INICIACIÓN AL DEPORTE
Iván Bonzi transmite su pasión por “jugar a la pelota” a los más pequeños
Fue un jugador exquisito, considerado por muchos el último 10 del ámbito departamental. Se retiró hace seis años, pero siempre sigue ligado al fútbol. Ahora, colabora con una escuelita de iniciación al deporte del balompié en el complejo de canchas que posee con un socio.
Iván Nicolás Bonzi dejó una huella en el fútbol de Gualeguaychú, no sólo por su calidad técnica y su excelsa pegada, entre otros atributos, sino porque fue uno de los referentes que tuvo Juventud Unida en su largo recorrido en los torneos nacionales.
Bonzi debutó en la Primera División de Unión del Suburbio en el año 1996 con apenas 15 años, después pasó por Pueblo Nuevo y Central Entrerriano, hasta llegar a Juventud en 2004 y comenzar con el Decano el camino por el viejo Torneo Argentino B.
Su estadía por el club de calle Alsina se extendió durante diez años, tiempo en el cual se transformó en unas de las grandes figuras y referentes del fútbol de la ciudad, al disputar 252 partidos oficiales, convertir 45 goles y ser pieza clave del histórico ascenso del Argentino B al Argentino A.
Después de la primera temporada de Juventud Unida en el Federal A, el excapitán albiceleste tuvo su única experiencia fuera de la provincia como jugador de Sarmiento de Resistencia, mientras en sus últimos años de carrera destiló toda su clase y talento en las canchas de fútbol departamental, con las camisetas de Deportivo Urdinarrain, primero, Unión del Suburbio, luego, y por último en Independiente, donde colgó los botines en 2018, a los 37 años.
Si bien todavía sigue despuntando el vicio en los campos de juego, ya no lo hace en el alto rendimiento, sino en el equipo sénior de Central Entrerriano. Siempre ligado al fútbol, más por pasión que por una necesidad imperiosa, ya que desde hace 20 años, al mismo tiempo que inició su idilio con Juventud Unida, trabaja como empleado municipal en Obras Sanitarias.
En la actualidad sigue vinculado al fútbol -además de jugar los domingos o entre semana con los veteranos- desde otro lado, que lo explica en un mano a mano con Ahora ElDía.
“Me han propuesto dirigir pero ahora no es el momento. Estamos enfocados con la escuelita y ojalá nos vaya bien con esto”.
¿Cómo es tu relación actual con fútbol?
Estamos siempre ligados al deporte. Ahora tenemos una escuelita de fútbol, con canchas de fútbol 5 y 6, que son Último Gol y Cartagena, donde este año comenzamos la Escuela “Último Gol”, que cuenta con chicos de cuatro años en adelante, que vienen dos días a la semana a aprender y divertirse. Con Cristina Cardozo (encargada del proyecto) le estamos metiendo muchas pilas a esta iniciativa.
¿Cuál es tu rol en el proyecto y cómo nació?
La escuelita ya estaba, pero el chico que la tenía se fue para otro lado y quedó Cristina sola queriendo seguir. Le propuse darle una mano y le dije que podríamos encarar esto juntos, siempre y cuando ella sea la cabeza de todo este proyecto. Yo acompaño con el tema de las canchas y si necesita algo. Colaboró en otras cosas, en lo que uno puede sumar, pero no en la parte técnica. Hay un ‘profe’, Marcos (Benedetti), y otro chico más. No estoy en la enseñanza porque no me dan los horarios, esto demanda mucho tiempo y no lo tengo. Pero la verdad que esto camina lindo e invitamos a todos los padres que se arrimen a las canchas, en Aguado y Buenos Aires. Lo va atender Cristina y le va a contar cómo es nuestro proyecto y el sistema de trabajo que tenemos.
¿Con chicos de que edades trabaja la escuelita?
A partir de los cuatro años hasta los 12, porque por lo general a partir de esa edad los chicos empiezan a querer jugar en cancha de 11 en algún club. Entonces nosotros tratamos que adquieran algo de enseñanza y formación, como para que cuando vayan a un club tengan incorporadas –más o menos- las ideas para lo que es el fútbol.
¿Qué es lo que tratan de inculcarles a los chicos?
Antes que nada que, disfruten y aprendan a través de juegos, a ser compañeros, más que nada en la parte humana, a que sepan divertirse y no enojarse. Por lo general a cierta edad el fútbol se pone muy competitivo y en este caso no. La escuelita es para distraerse, para aprender a compartir entre grupos de chicos en este deporte que es tan lindo. Y partir de ahí ir, llevándolos de a pocos.
“Buscamos que disfruten y que aprendan a compartir entre ellos este deporte que es tan lindo”.
Desde tu experiencia ¿Les transmitís algún consejo a los chicos?
Por ahora no, porque son muy chicos, y no me siento capacitado para trabajar con chicos tan chicos, por ahí me tocó otra experiencia más de grande a mí, así que los dejo a los profes, que son los que más experiencia tienen en ese caso. Ellos están estudiando y saben cómo trabajar con los chicos y yo no tengo esa experiencia que si tienen ellos.
Además de este proyecto ¿Te gustaría seguir ligado al fútbol en otra faceta?
Por ahora no. Me han propuesto dirigir o me preguntaron si me gustaría dirigir, y la realidad que por ahora no. Me gustaría el día de mañana, con tiempo, acompañar a alguien en un cuerpo técnico, pero siempre acompañar, no ser cabeza de un grupo. Pero por ahora no. Estamos enfocados con el tema de la escuelita y ojalá que nos vaya bien con esto.
¿Extrañas ser futbolista o ya asumiste el retiro?
No, ya lo digerí. Lo disfruto desde otro lado, estoy jugando en el fútbol sénior de Central Entrerriano. También viajó a jugar torneos nacionales con un grupo de exjugadores de Gualeguaychú, Victoria, y algunos de Concepción del Uruguay. Hemos ido a Mar del Plata, Federación, Mendoza y ahora nos vamos a Pilar. Todos esos encuentros son muy lindos, porque es un fin de semana, donde te reencontrás con un montón de gente que enfrentaste en tu época de futbolista.
¿Cuáles son los sueños que tienen con la escuelita?
Mi objetivo en esta escuelita es que se sumen chicos, que vengan y se vayan contentos de acá, como los que están ahora, que disfrutan el correr atrás de una pelota, porque uno lo pasó y a mí me encantaba, aunque yo crecí en el campito, porque prácticamente no existían las canchas de fútbol 5 cuando era chico. Pero disfruto verlos y me imagino la felicidad que ellos tienen. Verlos correr detrás de una pelota me llena el alma.
“Buscamos que disfruten y que aprendan a compartir entre ellos este deporte que tan lindo”.
“Me han propuesto dirigir pero ahora no es el momento. Estamos enfocados con la escuelita y ojalá nos vaya bien con esto”.