INCLUSIÓN: desafío y compromiso en la escuela de hoy
La inclusión, como propuesta pedagógica, no sólo trata de "escolarizar" a los jóvenes, sino de crear un espacio donde encuentren respuestas y alimenten expectativas de vida. Por Alfonsina María Zivelonghi La inclusión educativa, como política de estado constituye una herramienta de la cual mucho se ha hablado sin dimensionarla en su totalidad; actualmente es la problemática más evidente el grado de deserción escolar, agudizado en el Nivel medio, con altos índices de repitencia y abandono por parte de los adolescentes y jóvenes.Por inclusión se entiende un proceso complejo que encierra: detección de causas de ausentismo en las escuelas; intervención -en un trabajo conjunto interdisciplinario entre la comunidad educativa y su entorno inmediato (familias, instituciones intermedias, etc.)- a través de la implementación de mecanismos de resolución de las problemáticas particulares, de acuerdos, adaptaciones metodológicas, modificaciones o reestructuraciones de prácticas anquilosadas o didácticas rígidas, entre otras variadas propuestas, donde la creatividad juega sin duda una papel fundamental.La conclusión o la urgencia que surge de este panorama es la necesidad de retener a los chicos y chicas dentro de la escolaridad, elevar los índices de promoción y minimizar los de abandono. Para ello desde hace más de una década se ha venido poniendo en práctica proyectos que buscan dar respuestas eficaces a ésta realidad educativa y social.Primeramente se debe revalorizar el trabajo en equipo entre directivos y docentes, la creación de espacios de diálogo, respeto, búsqueda constante de prácticas significativas que profundicen las temáticas que conforman el ideario de la Institución, único y rico en matices, desde dónde la perspectiva del alumno crece, se adapta, se revitaliza.En este marco, se desarrolla una propuesta pedagógica inclusiva. No sólo se trata de "escolarizar" a los jóvenes, sino de crear un espacio donde ellos se sientan identificados, comprendidos, contenidos, un lugar dónde además de conocimiento, encuentren respuestas y alimenten expectativas de vida. Afortunadamente en la actualidad se cuenta con diferentes líneas de acción provenientes de una política educativa en concordancia con la Ley de Educación Nacional N° 26.206, respecto de la promoción de la igualdad educativa.En el país se han llevado a cabo con resultados altamente valorables distintas propuestas que desarrollándose paralelamente a la currícula oficial, han logrado resignificar la escuela secundaria. Estas estrategias, innovadoras algunas, demostraron la eficacia de una forma de hacer y vivir el proceso enseñanza-aprendizaje desde un punto de vista revitalizador, liberado de prejuicios y pleno de sentido.Si bien con lo expuesto hasta ahora, sólo se ha vislumbrado parte de lo que refiere el término, la inclusión educativa está imbricada en la realidad socio-económica en la que se hallan inmersos nuestros jóvenes. De la capacidad de comprender la urgencia de una intervención eficaz en la comunidad inmediata a la escuela, en el tendido de redes entre ésta y otras instituciones u organizaciones de la sociedad, en el fortalecimiento de vínculos ya existentes, en el esfuerzo conjunto y la disposición a la apertura y al consenso, depende que los frutos den el resultado esperado.Por ello, también la participación activa y comprometida de los diferentes actores de la comunidad educativa es fundamental para -en una primera instancia- crear conciencia y modificar hábitos, cubrir espacios que hasta ahora se han dejado vacantes-cedidos al ocio y a la ausencia de valores-.No se trata a veces de recurrir a métodos demasiados sofisticados de enseñanza, ni de trazarse objetivos inalcanzables, lo cual no sólo da por tierra con el espíritu de cualquier educador que se precie de tal, sino que supone una pérdida de tiempos valiosísimos de búsqueda y construcción de caminos, que no por ya transitados dejan de ser trascendentes y efectivos.Animarse a incluir requiere más que la mera aplicación de técnicas de aprendizaje: necesita de una fuerte convicción de que se puede mejorar la realidad educativa-social de los chicos y chicas, recobrar el sentido de la vocación docente, optimizarla desde el prisma de la realidad que no elegimos, pero que nos desafía y nos sacude.Las instituciones educativas, desde sus posibilidades, coincidencias, experiencias y capacidad multiplicadora tienen la posibilidad y el compromiso de reconstruir, incentivar, resignificar las formas de construir el espacio educativo, desde una perspectiva abierta, inclusiva. Proyectar desde la igualdad una escuela atractiva para que los adolescentes y jóvenes de nuestro tiempo elaboren su lugar en el mundo digno, único y rico en valores. Bibliografía:Ley de educación Nacional N° 26.206: " Diseño e implementación del plan de mejora institucional"-Ministerio de Educ.de la Nación. 2010
"Experiencias y prácticas educativas en escuelas secundarias"-Ministerio de Educ. de la Nación-2010 Alfonsina María Zivelonghi es Profesora y Licenciada en Historia. Docente. Referente Técnico Territorial del Plan de Mejora Institucional.
"Experiencias y prácticas educativas en escuelas secundarias"-Ministerio de Educ. de la Nación-2010 Alfonsina María Zivelonghi es Profesora y Licenciada en Historia. Docente. Referente Técnico Territorial del Plan de Mejora Institucional.
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