CAMPEONA DE CULTURISMO, GUERRERA DE LA VIDA
Jésica Gómez y su historia de superación: “Con el deporte y el entrenamiento pude olvidar los momentos oscuros”
La joven fisicoculturista de Gualeguaychú acaba de ser subcampeona en el Torneo Mr. Universe y tiene por delante la chance de competir en el Campeonato Argentino. La historia de Jésica es mucho más importante que un título, encontró en el deporte y el entrenamiento la luz para salir del túnel, luego de haber denunciado a su propio padre por abuso sexual. Hoy, es una mujer que disfruta de la vida, de sus logros y que invita a mujeres a sumarse al entrenamiento para salir de malos momentos.
Daniel Serorena
La historia de superación de Jésica va mucho más allá de una medalla, un podio o un campeonato. Jésica es un ejemplo de perseverancia, de valentía y encontró en el culturismo una forma de enfocarse para vivir una nueva vida, luego de haber vivido una infancia dura y de haber denunciado a su propio padre por abusar sexualmente de ella. El caso se hizo conocido a través de los medios y de las publicaciones de la propia Jésica en redes sociales, hubo un juicio, una condena y recientemente, la persona condenada fue encarcelada. Casualidad o no, días después de conocerse la noticia de la encarcelación de su padre, Jésica logró el título más importante en su corta pero prometedora carrera deportiva.
En dialogo con Ahora Cero Radio, Jésica habló de todo, de su presente, de su pasado, se ilusionó con el futuro y dejó un gran mensaje para todas las personas que puedan estar atravesando una situación similar: el deporte como medio de vinculación con la sociedad, puede ser una gran herramienta para poder encarar una nueva vida.
“El culturismo es abarca un montón de cosas, no es solamente levantar pesas, eso es una parte de una rutina de entrenamiento muy compleja que requiere de muchas otras cosas, como una buena alimentación, una buena hidratación, buenos descansos y poder llegar a la competencia de la mejor forma, porque son pocos minutos en los que tenemos que mostrar todo lo que hemos trabajado en el gimnasio”, expresó.
Su vínculo con el deporte y con la actividad física llega desde hace un tiempo importante, pero recién en los últimos tres años, Jésica se enfocó de firme en el culturismo. “Yo soy profe hace 15 años, tengo mi propio gimnasio, que tiene la particularidad de que es exclusivo para mujeres. Siempre me gustó entrenar, lo tomé como un cable a tierra para poder encarar mi vida desde otro lugar después de todo lo que he pasado. De a poco me fue interesando esto del culturismo y hace tres años que me metí de lleno, de entrada lo veía un poco inalcanzable, siempre admiré a las personas que tienen esa clase de disciplina y un día dije, por qué yo no voy a poder”, resumió.
De ahí arrancó una historia totalmente distinta en su vida, de dedicación absoluta y con una disciplina casi oriental para cumplir con todos los requisitos que requiere poder prepararse para una competencia dentro de una actividad sumamente exigente. “Nuestro entrenamiento es muy complejo, hay mucho de físico, pero también otros temas que son tan o más importantes que el gimnasio, como es adquirir buenos hábitos de alimentación, tenemos un régimen muy estricto. En lo relacionado al entrenamiento, nosotros tocamos diferentes zonas musculares en distintos trabajos, y durante la semana ponemos mucho énfasis en la alimentación, consumimos muchas proteínas, mucha clara de huevo, suplementos vitamínicos, consumimos vegetales y lo más importante es que cada tres horas tenemos que comer. El primer cardio lo hacemos en ayunas, sería a las 5 de la mañana, luego desayunamos y empezamos con nuestra rutina diaria, siempre con una alimentación cada tres horas”.
Entrenamiento como estilo de vida
Jésica deja un mensaje superador, su historia de vida es precisamente eso, un mensaje de que se puede salir de la oscuridad, en este caso por medio del entrenamiento, de mejorar su calidad de vida y toma este momento de competencia y de buenos resultados, como una consecuencia de todo el camino que ha recorrido antes de llegar a este gran presente.
“Cuando pude liberarme de lo que me pasó en la vida, encontré en el deporte y en la vida sana una forma de poder enfocarme y cambiar mi forma de vivir. Pero no solamente yo como centro de la escena, mi intención siempre fue ayudar a aquellas personas que tienen algún temor o algún miedo, a que se animen a iniciarse en la actividad física. Siempre les digo a las chicas que van al gimnasio, que yo elegí el culturismo como una forma de vida y de entrenamiento, pero no necesariamente todas tienen que ir por ese camino. Es lógico que me gustaría que fuera más gente la que se sume al culturismo, pero yo tengo en el gimnasio mujeres de más de 50 o 60 años que jamás hicieron una actividad física y que desde que empezaron, nunca dejaron de asistir. Eso es superarse, es proponerse metas y cumplirlas”, expresa Jésica con entusiasmo.
Y agrega que “hay muchas mujeres que tienen problemas y su desahogo es ir un ratito al gimnasio o salir a caminar, con los auriculares, te abstraés de todo. Cada una afronta los problemas de la mejor forma que encuentra para poder hacerlo, yo pasé por una situación muy difícil, que se hizo conocida y en Gualeguaychú se supo de mi historia, pero porque yo elegí contarlo. Me ayudaron mucho los medios de comunicación que hicieron visible mi historia, pero detrás de todo eso, yo ya tenía un estilo de vida elegido, el entrenamiento pasó a ser una parte esencial de mi vida y, a medida que el caso se hizo conocido y que se fueron dando las cosas como se dieron, cada buena noticia era una caricia al alma, Pero cuando estuve depresiva, que no quería ver a nadie y que vi todo muy oscuro, el entrenamiento me ayudó a salir del fondo del túnel. Hice terapia, pero no me ayudaba porque tenía que volver al pasado, es como que no podía salir de ese círculo, no encontraba la manera. Entonces me dije a mi misma que iba a hacer algo que me guste realmente. Entonces empecé a entrenar, siempre en mi celular o en la computadora miraba competencias, era algo que me encantaba y así las cosas se fueron dando. En el entrenamiento encontré mis fuerzas para poder salir adelante”.
Hoy la vida de Jésica es otra, su historia de sufrimiento quedó atrás y el entrenamiento, su rol como profesora y acompañante de muchas mujeres que buscan en el entrenamiento físico una forma de poder salir de malos momentos, la llena de felicidad.
Y el culturismo, ese estilo de vida que eligió, la convirtió en una deportista reconocida en su propia ciudad. “Es algo hermoso recibir el reconocimiento de la gente por lo que hago en el deporte, me encanta, me dan más ganas de seguir adelante”, dijo.