La cautivante historia de la Difusora Grecco

ElDía presenta el último capítulo de la historia de la Difusora Grecco, un minucioso trabajo de investigación del historiador Gustavo Rivas, que hemos entregamos por parte, cada domingo. El lector ha podido revivir y descubrir, a través de los testimonios de los protagonistas de este trozo de historia de Gualeguaychú, cómo nació la que fue base del desarrollo radiofónico de esta ciudad y "semillero" de reconocidos profesionales del medio.El impecable trabajo realizado por Gustavo Rivas sumó una importante cantidad de horas de grabación, buscando el testimonio de quienes pasaron por la Difusora Grecco, desde sus inicios con Roberto Carlos Grecco, hasta las épocas de Alfredo Lucardi. EL FINALEl final nos recuerda al de la tradicional Casa Betolaza, que cerró definitivamente sus puertas en 1981, el día mismo en que fallecía su fundador, Don Enrique Betolaza.Aunque sin coincidencia total en las versiones, muchos entrevistados, nos dicen que Alfredo Lucardi silenció lo que quedaba de la red de parlantes el 14 de Julio de 1992, día en que falleció Roberto Carlos Grecco.No obstante, Lucardi -con Ricardo Ríos- continuó unos años en el rubro de amplificación y cuando fallece, el 6 de diciembre de 1997, aún continuaban con esa actividad.Finalmente, a modo de cierre de esta crónica y la luz de lo relatado, volvamos a la figura de su iniciador, quien le imprimió su estilo y la modalidad de trabajo que continuó hasta el final. ROBERTO CARLOS GRECCOConocí personalmente a Roberto Grecco. Si bien no hubo frecuencia de trato, conservo el recuerdo de su imagen. Una persona, serena, en equilibrio, sin estridencias y sobre todo, de un perfil bajo, aún cuando era titular de una organización importante de la ciudad. Cuando entrevistaba a cada una de las personas que pasaron por la difusora, me ratificaban en forma unánime ese concepto sobre la personalidad de Grecco.Fue un hombre sensible a las manifestaciones artísticas, como la música. Especialmente tenía predilección por el tango; era admirador de Los Tubatango y amigo de su creador, nuestro copoblano Guillermo Faustino Inchausty. También fue muy amigo de Leo Rapolli, representante de Palito Ortega en su apogeo. Era su costumbre tener las manos en los bolsillos, como se lo ve en casi todas las fotos.Lo que resultó sorprendente, es la unanimidad en el inmenso cariño con que los locutores recuerdan a quien fuera su patrón.Todos los entrevistados fueron empleados de Roberto Grecco. Sin embargo, en ninguno de esos testimonios se vislumbra alusión alguna a un "patrón". Sí en cambio, lo recuerdan como a un padre.Dejemos entonces que ellos lo digan:Para Rodolfo Migueles: "era un hombre buenazo a decir basta, tolerante, amable, parco, siempre con sus manos en el bolsillo"Para Alberto Reynoso: "Roberto Grecco a mí me ayudó muchísimo porque me enseñó un montón de cosas; era un tipo recto, muy directo, organizado, te marcaba una raya y tenías que ir ahí debajo de la raya. El estaba acostumbrado a cumplir, no tenía ningún tipo de problemas. Me ayudó mucho, fue un tipo macanudo, lo mismo que la Señora Quica.Para Jovita Aguilar de Ríos: "para mi era el ser más bueno que podía haber en el mundo, no sé para los demás. Él consideraba a todos, él no tenía enojos con nadie que yo sepa, pero yo le hacía tanta cosa, que el final se reía. Con la Señora Quica, igual que Beto y María Elena, era una gran persona..."Recuerda Carlos Godein: "íbamos en el Plymouth negro del Canario con el grabador grande a cinta, teníamos que cargarlo entre los dos, con los rollos de cinta después lo pasábamos, Era el grabador de la difusora, me acuerdo que Roberto a veces se enojaba y nos decía:" ustedes me van a romper el grabador". Y el Canario le decía: "quedate tranquilo viejito que no te vamos romper nada,ya te estás poniendo viejo y chinchudo", después Roberto terminaba riéndose.No estando ya en la difusora, yo iba una vez por semana y lo visitaba. En los días francos me iba desde acá. Y agrega Beto (por Carlitos): es al que más quería de todos los empleados.Para Teresa De la Concepción: "¿Roberto Grecco? Primero, que era un gran tipo, no era un patrón, era ante todo, un amigo. Con Roberto no tenías problema. Además era un tipo que le sacaba el cuerpo al laburo". Mercedes PérezEsta consagrada figura de la locución local, fue quien lo describió con más contenido y sentimiento de gratitud. No sólo por lo que dijo en la entrevista, sino que antes de iniciarla, dejó un papel manuscrito, como para que nada quedara sin decir. Y lo transcribimos a continuación, aparte de conservarlo como un emotivo recuerdo:"Roberto era un hombre muy querido, muy necesario, por la difusión de noticias, comunicados de emergencias, llamados solidarios y ni qué hablar de instalación de sonidos para eventos, rodantes etc. Y continúa contando: "Roberto nos dejaba hacer y eso es bueno para una persona. Era como un padre, para nosotros, yo era una adolescente tenía 17 años, o 16. Roberto Grecco no fue el director de la difusora, no fue el Jefe, era alguien muy especial, un ser humano extraordinario, fue mi Maestro, aunque él no era locutor, fue el inventor de mantener a la ciudad informada, con sus bocinas que la gente se paraba a escuchar en las esquinas cuando se anunciaba algo urgente, como la muerte de Kennedy en 1963, porque nosotras éramos como la radio hoy, no la podías tener en la cocina, pero la gente estaba atenta a lo que se decía en la difusora. Roberto un amigazo, un padrazo, yo no sé como definírtelo; jamás le escuché una palabra mas fuerte que la otra. Alguna vez leí algo que me gustaría dedicárselo que dice así:( es el texto referido más arriba) "Hay gente que con solo dar la mano, rompe la soledad, hay gente que con sólo abrir la boca, llega hasta los límites del alma y se queda después como si nada, y uno va de novio con la vida desterrando la muerte solitaria, porque sabe que a la vuelta de la esquina, hay gente que es así, tan necesaria"Nos conmueve ese testimonio de alguien que recuerda así a su empleador cuando han pasado dos décadas de su muerte. Y nos hemos permitido remarcar de sus palabras la alusión a los llamados solidarios. Pues bien, quienes conocemos la trayectoria radial de Mercedes, podemos advertir que su invariable vocación de utilizar el micrófono para estos fines, nace de la formación profesional y ética que mamó en la Difusora Grecco.Pero estos conceptos no eran exclusivos de quienes trabajaban en la difusora. También los comparten quienes lo conocieron como vecino y en este caso, además, como clienta anunciante: Cecilia Márpez de Carrozo (vecina y avisadora)"¿Grecco? Ah, como persona: ¡buenísimo! muy buen vecino, completamente serio y Beto también,...los festivales acá en la equina se llenaba de gente, toda la cuadra, los domingos se hacían fiestas, mucha gente, circos. Las chicas eran buenísimas también, ellas me pedían que yo les armara lo que quería que dijeran en los avisos, los mismos locutores levantaban avisos; no cobraba caro...Roberto no era carero."El testimonio que antecede nos vincula con otra característica que le impuso Grecco a su empresa. La moderación en el precio de la publicidad que vendía, debe evaluarse a la luz del contexto de época. Por entonces su difusora era el único medio oral con que contaba la ciudad y su red la cubría casi por entero. En términos actuales podríamos hablar de una posición dominante de mercado. Sin embargo, nunca se aprovechó de esa circunstancia y es lo que destaca Cecilia. EL CUADERNOPero hay más: Roberto Grecco vivió tan compenetrado de la actividad de la difusora y de los objetivos ya referidos, que fue confeccionando en sus primeros años un cuaderno casero a modo de álbum, que conservan sus familiares. Allí se encuentran muchas de las fotos que acompañan este trabajo. Pero más que las fotos, hablan de su grandeza espiritual, las numerosas notas que le enviaban personas e instituciones locales para expresarle por distintos motivos, su agradecimiento.También contiene los petitorios, generalmente firmados por los vecinos, en los que le solicitaban la instalación de un parlante en su barrio. Ello demuestra que por entonces, y para muchos que no tenían la posibilidad de comprar el diario, la difusora era un medio imprescindible para acceder a las noticias locales.Los grandes artistas de relieve nacional e internacional que visitaban la difusora, dejaban sus fotos autografiadas y con cálidos mensajes, que también se conservan en el álbum, al igual que los recortes de "El Argentino" y el "Hoy" reflejando la variada actividad de la casa. EPÍLOGOLa crónica que antecede no agota la descripción de los 40 años de la Difusora Grecco. Menos aún, el rico anecdotario que encierra. Sólo ha pretendido ser un aporte para ser ampliado y corregido por cuantos tengan la posibilidad de hacerlo. Creímos necesario hacerlo, ante el riesgo de que se fuera diluyendo en el olvido, que hubiera sido injusto.Esta recopilación se dilató por más de cuatro años, ya que sólo en vacaciones se logra la paz espiritual necesaria para tratar un tema tan sensible. El título lo pusimos momentos antes de escribir este cierre. Porque encontramos que recorrer la larga de la difusora, ha sido realmente cautivante y esperamos que los lectores lo compartan.También estuvo en nuestra intención, rendir un testimonio de homenaje a ese gran hombre -Roberto Grecco- que tuvo la sabiduría de impulsar una empresa, sin olvidar los valores humanos en su relación con el público y con su propio personal.Sirva entonces para el recuerdo de sus descendientes y de toda la comunidad.
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