La Casita de Lucy, educación y el amor por los chicos

Brindan apoyo escolar, cuentan con una gran biblioteca, una nutrida juegoteca y proyectan dictar talleres de oficio. Contienen a alumnos desde los 4 años y hasta estudiantes secundarios. Reina el buen humor, el respeto y la amabilidad: "Los chicos tienen todo por aprender". Mónica Farabello Está ubicada en la esquina de Roca y Palacios, en pleno barrio La Cuchilla. Se trata de un espacio que depende de Cáritas San Juan Bautista y sostienen un trabajo ejemplar y digno de imitar.Quien lleva adelante esta gran obra, es un grupo de voluntarios, todos docentes jubilados que encontraron el lugar perfecto para no dejar nunca de enseñar.Incansables y con enormes aspiraciones, los docentes de la Casita de Lucy brindan apoyo escolar a los chicos del barrio y además se hacen un momento para jugar, pero sin dejar de lado la enseñanza. La juegoteca está pensada para aplicar todo lo aprendido, mientras los chicos se divierten. Al llegar a la Casita de Lucy, somos recibidos por un grupo de chicos. Todos ansiosos y felices por conocer de qué se trata esta visita. Las docentes organizan, nos presentan y hasta los invitan a mostrarnos las aulas y espacios que ocupan.La higiene, el orden y el respeto deben primar en todo momento, y así lo entienden todos los chicos. El matrimonio de Susana Garro y Gustavo Chesini, lleva adelante esta gran obra de la cual forman parte unos 30 docentes voluntarios. Siempre alegres y con ganas de charlar, nos reciben y nos muestran cada uno de los rincones de la casita de Lucy. ¡Todos a estudiar!El objetivo primordial es sembrar el hábito del estudio, la conducta y el progreso. La misión es brindar herramientas a toda la familia del chico, para que puedan formar a un sujeto capaz de desarrollarse.Su lema es "Enseñar a pescar y no dar el pescado", por lo que los chicos y sus familias no son sujetos del asistencialismo, sino de una ayuda genuina con el afán de lograr un progreso interno y personal.La docente jubilada Dina Marchesini, se encarga de los más chiquitos. Ella es maestra jardinera jubilada, pero su pasión la mantiene siempre activa.Nos contó que a la Casita de Lucy "van nenes desde los cuatro y cinco años. Entonces, a veces hacemos juegos de rincón; tenemos muchas actividades. Todo es a donación. Las mesas las consiguieron y las fabricaron acá mismo. La gente regala juegos que están en buen estado y nosotros los usamos, pero todo tiene que estar en buen estado y sino, que puedan ser arreglados por nosotras para dejarlo en buenas condiciones".Son alrededor de 50 los chicos que concurren a la Casita, siendo en su mayoría alumnos de primaria y en menor medida, chicos de jardín o secundaria. Dina nos contó que la juegoteca se abre una vez a la semana. Todos los viernes llega el día más esperado por los chicos de todas las edades.Son cientos de juegos didácticos con los que pondrán a prueba todo lo aprendido y además, la buena convivencia entre compañeros y el respeto a las señoritas. Forman palabras, arman rompecabezas, hacen competencias de números y muchísimas cosas más, que buscan agudizar el pensamiento de los niños. El trabajo y los logrosSusana y su esposo Gustavo, coordinan la casita de Lucy desde el 2009. "Cuando nos hicimos cargo había otras actividades y era otra la infraestructura. Entonces, fuimos observando que teníamos que apostar a las nuevas generaciones. Por eso hacemos siempre que la fortaleza sea la educación y el apoyo primario", dijo Susana.Además, contó que actualmente cuentan con apoyo primario y secundario. Trabajan con chicas voluntarias del barrio que se acercan a dar una mano en alguno de los servicios de la Casita y otras chicas que se están preparando para ser docentes."Les hacemos vivir la trastienda del docente. Organizamos una fiesta, vienen y toman lectura. Siempre están participando de todo tipo de trabajo", contó Susana y agregó: "la idea es acompañarlos en su carrera con alguna beca; siempre son aportes de gente que tiene que ver con nosotros. No son becas que vienen de afuera ni tampoco son gubernamentales".A principio de año los chicos deben acercarse con un mayor y completar una planilla de inscripción. De esta manera, se logra un mejor control y seguimiento del aprendizaje. La demanda es tan intensa, que hay chicos que aguardan en una lista de espera. Esto habla de la buena recepción del trabajo de la casita de Lucy, en todo el barrio.Las clases de apoyo se realizan dos veces a la semana, más una tercera clase para dedicarse a la juegoteca y la recreación. También, en dos oportunidades se reúnen para visitar la biblioteca para reforzar algunos conceptos. Los avances de los chicos son notables y en nuestra visita, hasta se celebró ¡un nueve! de uno de los chicos.Actualmente trabajan en la ampliación de la biblioteca: Están colocando nuevos pisos de madera para el espacio ampliado y el objetivo es incorporar microscopios y otros elementos de ciencia para que los chicos puedan tener un contacto cotidiano con estas herramientas. "El reino del reciclado"Gustavo Chesini es profesor jubilado de Física y Química. Él asegura que la Casita ha crecido gracias a ser el reino del reciclado. Él es uno de los más laboriosos y creativos a la hora de tomar algo para el descarte y convertirlo en algo con valor.Él suelda, construye, crea...enseña. Hace mesas, sillas, rejas, es un todoterreno a la hora de trabajar para la casita de Lucy. Allí funcionan distintos talleres como el reciclado de ropas, manualidades, apoyo escolar, cocina y mucho más.Para el taller de cocina que está próximo a comenzar, está terminando todas las tablas de madera y la confección de los cuchillos. Aseguraron que harán principal hincapié en la higiene a la hora de preparar los alimentos.Además, Gustavo está organizando todo para impulsar el taller de soldadura y carpintería para brindarles un oficio a los más grandes y que cuenten con herramientas para defenderse en el mundo del trabajo.En el reino del reciclado, también se construye a bajo costo. Con mucho ingenio, Gustavo creó las paredes de palets de madera. Como al desclavarlos siempre se rompían, aprovechó para usarlos completos y así comenzar a formar una pared. Esas económicas maderas, luego fueron revocadas y el resultado es increíble.Esta técnica también quieren enseñarla en los talleres, para que las familias puedan dividir sus espacios y lograr mayor intimidad familiar. Los baños de la Casita de Lucy, también son parte del gran reciclado. Todo impecable y construido por las propias manos de sus voluntarios. Los chicos aprenden hábitos de higiene y cuidado personal. Quién fue Lucy RoccaLa Casita de Lucía Rocca de Rossi pertenecía a Cáritas Catedral, aunque ahora está ubicada dentro del radio de Cáritas San Juan Bautista. Comenzó en el año 2003: Lucy era una persona de mucha fe; su obsesión era la promoción humana, el aprendizaje y que todos puedan enfrentar la vida sin quedar fuera del sistema.Lucía nació el 18 de mayo de 1922 en Buenos Aires, y murió a los 83 años en Victoria, el 13 de octubre de 2005. Quedó huérfana siendo una adolescente y a los 19 años comenzó a estudiar Filosofía y Letras, donde conoció a quien sería su esposo: el médico Néstor Enrique Rossi, oriundo de Gualeguaychú.Tuvo diez hijos: Enrique Martín, Lucía María, Marcelo, María de las Mercedes, Silvina, Lilita, Pamela, Pablo, María e Inés Rocca, quien era hija de su hermano mayor, pero era considerada como una hija más de crianza.A los 32 años su trabajo por el prójimo se concretó a través de una institución llamada La Fraterna Ayuda Cristiana, que dependía de la Parroquia de Santa Teresita. En la década del 70, tras enviudar, Lucy regresó a Buenos Aires para estudiar Ciencias de la Educación en el Sagrado Corazón. Visitaba una villa tres veces por semana y les leía a los ciegos. Años más tarde, regresó a Gualeguaychú e integró Cáritas Diocesana como vicedirectora.La casona ubicada en Roca y Palacios, donde hoy continúa funcionando la Casita, había pertenecido a Bernabella Torres, quien se la donó en agradecimiento por lo hecho por Cáritas Catedral y la ayuda recibida a nivel personal.El presidente de Cáritas Catedral, en ese entonces el presbítero Ricardo Faiffer, aprobó el proyecto y el 23 de abril de 2003 se realizó la bendición de la casa.El 13 de octubre de 2005 falleció mientras rezaba, en un retiro en Victoria. Un gran equipoGustavo y Susana son los coordinadores generales, pero cuentan con un equipo de profesionales que son el sostén de la Casita.Los voluntarios para el apoyo escolar son: María Teresa Riolfo; Lucrecia Goiburu; Susana Miró; Isabel Ménica; Alicia Broggi; Lucía Rodíguez; Dina Marchesini; Patricia Giambra; Ana Galli; Diana Valiente; Tomás Gómez.En la Biblioteca trabaja como voluntaria Paula Montiel. En la Juegoteca están a cargo: María Emilia Fazzio; Raquel Nikodem; Ariel Melchiori; Guillermina Nikodem; Roxana Irungaray; Paula Peccin; Anabella Rey.Para la Feria de ropas que realizan para reunir fondos para la Casita, trabajan voluntariamente: María Chamorro; Alicia Sánchez; Elba Meghi; Sara Sánchez; Evangelina Gette; Lucy Chesini; Andrés Ocampo; Anahí González; Tina Grané.En el asesoramiento legal: Andrés Ocampo y en el taller de oficios: Gustavo Chesini y Alberto Vanlanker.
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