligencia, en términos de más o menos. Es la imagen de la flecha. En realidad, hay muchas flechas. Hay muchas formas de ser inteligente. Lo que en Japón te hace inteligente, por ejemplo, en Brasil te puede hacer tonto. Y a la inversa.- ¿Qué opina de los test de inteligencia?- Claramente algo miden, aunque el problema muchas veces es que no sabemos qué miden. Pueden medir, por ejemplo, las posibilidades de éxito para una cierta cultura o una determinada disciplina. Podríamos comparar, por otro lado, cuanto tiempo somos capaces, usted y yo, de sostener esta madera (se dirige a un objeto en la mesa) con uno de los dedos de la mano. Quizá la diferencia entre las dos experiencias sea de dos segundos. La pregunta que hay que hacerse luego es ¿qué quieren decir esos dos segundos? (...) Si la inteligencia es la facultad de adaptarse a situaciones, se aclaran algunas cosas. Porque no es lo mismo haber nacido pobre en un contexto de violencia con un padre alcohólico que te pega, que haber nacido en un entorno muy diferente. ¿A qué situación se tiene que adaptar el hijo de ese padre violento? ¿A cuál el otro chico? La respuesta que ambos tienen que dar, en el plano de la experiencia, va a ser muy diferente, como lo es el entorno en el que viven. Por tanto, la inteligencia no es algo que tiene que ver con más o menos. Sino con la diferencia.El rol de los adultos- Si la inteligencia está presente en todos, ¿el contacto inicial con los adultos que se ocupan de la crianza es crucial?- Por supuesto. El adulto que está a cargo del chico es como un embajador del contexto. A través de él, el chico recibe la cultura. Si el pensamiento inteligente se da tempranamente, el rol de los padres es muy importante. Hay padres que ponen más o menos énfasis en la educación. Les leen más o menos cuentos, por ejemplo. Después está la escuela, que es una institución que tiene reglas. Hay escuelas en todos los lugares del mundo, pero hay una regla que comparten todas y que consiste en socializar la atención. Los chicos improvisan a lo largo de su vida. Pasan de una actividad a la otra, de un juego al otro. Y la atención de los chicos es una atención caótica. Un chicos presta atención un rato a una cosa, un rato a otra. Cuando llegan a la institución escolar se le pide que toda esa atención, toda esa energía se concentre en el aula, en el pizarrón, en la maestra.- El hogar y la escuela aparecen como instancias diferentes ¿Y la emocionalidad, primariamente, dónde se aprende?- La emoción es central en ese proceso. Hay chicos que hacen muy fácilmente esa transición de la dispersión a la concentración que requiere la escuela. Lo mismo que la transición del grupo familiar a la institución escolar. Y el aspecto emocional a veces traza una línea entre aquellos que transitan esos dos ámbitos con normalidad mientras que a otros se les hace muy difícil.- En su opinión, ¿por qué es importante el preescolar?- Hay que recordar que es una institución reciente. Hay un psicólogo, Jerome Bruner, con el que estuvimos en Estados Unidos, que es uno de los inventores de la institución del preescolar. Él puso énfasis en el nivel inicial, allá por los años '60. Yo viajo por todo el mundo, voy a los lugares más remotos del planeta, y en todos lados hay preescolares. No sé si es un consenso o si es una influencia recíproca entre los países, pero existe la creencia compartida de que los chicos tienen ventaja al empezar más temprano. Lo que no sabemos es si el supuesto beneficio del preescolar, reside en formas nuevas de pensamiento, en los contenidos académicos que le damos al chico, o si lo importante es que empiecen la socialización.- ¿Qué tan importante es el lenguaje en el despertar de la inteligencia?- Uno de los aspectos revolucionarios de la obra de Piaget fue mostrar que había una forma de inteligencia que es prelingüística. Una forma de adaptación de inteligencia que es anterior al lenguaje. El lenguaje es un escalón, un paso muy importante en el desarrollo de la inteligencia. Piaget plantea que la inteligencia es primero motora, perceptiva, sensorio motriz y luego se va haciendo más simbólica. Claramente al interior de la institución escolar toda la interacción es simbólica y el lenguaje es central.El fracaso del chico es el de la escuela- ¿Cuál es su idea general sobre la cuestión del fracaso escolar? ¿A qué es imputable? ¿Acaso a la didáctica?- La escuela es una institución y los métodos de enseñanza se dan al interior de esa institución. Si un niño no se puede adaptar a esa institución, entonces hablamos de fracaso. Pero en realidad se trata del fracaso de la escuela por no haber creado el contexto adecuado para ese chico. En Japón cuando el chico tiene problemas en la escuela, no sigue las normas, genera desorden en clase, no se ve el caso como un problema del chico, se lo ve como un problema del grupo. Y entonces la maestra discute con los mismos chicos a ver qué pueden cambiar, qué es lo que se está haciendo mal y que debería modificar para que ese chico se pueda adaptar.- Acá, al menos, hay una tendencia a derivar a ese chico a un especialista privado, a un psicopedagogo...- Pero no están dispuestos a cambiar el sistema. Cuando el chico es un fracaso en la escuela, es un fracaso de la institución y es un fracaso de los padres también. Es un fracaso del contexto. Porque el contexto es el que no puede absorber a este niño con sus singularidades y con sus características innatas. Todos estamos de acuerdo en que cada individuo debe tener su lugar en la sociedad. No puede haber individuo que no tenga lugar en la sociedad. Una buena escuela es aquella que puede asimilar, que puede incorporar a cualquier chico, con cualquier temperamento innato, no importa la idiosincrasia familiar. Toda la diversidad. En Estados Unidos hay escuelas para niños superdotados donde los aíslan del resto de la sociedad, con la idea de crear una especie de elite. Pero eso mata la diversidad. Una escuela interesante es aquella en la cual estén representados todos los estilos de individuos que hay en una sociedad, y se pueda convivir allí.- ¿Cuál es su mayor imputación al sistema educativo formal en Occidente?- En el contexto de la conversación que estamos manteniendo, cuestiono la idea de éxito entendida como una acumulación de conocimientos, de capacidad de triunfar en la sociedad y de ganar mucho dinero. Esta visión lineal es lo que yo cambiaría de la educación en Occidente. El filósofo francés Michel de Montaigne (siglo XVI), decía que "es mejor una cabeza bien formada que una cabeza muy llena". Es esta sabiduría la que hemos perdido. Traduciéndola al contexto de la educación, significa que el éxito no es solamente que a los chicos les vaya bien cuando se revelan más capaces que los otros. Sino que esos chicos actúen óptimamente frente a los compañeros menos capaces que ellos. Es decir, que sepan colaborar y ayudar a esos otros a los que no les va tan bien. Eso también es parte del éxito. La inteligencia no es mirar hacia delante, también es mirar al que viene atrás. "Cuestiono la idea de éxito entendida como una acumulación de conocimientos, de capacidad de triunfar en la sociedad y de ganar mucho dinero".Los chicos de la calle también son inteligentes- En una sociedad donde la exclusión social es un rasgo marcado, ¿puede comprometerse el desarrollo cognitivo de ese sector de la población menos favorecido?- Está probado científicamente que la desnutrición afecta el desarrollo del niño. El problema de la pobreza es que genera un círculo vicioso. Entonces el chico, para sobrevivir, puede ser muy inteligente en su adaptación a este contexto. Pero eso lo desconecta de otros contextos como el de la institución escolar. Voy a dar un ejemplo que está muy documentado. Los chicos de la calle que viven en Recife, Brasil. Fracasan en la escuela cuando le tratan de enseñar aritmética básica. No aprenden nada de matemática. No se pueden concentrar. Esas anotaciones, esos símbolos en el papel, no tienen ningún sentido para ellos. Sin embargo, se comportan como avezados negociantes en su contexto, en la calle, según los estudios de campo que se han hecho. Los investigadores incluso les daban billetes de alta denominación para ver cómo hacían para sus transacciones pequeñas, donde por ejemplo tenían que restar. Pese a ser una operación complicada, no tenían problemas. Es decir, manejan el dinero con solvencia, para comprar y vender cosas de todo tipo. Conclusión: son muy inteligentes, resuelven operaciones matemáticas concretas en la calle. Sin embargo, en la escuela fracasan. Este es un buen ejemplo que explica cómo la inteligencia es contextual. Algo que debería ayudar a pensar y reflexionar a algunos padres.- ¿Qué importancia le adjudica a la autoestima en los chicos?- Es una pregunta muy buena. Para mí es clave. Desafortunadamente en casi todas las escuelas el fracaso está asociado a un estigma. Pero una herida que le hagan a la autoestima, al comienzo de su vida escolar, lo sigue para toda la vida. Todos tenemos recuerdos de haber fallado en algún examen o de haber sido retados por la maestra frente a nuestros compañeros. Hay gente adulta que suele comentar, después del paso de los años, que si hubiera aprobado tal o cual examen o hubiera sorteado tal dificultad escolar, quizá su vida profesional hubiese sido otra y le hubiera ido mejor. Después está la conducta de algunos padres, que ponen mucha presión en sus hijos por un afán de compensar sus propios fracasos. No digo que los padres no ayuden a sus hijos, al contrario. Está bien que les preparen un andamiaje para ayudarlos a subir. Pero hay que tener cuidado con cargarles una expectativa excesiva, que suelen ser proyecciones de los adultos. Estas cosas pesan mucho en la psiquis de los pequeños."Conozco escuelas en Estados Unidos que están llenas de computadoras, pero son un monumento a la mediocridad".- ¿Qué visión tiene de las modernas tecnologías y los escolares?- Soy la peor persona para contestar esto, porque pertenezco a la vieja escuela. De todos modos, tiendo a ser escéptico. Yo entiendo que hoy en día es una necesidad que a los chicos se les enseñe cómo emplear estas nuevas herramientas. O sea, es parte de la función de la escuela que el chico se familiarice con estas nuevas herramientas, para poder desempeñarse bien en el mundo. Pero no es nada más que una familiarización con herramientas. Es como aquel mecánico que enseña a sus aprendices para qué sirve tal o cual herramienta. Pero además está el contenido de lo que se enseña. No es lo mismo familiarizarse con las herramientas que aprender las leyes de la mecánica y cómo funcionan las máquinas. A veces se confunden estos dos aspectos y se piensa que porque el chico tiene una cierta habilidad para utilizar las herramientas de la informática entiende algo del contenido. Y no hay garantías de que entienda algo del contenido. A veces se evalúa la calidad de las escuelas por el número de computadoras que hay en el aula y eso no es inteligente. Conozco escuelas en Estados Unidos que están llenas de computadoras pero son un monumento a la mediocridad.No simplificar las cosas- El abolicionista norteamericano Frederick Douglass escribió que "es más fácil construir niños fuertes que reparar adultos rotos"...Philippe Rochat:- Bueno, Jean Jacques Rousseau dijo lo mismo hace 300 años. Es una advertencia para aquel político que piensa que la educación no es importante, y que basta con arreglarnos con la gente más competente. No quiero ser ofensivo, pero la frase de Douglass me parece un poco trivial. Está bien, la educación es importante. Pero complejicemos la educación.- ¿A qué se refiere?- Puedo dar cientos de ejemplos de personas que crecieron en un ambiente familiar ideal, y en los mejores colegios, y los resultados no fueron los esperados. Individuos que en teoría tenían todo -padres solícitos, entorno con estímulos educativos, rodeados de libros- pero que terminaron en la cárcel. O terminaron consumiendo droga o se volvieron psicópatas. Hay un famoso asesino serial de Florida, por ejemplo, que seducía y mataba mujeres. En una entrevista que concedió, poco antes de que le apliquen la pena de muerte, se mostró como una persona educada, moderada, bella, que hablaba con mucho amor de sus padres. Describe su infancia como la de cualquier chico feliz de clase media. Y entonces uno se pregunta, ¿qué pasó?"Puedo dar cientos de ejemplos de personas que crecieron en un ambiente familiar ideal, y en los mejores colegios, y los resultados no fueron los esperados"- Esto recuerda al nazismo, que emergió en un contexto de desarrollo intelectual de Alemania...- Ésa es la dificultad. A veces simplificamos mucho las cosas. Hablamos como si pudiéramos determinar fácilmente el tipo de personas que saldría como resultado de una modificación de la institución escolar. Pero la cosa es más compleja. Lo único que podemos hacer es tratar de crear las mejores condiciones para que los chicos puedan desarrollar todas sus potencialidades. Pero subsiste el interrogante de qué es lo mejor. Por ejemplo, la madre que cambia la dieta para que le nazca un niño con el mejor cerebro, tiene una mirada ingenieril de la inteligencia. Una visión de ingeniero. Para mí la inteligencia incluye cuidar a los demás, ser sensible, prestar atención a las necesidades de otra gente. Poder disfrutar de la compañía de personas diversas.Ficha técnicaPhilippe Rochat nació y creció en Ginebra, Suiza. Formado por Jean Piaget y sus colaboradores cercanos, obtuvo su doctorado dela Universidadde Ginebra en 1984, para luego realizar una serie de prácticas postdoctorales en Estados Unidos, país en el que realiza sus investigaciones sobre la acción, la percepción y el desarrollo cognitivo en los bebés.En la década de 1990 se trasladó ala Emory University, institución en la que se desempeña como profesor de psicología hasta la fecha. Fue becado por la fundación John Simon Guggenheim en el período 2006-2007. Publicó cinco libros y numerosos artículos académicos en el área de la psicología del desarrollo.Entre los temas principales de sus trabajos, cabe mencionar: el surgimiento del "yo" ("self") y el autoconcepto en los bebés; el desarrollo de la cognición social y la relación con los otros ("relatedness"); el desarrollo de la moral durante la edad preescolar en niños criados en diversos entornos culturales y circunstancias socioeconómicas; y la adquisición de las normas morales relacionadas con la reciprocidad, el compartir y la posesión de objetos.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios