
Son jóvenes entre 15 y 25 años que decidieron organizarse para luchar por sus derechos y reivindicar los logros de las feministas que marcharon décadas y siglos atrás. Crearon una nueva organización llamada "Ahora Arde Gualeguaychú". ElDía conversó con Sofía Marín (20) e Irupé Churruarin (18).
Mónica Farabello
No es una moda del momento, es el devenir de una historia de luchas que en Argentina comenzó a finales del siglo XIX y que se instaló con mayor fuerza en el siglo XX.
El Primer Congreso Femenino se realizó hacia 1910. En aquella trascendental ocasión, se lucieron dos inolvidables feministas como María Abella Ramírez (docente uruguaya radicada en La Plata) y Julieta Lanteri (médica e inmigrante italiana).
Fue allí que comenzó a germinar la semilla del sufragio femenino. También se sumó Alicia Moreau, incansable luchadora por los derechos femeninos, y referente del Partido Socialista.
Dora Barrancos es Socióloga y doctora en Historia; Profesora consulta de la UBA; investigadora principal del CONICET y directora de este organismo en representación de las Ciencias Sociales y Humanas. En un artículo titulado "Los caminos del feminismo en la Argentina: historia y derivas", relata que "después de terminada la Gran Guerra -momento de grandes transformaciones-, las feministas más conspicuas, incluyendo a Elvira Rawson de Dellepiane, sostuvieron que el sufragio debía ser universal, en igualdad de condiciones con los varones".
"Los años 1920 fueron de ascenso en las luchas para la obtención del sufragio, con un mayor número de asociaciones de mujeres apoyando la medida", escribe Barrancos.
Un siglo después y con muchas luchas ya saldadas, las mujeres continuamos un camino en busca de la igualdad de derechos y además, con un objetivo claro: frenar el abuso y la violencia machista en todas sus formas.
"Ahora Arde Gualeguaychú"

La nueva agrupación feminista de la ciudad está conformada por más de 250 chicas que se comunican a través de un grupo de WhatsApp. Allí se organizan, comparten sus historias, experiencias, y se contienen entre todas.
Además, conformaron un grupo más reducido, compuesto por quienes le ponen el cuerpo a la lucha y a las marchas. Entre ellas se encuentran Sofía Marín de 20 años e Irupé Churruarín de 18.
Ellas son jóvenes, inteligentes y con los objetivos súper claros. Entienden y ejercen la sororidad (solidaridad y hermandad entre mujeres), cuidándose mutuamente y aportando con su lucha a un cambio social profundo.
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Está claro y la historia lo demuestra, que el feminismo no es una moda pasajera. Muy lejos de eso, es una revolución que busca cambiar un paradigma de opresión machista en distintos ámbitos de la vida social, política, económica, laboral y familiar.
Sofía e Irupé visitaron ElDía y contaron que la nueva agrupación que se complementa con lo trabajado por Enredada Feminista, surgió "por un hombre". Pero lejos de ser por algo positivo, fue por el abuso, violencia y otros delitos cometidos por un mismo joven.
"Empecé a hablar con una amiga y ella conocía a otra chica que había pasado lo mismo con el mismo chico... así empezamos a contactarnos y éramos más de 20", comienzan a relatar. Por cuestiones judiciales, el nombre del joven se preservará hasta tanto se formule la denuncia en Tribunales.
Mientras tanto, las chicas de "Ahora Arde Gualeguaychú" se organizaron en distintas comisiones de trabajo. Una de ellas es la Comisión de Legales, que actualmente está abocada en reunir testimonios y pruebas para que la denuncia sea contundente.
"Nadie nace con esos patrones de conducta, todo tiene que ver con la educación de la casa. En el grupo hay muchas chicas que tienen hijos y que han sufrido malos tratos, abandono y violencia por parte de los padres de sus hijos. Son mujeres jóvenes que tienen sus proyectos y que quieren seguir hacia adelante y no pueden porque estos hombres ejercen violencia económica sobre ellas; hay hombres que no les importan ni los hijos, ni la madre", asegura Sofía.
Con firmeza asegura que cuando se dieron cuenta que eran muchas, se organizaron. "Hay denuncias de abuso, violaciones, es todo muy fuerte, por eso queremos que todo tenga un respaldo legal, porque de hacer un 'escrache' puede volverse en un caso de calumnias; por eso estamos bien asesoradas", contó Sofía.
Además, agregó que cuentan con una abogada que las asesora y que reciben muchísimos mails con testimonios durísimos.
La sororidad y el cuidado
Irupé tiene sólo 18 años pero se la escucha con la seguridad de haber hecho un recorrido interno muy profundo. Para esta joven feminista uno de los primeros pilares de la lucha es aprender a "cuidarnos entre nosotras; cuidar a nuestras compañeras que han sido violentadas y lo mejor para protegerlas es que después no tengan que pasar por una denuncia de su propio abusador o violador".
Las chicas alertan que hay víctimas de todas las edades y condiciones sociales. "Hay testimonios que señalan a gente de cargos muy importantes y son chicas que de verdad tienen miedo, porque saben que si eso sale a la luz nadie las va a respaldar; sobre todo viviendo en un pueblo donde te pueden decir que es mentira y que lo haces para sacar plata o fama", reflexiona Sofía.
El rol de las redes y la brecha generacional

Para Irupé, el nuevo despertar de las jóvenes está muy ligado al uso y expansión de las redes sociales. "Estamos muy atravesadas por la información. La era de la comunicación tiene mucho que ver con esto que está pasando. Los científicos y científicas sociales venían estudiando la desigualdad desde el Siglo pasado pero nunca hubo este boom de información que ahora penetró en las clases medias y en las clases bajas; y nosotras al ser todas 'centennials' estamos muy comprometidas con esto. Yo creo que la palabra feminismo la escuché a los 12 años y no en el colegio lamentablemente".
Sofía también coincide en la importancia de la hiper-conectividad de las redes. "Yo aprendí mucho de feminismo leyendo, pero llevarlo a tu vida es muy difícil. Es mucho más fácil en el ámbito de la Facultad porque es un espacio mucho más abierto", reflexiona.
Pero no todo es fácil en la lucha feminisita de las más jóvenes. Muchas de ellas deben enfrentarse a la brecha generacional que las separa de sus madres, padres, tías o abuelas.
"Mis padres son los impulsores del fuego que manejo. Cuando mis compañeras se empezaron a depilar a los 12 años, yo no quería saber nada y ellos me dijeron: 'Si no querés hacerlo, no lo hagas'. Además, son muy cercanos a la Justicia Social, por lo que son una inspiración para mí y les agradezco un montón", contó orgullosa Irupé, aunque coinciden que es "un caso aislado".
Además, Sofía sostuvo que "el machismo en las mujeres es un valor cultural que se repite en generaciones anteriores. Hay madres que piensan que reunirnos es una pérdida de tiempo y es doloroso, pero hay que manejarse desde la empatía; no queremos ser combativas".
"Pretendemos que las familias de cada una de nuestras compañeras respeten nuestra lucha. No queremos que salgan a militar con nosotras, simplemente que nos respeten y no pretendan cambiar nuestro pensar", dijo Irupé, que además insistió en que "cada revolución o cambio de paradigma también presenta una resistencia".
Por eso, es que en las redes sociales deciden manejarse con respeto y sin responder los comentarios que "no sirven para el debate. No contestamos a la gente que agrede sin fundamentos porque no nos enriquece y sólo sirve para caer en un pozo sin salida".
La educación es la clave
A pesar que la Educación Sexual Integral (ESI) es ley y es obligatoria en todo el país, muchas escuelas no abordan en lo más mínimo la temática. No se trata sólo de sexo; es mucho más profundo y relevante: La ESI sirve para hablar de intimidad, de la diversidad de los cuerpos, la importancia de no ser tocados por nadie sin nuestro consentimiento, de enfermedades de transmisión sexual, de respeto y para combatir "la 'gordofobia', porque a los gordos se los discrimina de todas las maneras", alertó Irupé.
Además de la ESI, las chicas de Ahora Arde opinaron que también sería trascendental trabajar desde la historia. "Esta asignatura sirve muchísimo para educar sobre feminismo. Muchos dicen que 'hoy es una moda', y el feminismo existe de hace siglos. Cuando una mujer dice que esto es moda, que piense que los pantalones que tiene puestos es gracias a una feminista de un siglo atrás; que si puede decir en voz alta que esto es una moda, es gracias a otras mujeres que salieron a marchar por sus derechos para que ahora todas podamos decir lo que queremos decir", sostuvo Sofía.
Irupé agregó que "la historia del feminismo nace con la civilización misma. Los científicos aseguran que cuando las mujeres éramos más pequeñas en talla-cosa que ya no es así- hizo que se nos vea o se nos trate como seres más vulnerables, y así también vulneraron nuestros derechos como sujetos civiles".
"Cuando nace la desigualdad, nace la resistencia. Desde la antigua Grecia hay poemas de mujeres que se rebelaban por el lugar donde las ponían. Es una historia muy larga la del feminismo que muchos desconocen, sobre todo la de las mujeres guaraníes que fueron al frente de las batallas junto a los hombres y lucharon por nuestras tierras contra los colonizadores".
El día de la marcha
Fue un antes y un después en la nueva organización "Ahora Arde Gualeguaychú". A raíz del caso de la joven abusada en plena calle, decidieron organizar una movilización para visibilizar el tema y para pedir justicia.
Irupé relató que les enviaron "un audio de la joven abusada. Se la escuchaba totalmente en shock; nosotras lo sentimos muy profundamente porque todas vivimos en esta ciudad y paseamos por estas calles. Fue como sentirlo en primera persona.
Nos organizamos porque esto ya no es tolerable. Tenemos un nivel de hartazgo que concluye en organización y una movilización muy masiva. Sentimos mucho apoyo de la gente".
Además, Sofía recordó que se reunieron a hacer carteles y cuando llegaron a la esquina de la cita no podían creerlo: "Había tanta gente sumándose. Salían los vecinos a acompañar y mientras íbamos caminando la gente tocaba bocina, nos aplaudían; sentimos un despertar de la gente de Gualeguaychú".