La ciudad rezó por Pan, Paz y Trabajo

Su historiaSan Cayetano nació en Vicenza (Venecia) en 1480 en el seno de una familia noble, su padre era el Conde Gaspar de Thiene y su madre María di Porto.
Estudió Teología y Derecho Civil y Canónico en la Universidad de Padua en 1504 y en 1506 se trasladó a Roma para realizar estudios sacerdotales, siendo nombrado secretario privado del Papa Julio II, quien muere en 1513 lo que decide a Cayetano abandonar el cargo y estudiar durante 3 años para ser sacerdote.
Funda en Roma una asociación de clérigos denominada Cofradía del Amor Divino y posteriormente regresa a Vicenza donde ingresa al oratorio de San Jerónimo para trabajar con las personas menos favorecidas, como los pobres y enfermos incurables del hospital. Lo mismo realizó en Venecia a la que se traslada en 1520, donde debido a que era un hombre de fortuna la cual compartía con los pobres, fue considerado fundador del hospital.
Pasado el tiempo, esfuerzo y trabajo, Cayetano cae enfermo en 1547. Los médicos le aconsejan poner un colchón sobre su cama de tablas, el respondió: "Mi salvador murió en la cruz; dejadme pues, morir también sobre un madero".Murió en Nápoles a los 77 años, el domingo 7 de agosto de 1547. Fue canonizado en 1671 después que la comisión encargada terminara de examinar rigurosamente los numerosos milagros.Una multitud en ParanáEn el barrio San Roque de la capital entrerriana, miles de personas se reunieron para demostrar gratitud y pedir por sus bendiciones a San Cayetano, el santo Patrono del Pan, la Familia y el Trabajo.
El lema de este año fue "Junto a San Cayetano rezamos por la paz, el pan y el trabajo" y la misa principal fue oficiada por Monseñor Juan Alberto Puiggari. En la homilía, Puiggari dijo que "da tristeza comprobar el desprecio a la vida que hay hoy en nuestra cultura; nos acostumbramos a la muerte, pero aquellos que, como San Cayetano queremos ser discípulos del Señor, no nos resignamos y por eso estamos pidiendo, rezando, para que el Señor toque el corazón de todos aquellos que pueden hacer algo para que en la Argentina no se instale esta cultura de la muerte. Además para comprometernos a trabajar para que la vida de nuestros hermanos sea más digna. Defender toda vida, desde el seno natural, la de los niños abandonados, los jóvenes sin futuro, la de los ancianos olvidados. Todos podemos hacer algo, no nos podemos excusar, todos podemos hacer algo para que la vida sea más cuidada y defendida en nuestra patria".
Asimismo, Monseñor manifestó que "en nuestra patria hay mucha agresividad, muchos resentimientos. La falta de paz y la división vienen del mal, por eso pidamos a San Cayetano paz para nuestra patria, para nuestras familias, y en primer lugar para nuestro corazón. También queremos pedir el pan, donde englobamos todo aquello que es necesario para la vida". (El Once)
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