#NIUNAMENOS
La ciudad volvió a exigir por el final de los femicidios, travesticidios y la violencia machista
Pancartas con pedidos justos y elocuentes, una gran presencia no sólo femenina sino mayoritariamente juvenil, todos elementos típicos en la protesta anual del colectivo feminista y trans, que concluyó con una bandera colgada del puente y una tarde de arte y lucha.
Por Amilcar Nani Durante la tarde del lunes, mujeres de Gualeguaychú y Pueblo Belgrano se autoconvocaron en la explanada de la Playa del Puente bajo la consigna "Basta de femicidios y travesticidios", una movida que se realiza desde 2015 para pedir por el fin de la violencia machista y patriarcal al cual el género es sometido no sólo en la ciudad sino en cada rincón del país y, por supuesto, fronteras afuera.
La convocatoria, realizada por las agrupaciones Enredada Feminista, de Gualeguaychú y Pueblo Belgrano, y Ahora Arde Gualeguaychú, comenzó a las 15 horas, donde muchas mujeres se comenzaron a agrupar para realizar allí mismo las pancartas y carteles que más tarde terminaron portando en la marcha. La acción comenzó recién a las 17, cuando desde la explanada donde se habían concentrado partió una columna con poco menos de 200 personas en dirección al puente Méndez Casariego. Cuando arribaron a la mitad, colgaron del lado que da al río la enorme bandera que encabezó la marcha, la cual rezaba "Ni una menos. Basta de femicidios". Pero además, el colectivo feminista hizo también una intervención del lado de adentro del puente 8por donde circulan los autos) donde colgaron varios de los carteles portados por las integrantes de la protesta: muchos pedía justicia por las mujeres y trans asesinadas en Gualeguaychú y en Entre Ríos, mientras que otros tenían leyendas antipatriarcales -"Si la usas para violar te la vamos a cortar"- o con pedidos claros de derechos denegados, como "Aborto legal, seguro y gratuito". Durante la jornada de protesta estuvieron presentes algunos funcionarios municipales e integrantes del Concejo Deliberante: el secretario de Desarrollo Social y Salud Martín Roberto Piaggio y el responsable del Área de Derechos Humanos Matías Ayastuy dijeron presente, al igual que las concejales del bloque Frente Para la Victoria Mariana Farfán y Guillermina Guastavino. Finalmente, luego de la incursión y la colgada de banderas en el puente, la columna volvió a la explanada de la Playa del Puente, donde se leyó el documento central de la manifestación, el cual dejó en manifiesto los atrasos que hay en el país y la provincia. "Hoy nos encontramos una vez más acá para gritar por quinta "Basta de matarnos" ¡Ni una menos, vivas nos queremos! Estamos haciendo historia porque asumimos una responsabilidad con las que ya no viven. Somos la voz para gritar por las que ya no pueden hacerlo", comenzó la proclama que las mujeres leyeron en el escenario. "Nos organizamos para mostrar a las que se sumarán mañana que juntas somos la visibilización y la problemática de la violencia machista y la problemática de los colectivos feministas. Juntas y organizadas podemos tirar abajo el patriarcado", prosiguieron. El mensaje dirigido a las nuevas generaciones no fue algo menor: varios niños acompañaron la marcha, realizaron los carteles e inclusive una niña arengó a la multitud desde un megáfono con el clásico canto de protesta "El patriarcado se va a caer, se va a caer, se va a caer", algo que muchas veces contrastó con la indiferencia de muchos de los que pasaban por al lado de la protesta y seguían de largo o cruzaban de vereda. En el país, desde 2015, se produce un femicidio cada 25 horas. Un hecho que debería obligar al Estado a tomar acciones inmediatas, pero que sin embargo las agrupaciones feministas denuncian que pasa todo lo contrario: luego de un enorme recorte, el Gobierno nacional del presidente Mauricio Macri gasta sólo $11,36 por mujer para luchar contra la violencia de género, además de otras pérdidas de derechos para el género como la quita de la jubilaciones para amas de casa por pedido del Fondo Monetario Internacional. Al ritmo de los tambores, con el colorido típico del movimiento, con la vitalidad de la juventud y el cansancio que provoca la injusticia, las mujeres volvieron a decir presente, volvieron a pedir por la remediaciones de injusticias antológicas a las que fueron sometidas, pero por sobre todas las cosas, las chicas volvieron a reclamar por el poder caminar por la calle en paz, sin miedo, sin el temor de que sus vidas dependan del capricho del hombre que se cruce en sus caminos. "Ni una menos, vivas nos queremos", volvieron a reclamar por quinto año consecutivo, un pedido no sólo necesario y urgente, sino además lógico y sensato que increíblemente no se es una realidad.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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