POR CENTRO MÉDICO SAN LUCAS
Intoxicación por monóxido de carbono: el mayor peligro del invierno

La inhalación e intoxicación por monóxido de carbono es un problema frecuente del invierno. Puede provocar intoxicaciones graves, incluso la muerte. Es necesario conocer sus síntomas, cómo actuar en caso de intoxicación y cómo prevenirla.
El monóxido de carbono es un gas muy tóxico para las personas y los animales. Ingresa al organismo a través de los pulmones y desde allí pasa a la sangre, ocupando el lugar del oxígeno. Reduce la capacidad para transportar oxígeno de la sangre y hace que las células no puedan utilizar el oxígeno que les llega. La falta de oxígeno afecta principalmente al cerebro y al corazón. Se lo llama el asesino invisible porque: no tiene olor, no tiene color, no tiene sabor, no irrita los ojos ni la nariz. Los síntomas y signos de la intoxicación por monóxido de carbono (CO) varían y no son específicos. Se debe sospechar una intoxicación con monóxido de carbono cuando una o varias personas al mismo tiempo, que estuvieron en un ambiente cerrado, presentan: dolor de cabeza, mareos, somnolencia, debilidad, cansancio, náuseas/vómitos, pérdida del conocimiento y/o convulsiones, palpitaciones, dolor de pecho, paro cardiorrespiratorio. ¿Qué hacer cuando se presentan signos de intoxicación con monóxido de carbono? -Abrir puertas y ventanas para ventilar. -Retirarse o retirar a la víctima del lugar contaminado para respirar aire fresco -Llevar a la víctima rápidamente al Hospital, o al Centro asistencial más próximo, aunque haya recuperado el conocimiento. Allí informar al equipo de salud sobre el antecedente de exposición a gases de combustión. -Siempre es conveniente consultar con un Centro de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológico. Para prevenir la intoxicación es fundamental el control de las instalaciones y el buen funcionamiento de artefactos controlar la correcta instalación y el buen funcionamiento de los artefactos: calefones, termotanques, estufas a gas, salamandras, hogares a leña, calderas, cocinas, calentadores, faroles, motores de combustión interna en automóviles y motos, braseros. Examinar especialmente las salidas al exterior de hornos, calefones, estufas y calderas para asegurarse que están permeables y en buen estado. Hacer una verificación de las instalaciones con personal matriculado que pueda identificar y corregir los desperfectos de la fuente generadora de monóxido de carbono. Existen distintos signos que muestran que un artefacto no está funcionando bien y vuelve urgente hacer revisar la conexión por un gasista matriculado. Comprobar que la llama de estufas y hornallas sea siempre de color azul. Si les anaranjada es señal de mal funcionamiento. Como así también es esencial mantener los ambientes ventilados. Comprobar que los ambientes tengan ventilación hacia el exterior. Ventilar toda la casa una vez al día, aunque haga frío. Dejar siempre una puerta o ventana entreabierta, tanto de día como de noche, y aun cuando haga frío. Centro Médico San Lucas
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