Inauguraron un busto del "Alférez de Navío José María Sobral"
Emociones, alegrías y recuerdos fueron compartidos en un acto que se realizó ayer en el patio del nuevo edificio de la Escuela Técnica N°1 al descubrirse el busto al patrono de esta institución, Alférez de Navío José María Sobral.
Por Osvaldo J. Sosa
Colmado el edificio de alumnos, ex alumnos, ex docentes, ex directivos, padres, integrantes de la cooperadora escolar y autoridades, docentes y personal de maestranza de este presente, entonaron las estrofas del Himno Nacional y de la Marcha de Entre Ríos.
Previo a las palabras de la directora Graciela Bacigalupo, el Obispo Jorge Lozano bendijo el busto y los integrantes de la Cooperadora ofrendaron una palma al homenajeado.
El busto construido en cemento es obra del escultor Oscar Rébora y su descubrimiento estuvo a cargo de Electra Pagola de Simón (fundadora) y directivos jubilados. Estuvo presente la familiar del Patrono de la Escuela, Carmiña Sobral
La profesora Leticia Mascheroni brindó un relato histórico sobre la vida y obra de Sobral (1880-1961), su lugar de residencia de un Gualeguaychú memorable; su viaje a la Antártica y sus estudios de dos años en el helado suelo sureño.
Alumnos de todos los turnos de la Escuela (mañana, tarde, vespertino) participaron del encuentro, que finalizó con un sorteo sorpresas para el personal docente y directivos que participaron de la organización del programa de actos.
Desde ayer José María Sobral ocupa un espacio destacado en su nueva casa, en el edificio que lleva su nombre ocupa un sitio de honor que supo ganarse por tanto esfuerzo y privaciones. En realidad, es la comunidad que se lo otorga con sumo beneplácito
José María Sobral
Nuestro copoblano destacó por sus valores y legado, dedicó su vida a la ciencia, al estudio y pensó primero en la Patria.
Fue el primer argentino que invernó en el continente antártico, el primer geólogo del país con título universitario y uno de los mejores especialistas en petróleo de su tiempo.
En las palabras de reconocimiento a Sobral, la directora de la escuela resaltó su tesón y convicción por continuar pese a las adversidades del clima, y destacó el ángulo positivo que tuvo cuando escribió en un día de treinta grados bajo cero que era un “espléndido día”.
Sobral nos dejó trabajos y estudios en una época donde había que poner todo y no esperar nada que pusiera alivio e hiciera más llevadera la tarea diaria. El sacrificio y la entrega bien pueden destacarse en este hombre heroico de Gualeguaychú.
Muchas veces lo escuchamos al cura Luis Jeannot Sueyro exclamar y poner su acento en la necesidad e que los argentinos mirásemos el sur de la Patria, ese pedazo de suelo que supieron pisar y amar el Perito Moreno y el Alférez Sobral. Ellos llamaron a explorar el sur y a ocuparlo como parte de nuestra soberanía.
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