La Asamblea criticó a los gobiernos y pidió defender “la casa común”

Con una fuerte proclama, culminó la decimotercera marcha sobre el Puente Internacional General San Martín. Los ambientalistas criticaron duramente al gobierno nacional, el provincial y el uruguayo. Señalaron lo nocivo de derogar la Ley de la Madera.El domingo a partir de las 14 horas comenzó una nueva marcha sobre el Puente Internacional. Como cada año, la previa estuvo a cargo de los distintos referentes de los credos, para luego comenzar con la larga caminata sobre el puente.En una dura proclama, la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú expresó: "Otra vez expresamos la protesta que alimentamos permanentemente y que se nutre de la unión entre todos los pueblos de esta región, y particularmente de los de la Cuenca del río Uruguay, quienes al unísono expresamos la defensa del ambiente con nuestro grito: Sí a la vida y no al saqueo y la contaminación".Recordaron que en estos últimos años han ocurrido "hechos gravísimos, hemos pasado de ser causa Nacional a firmar pactos de conveniencia entre los gobiernos de Argentina y Uruguay, sin respetar el dictamen de la Corte Internacional de Justicia de La Haya".También criticaron al gobierno provincial al asegurar que "soplan fuertes vientos para liberar la venta de rollizos de madera sin valor agregado (derogando la Ley de la madera) que beneficia a las empresas denunciadas por nuestro país, como ilegales y contaminantes".Por su parte el gobierno Uruguayo "se desvive por atraer capitales para estas industrias, siendo el cómplice necesario y permanente para llevar a cabo estos emprendimiento letales, siendo la tercera pastera sobre el Río Negro una muestra de ello, al verter sus aguas al Río Uruguay, frente a Costa Uruguay Sur". Un ambiente sanoLos ambientalistas expresaron su agradecimiento a otras asambleas de todo todo el país, Uruguay y Brasil que acompañaron la manifestación y el pedido "de vivir en un ambiente sano rescatando el derecho a la vida"."Defendemos nuestra casa común, participando de movimientos contra la contaminación en todos sus géneros, (Fracking, escuelas fumigadas, minería a cielo abierto, centrales termonucleares, agrotóxicos, efluentes industriales y cloacales sin tratar o mal tratados", indicaron.También recordaron a Delia Villalba, "luchadora Uruguaya que nos acompañó siempre en nuestro batallar por un futuro mejor". Las palabras de feLos diferentes credos se unieron en la oración ecuménica coincidiendo en la necesidad de proteger el medioambiente, el aire, el agua y el futuro del planeta.Delcio Källsten de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, dijo que "la única prioridad que debemos tener los seres humanos de manera absolutamente urgente, es salvar el planeta; salvar la humanidad y la vida".José Fernando Mikulas de la Iglesia Evangélica Luterana Argentina, expresó: "queremos estar espiritualmente junto a ustedes en esta lucha que consideramos legítima, que merece el esfuerzo de todos y vale la pena por el bienestar y la salud de nosotros y de nuestros hijos".El Pastor Antonio Schär de la Iglesia Evangélica Congregacional, sostuvo que en el mundo "estaremos por una cantidad de años y después le tenemos que dejar sta casa en las mejores condiciones posibles para los que vienen detrás nuestro. Dios nos ha cedido este lugar para disfrutarlo pero también para dejarlos a las próximas generaciones que puedan encontrar un mundo donde sea posible vivir digna y satisfactoriamente".Sara Kesselman de la comunidad judía manifestó que "el medio ambiente sano, limpio y cuidado es de lo que más se disfruta. Saber que estamos haciendo lo correcto nos procura la libertad de vivir con la conciencia tranquila. Nuestros sabios se preguntan ¿Dónde hay mayor placer? Ser libres para elegir qué pensar, qué hacer, cómo disfrutar. Por lo tanto, seamos prudentes y estemos felices de poder manifestarnos con firmeza, con inteligencia".El padre Roberto Cretaz de la Parroquia San Juan Bautista, en nombre de la Iglesia Católica, dijo que "la violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso entre los pobres más abandonados y maltratados está nuestra oprimida y desbastada tierra que gime y sufre dolores de parto. Nuestro propio cuerpo está constituido por elementos del planeta. Su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura".
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