Ignacio Montoya Carlotto: “El miedo a no encontrar nada es el más terrible de todos”

Junto a Matías Ayastuy y Martín Angerosa, el nieto de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, relató su historia, ante una salón repleto. "A diferencia de muchos, tuve una vida muy feliz", contó el joven músico.Luciano PeraltaLa charla denominada "Derecho a la identidad: testimonios de búsquedas y encuentros", organizada en el marco del Programa de Formación de Políticas Públicas del Municipio, reunió a Ignacio, Martín y Matías, tres jóvenes que tuvieron, cada uno desde el lugar que le tocó, una especial relación con el horror del terrorismo de Estado.Las palabras del intendente Juan José Bahillo dieron la bienvenida al público que colmó el salón principal de la Facultad de Bromatología de la Uner. "Un agradecimiento muy especial a las Madres de Plaza de Mayo, a la Uner, y a Ignacio, Martín y Matías por estar acá. Décadas atrás, lo jóvenes dieron su vida por un proyecto de país, un proyecto de sociedad y un proyecto de vida. No especularon y lucharon por una sociedad más igualdad y más fraterna, en definitiva, lo que hacemos hoy desde nuestro lugar, y con una responsabilidad institucional: trabajar para tener una mejor ciudad, una mejor provincia y un mejor país", expresó el intendente.La palabra de Germán Grané, jefe de Gabinete, y de los responsables de la casa de estudio, siguieron a las del Jefe Comunal, para darle paso al relato de los tres protagonistas de la charla. Pero antes, las palabras de los familiares y el grupo de apoyo de Abuelas de Plaza de Mayo Gualeguaychú arrancaron los primeros aplausos de la charla."Saludamos y recibimos con amor y esperanzada alegría a Ignacio Motoya Carlotto y a los hijos de nuestros hijos detenidos desaparecidos, Martín Angerosa y Matías Ayastuy. La presencia de ustedes nos fortalece y multiplica la necesaria conciencia colectiva de que aún faltan muchos jóvenes que deben recuperar su identidad", expresó el primer párrafo de la carta y fue seguida por un cerrado aplauso.Matías, Martín e IgnacioMatías Ayastuy busca a un hermano o hermana, hijo/a de la gualeguaychuense desaparecida Marta Bugnone. El joven que vive en Rosario contó su historia y la de sus padres y abuelos, y también habló de la campaña que mantiene viva su búsqueda."Para nosotros es muy importante la promoción de este tipo de espacios para llegar a cada vez más gente y para que cada uno de los que están acá se transforme en trasmisor de la campaña", expresó."Una de las cosas que fui aprendiendo -dijo, mirándolo a Ingnacio- es que no solo buscamos a nuestros parientes, buscamos todos a todos... a Ignacio lo buscamos entre todos y todos nos sentimos parte de ese encuentro (con su abuela), fue algo muy significativo, lloré como hace muchísimo no lo hacía", agregó notablemente emocionado."Mi nombre es Martín Angerosa"De esa manera comenzó su alocución. "Mi papá fue secuestrado, mi tía también, quien estaba embarazada de cuatro meses y, por testimonios de gente que estuvo secuestrada en El Vesubio supimos que tuvo un bebe que nació varón a fines de agosto de 1978... desde ese momento mi familia está buscando a Pedro, contó Martín.El joven que actualmente vive en Córdoba hizo hincapié en los pormenores de la larga búsqueda. "Nos pasábamos tardes enteras buscando en los padrones electorales, siguiendo las pesquisas de las denuncias... todo sin internet. En un momento nos dimos cuenta de que eran más efectivas las campañas de difusión porque los chicos ya estaban grandes y era más factible que ellos busquen a las abuelas", relató. Su búsqueda, al igual que la de Matías, aún sigue vigente."Encontrarlos a todos para encontrar el propio"Distendido, como quien tiene bien aprendida la historia que, si bien todos conocen, todos quieren escuchar, Ignacio Montoya Carlotto contó su historia."Soy hijo de Laura Carlotto y Walmir Montoya, nací en cautiverio, estuve cinco horas con mi madre y luego fui llevado al lugar en que me crié", comenzó."Antes del 5 de agosto, (cuando descubrió su verdadera identidad) tenía una vida, una vida muy feliz", relató y continuó: "Me ha tocado vivir ajeno a la lucha y al búsqueda inclaudicable que ha desarrollado la abuela... Juan y Clemente, mis padres adoptivos, también ajenos a esta situación, no podían tener un hijo y recibieron felizmente el bebe que les trajo su patrón de La Plata, supuestamente de una mujer que no lo quería tener", contó Ignacio ante el silencio de toda la sala."Mientras la abuela (Estela) empezaba a organizarse y viajar para encontrarme, yo iba a una escuela de campo... mientras yo leía y no entendía por qué me gustaba tanto leer, mientras me preguntaba por qué me gustaba tanto la música y a mis padres no, mientras me preguntaba esas cosas y hacía felizmente mi vida, mi abuela me seguía buscando, con la idea de encontrarlos a todos para encontrar el propio", continuó el músico."En 2010 fui a un taller de Música por la Identidad. Cuando escuché a un nieto, que vivió una historia horrible, yo, que no había vivido nada de eso, me sentí parte de ese relato. Esa noche le dije a mi mujer que tenía dudas... pasaron los años y cuando me enteré que era adoptado empecé a buscar...y les puedo asegurar que el miedo a no encontrar nada es el más terrible de todos", agregó."Cuando encontré a la abuela pude responder un montón de preguntas que tenía sin respuestas hace mucho tiempo. Ese 5 de agosto me llamó mi tía, yo estaba tocando el piano, y llorando me dijo que era el nieto de Estela... me pude encontrar con mi familia y con lo que soy, que es lo que he sido y elijo ser: un músico que llegó a Gualeguaychú para tocar el piano, esta charla la doy de paso", concluyó.
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