MEDIOAMBIENTE
La Asamblea Ambiental categorizó al derrame de UPM como “imprudente” y “sumamente grave”

El ambientalista Martín Alazard dijo que la empresa ubicada en Paso de los Toros “se tomará un año para estudiar el comportamiento del incidente a pesar de qué está comprobado el daño que provoca la soda cáustica”.
El derrame se conoció por la denuncia del periodista Víctor Bacchetta, quien aseguró que la planta de celulosa sufrió “un incidente en un sector de la zona de descarga de insumos de la planta UPM Paso de los Toros donde se registraron elevados valores de pH y se habría identificado la presencia de hidróxido de sodio en un tramo de una cañada dentro del predio industrial y de un campo lindero al sitio». La empresa no agregó más y afirmó haber tomado de inmediato «todas las medidas correctivas necesarias”.
Sin embargo, detalló en el portal uruguayo Sudestada que, en una reunión posterior de la Comisión de Seguimiento, designada por el gobierno para acompañar la etapa de instalación y funcionamiento de la planta, se conocieron aspectos de lo que es una catástrofe ambiental sin precedentes en el país.
De acuerdo al informe de la misma página web: "el derrame se produjo desde una pileta no adecuada para almacenar este producto y habría alcanzado un volumen de 900 a 1.000 metros cúbicos de soda cáustica, es decir, cerca de un millón de litros".
La información de seguridad de la soda cáustica la define como un fuerte álcali que absorbe agua y dióxido de carbono del aire, reacciona violentamente con el agua, los ácidos y los compuestos orgánicos, peligrosa tanto para la salud de las personas como el medio ambiente y de toxicidad aguda para los organismos acuáticos. Con el derrame de UPM se utilizó la palabra “extinción” porque aniquiló la vida vegetal y animal a su paso y en el arroyo donde desembocó.
En la referida Comisión de Seguimiento se barajaron posibles acciones para restablecer la vida en el lugar, pero los representantes de la empresa plantearon que no van a intervenir por el momento. UPM dijo que analizará la evolución del ecosistema a lo largo de un año y tomará medidas si no hay mejoras en ese plazo.
Pocos días atrás, el subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla, informó que el organismo oficial había aplicado una multa a UPM por superar los niveles permitidos de vertido de efluentes en el lago de Baygorria, pero no mencionó el derrame de soda cáustica.
En este sentido, el ambientalista Martín Alazard manifestó: “Consideramos que el vertido es un hecho sumamente grave, obviamente los anteriores no dejan de serlo, pero este es muy grande por la magnitud, la soda cáustica es prácticamente un veneno, mata a las especies animales y vegetales, esto ha sido un derrame por una característica imprudente del manejo de UPM”.
“Esto es terrible, pero lo que es peor es la decisión que tomó UPM con tanta liviandad que dice que se va a tomar una año para estudiar el comportamiento de este incidente ver qué medidas van a efectuar”, puntualizó Alazard.
El integrante de la Asamblea Ambiental Ciudadana aseveró que “a las autoridades uruguayas y argentinas les falta ponerse los pantalones largos, porque todo eso nos va a afectar, por el agua, la tierra y el aire. No avizoramos una seriedad de nuestras autoridades para tomar con fuerza y responsabilidad medidas. Hay que actuar ya, con los elementos que tengamos, y sino que traigan de Finlandia los elementos que se necesiten para mitigar esto”.
En tanto, el ambientalista advirtió que “si llega a ver un derrame de los tanques que hay de dióxido de cloro en la planta de Fray Bentos, la cantidad de gente que va a morir va a ser tremenda y no están dadas las condiciones para la mitigación de ese problema. Ha habido quemados, intoxicaciones, y fugas y lo tapan continuamente. Incluso hay personas que no han sido reparadas por el daño”.
Alazard comentó que “lo triste es que la gente no reacciona, sigue opinando que Botnia no contamina, que no es ningún riesgo, y que desde la Asamblea somos tirabombas hasta que ocurran estos hechos y nos toque, porque está estudiado”.
“Tenemos que llamar a la reflexión, algo tenemos que hacer para proteger el río. Si no apoyamos este tipo de luchas medioambientales serias no nos va a ir nada bien. Estamos perdiendo mucho a costa de las grandes ganancias de empresas que trabajan en zonas francas donde no pagan impuestos, pero ponen una canchita de fútbol, y compran la conciencia a través de eso para que la gente no hable y no denuncie. Y aquellos que denuncian son amedrentados con perder el trabajo, hay pruebas de eso”, enfatizó el gualeguaychuense.
Finalmente, sobre el rol de la CARU, Alazard fue muy crítico: “Ellos están preocupados porque no se pesque a la noche, que usen el anzuelo muy chico para conservar los peces, pero no se preocupan porque están tirando una gran cantidad de tóxicos por día. La defensa de los peces no se hace con artículos pagos, se hace luchando contra la contaminación delas aguas y trabajando en que se pongan de acuerdo en un digesto del Rio Uruguay que disminuya el nivel de contaminación. Esto hace necesario que trabajemos con nuestro semillero, que son nuestros chicos, para que empiecen a trabaja en favor del medioambiente”.