Hay que poner esfuerzo para producir un cambio cultural más humano
Un panorama que para nada es desalentador para el hombre nos ofrece en esta entrevista Julio Censar Labaké. Sin embargo, advierte de la degradación humana en cuyo detrimento concurren diversos factores, entre ellos el psicológico y social, y la pérdida de los valores esenciales. Por Osvaldo J. [email protected] P- ¿Cambió mucho la sociedad internacional y particularmente la Argentina en estas últimas décadas? Ha cambiado la cultura a nivel planetario. Estamos viviendo donde la post modernidad es un término perimido, fuera de tiempo.Es un tiempo en el cual se ha empezado a vivir de otra manera como si en el fondo hubiera una cierta desconfianza de lo que la razón podía mostrar. Y entonces hoy se tiende a conductas mucho más espontáneas, menos reflexivas, a romper los compromisos (son menos estables). Todo esto está provocando un cambio a todo nivel, desde lo estrictamente relacional-humano a la experiencia personal humana, a la organización institucional, a la relación entre los países. Todo esto está influenciado por un cambio cultural muy profundo. P- Hemos asistido a la casi estrepitosa caída de los grandes paradigmas del siglo XX y algunas sorpresas que nos depara el siglo XXI...Estamos en una encrucijada de la cual hay que salir. Pero de ninguna manera considero que es final. Nunca la cultura ha celebrado sus propias exequias en el sentido de que se termine. Hay cambio. Esto que estamos viviendo tiene también elementos positivos que van a reclamar de parte de los seres humanos de cada sociedad un esfuerzo de superación. Para potenciar lo que tiene de positivo: hay que utilizar inteligentemente todos los adelantos científicos-tecnológicos; pero junto con eso vamos a tener que hacer el esfuerzo por humanizarnos un poco más, que es lo que nos está faltando. P- Vivimos en un mundo hiperdesarrollado con la tecnología al alcance de la mano, pero cada vez más alejados del ser humano. ¿Hemos perdido la brújula?R- Este es uno de los signos del cambio al que asistimos. Existe una falta de compromiso estable en los vínculos y hace que todo sea más superficial y descartable. Los vínculos, aún de amistad y de amor, han pasado a ser fácilmente descartables. Algo no funciona más lo dejo y a otra cosa. Con lo cual no estoy criticando personalmente a nadie, pero digo que esta es una realidad que trae sus consecuencias y que de alguna manera tendremos que encarar porque genera dificultades para la convivencia y para la experiencia personal de vida.Creo que tenemos que pensar en generar una corriente de reflexión, en una nueva etapa que provisoriamente llamaría post de la post post modernidad. Hablar de post modernidad ya es trivial. Ahora tenemos que empezar a pensar en una post post modernidad. Somos responsables de orientar el cambio cultural, el proceso de la historia. Y esta es la tarea de los pensadores, de los educadores, de los padres, de los gobernantes. Cómo repensar y orientar hacia una cultura más humana (la nueva humanización). No se educa para una cultura del esfuerzo. Los medios acostumbran a una cultura click. Nos acostumbramos a vivir de lo inmediato, que se logra sin gran esfuerzo, a imagen y semejanza de la tecnología. Sin darnos cuenta se nos invade la parte humanística de un modo de interpretación tecnológica, y eso no es válido. P- ¿Como padres y educadores cuál es la responsabilidad de la hora con las nuevas generaciones?R- Todo adulto es responsable de contener adecuadamente al chico y, si bien puede haber cierta resistencia inmediata de éste, cuando la ayuda se ofrece con un acompañamiento razonable, inteligente y cordial el chico acaba por sacar lo mejor de sí mismo y es posible construir un proceso educativo válido.Tenemos la responsabilidad de asumir con claridad el rol de adultos educadores.Creo que es un tiempo en el cual tenemos que reencontrarnos con la imagen del adulto y del educador y con la autoridad suficiente para orientar el proceso educativo. La palabra autoridad ha sido bastante menoscabada y lamentablemente la confundimos con autoritarismo, lo cual es pésimo, nefasto en todo sentido.Pero la autoridad es un servicio a la comunidad que no se puede negar. Ser padre, ser educador y ser gobernante es tener la responsabilidad y el coraje de ejercer sanamente la autoridad como servicio. No hay vida humana sin valores y no hay valores sin límites: Tuve una gratísima sorpresa por los resultados de las conferencias que ofrecí a 150 adolescentes y luego a los docentes y padres del colegio Villa Malvina (salón lleno) En ambas conferencias puse en el tapete esta reflexión y hubo un largo aplauso. Creo que el significado es que lo que propuse fue algo razonable. Los chicos son capaces de reconocer y de reflexionar. Cité a los padres una frase de la obra de la francesa Francoise Dolto en su obra Palabras para Adolescentes o el complejo de la Langosta, que reconoce que los adolescentes no son locos, son adolescentes. Pueden tener extralimitaciones por que son adolescentes, pero cuando se les proponen las cosas con razón profunda y con amor profundo los chicos "se prenden" y son capaces de aceptar y agradecer que se les planteen las cosas así. Los avances tecnológicos: Sin dudas este es uno de los factores que ha provocado que se desarrolle más una dimensión de la cultura que la otra.La cultura tiene dos dimensiones, que son igualmente válidas e indispensables: lo científico-tecnológico, que le dá el poder al hombre sobre la materia y sobre la existencia; y el poder estrictamente humanístico, que le dá al hombre la capacidad de autogobierno y de buena relación humana, internacional... Esta última, la dimensión estrictamente humana, es lo que menos se ha desarrollado en los tiempos contemporáneos; por una supremacía del poder técnico que de alguna manera pasó a tener la primacía de la preocupación aún en lo educativo.Cuando se desconfía de lo que dicta la razón por que tiene primacía el interés económico- que es el que se produce inmediatamente por efecto de la mayor tecnología-degradamos no sólo las relaciones humanas sino también el medio ambiente, que al final acaba obrando en contra de nosotros mismos.Tendríamos que ampliar todavía el concepto de ecología por que lo que se está degradando no es solamente la tierra, el agua y el aire; la destrucción de la biosfera conspira contra toda la vida existente. Irreflexivamente estamos contaminando el medio ambiente psicológico, espiritual, social, en el cual vivimos.Los mensajes que se emiten no tienen ninguna forma posible de control razonable; está librado a la iniciativa privada, porque no se puede tampoco obrar en nombre de la censura. Esto genera una dificultad, ya que la falta de reflexión para usar la tecnología puede provocar efectivamente la degradación del ambiente humano, que genera inconvenientes para la educación y para el comportamiento en general.
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