La comunidad educativa celebró el Centenario de la Escuela Nº 10
Ayer, en el establecimiento ubicado a mil metros de la rotonda del Cristo se conmemoró el centésimo aniversario de una escuela que nació en un área rural, poblada de chacras, quintas y de una explotación que se dedicaba a la fabricación de ladrillos. Contaron con la presencia de las máximas autoridades educativas de la provincia.
En sus tiempos de esplendor, la escuela Ernesto Bavio llegó a tener más de 100 alumnos en las décadas del 50,60 y 70. Luego la currícula fue descendiendo hasta llegar a los 35 con los que cuenta en la actualidad, divididos en jardín, tercero, cuarto, quinto y sexto grado con una directora y tres maestras.
El acto de celebración fue breve y sencillo con palabras de la directora de la escuela, María Rosario Aguilar, y la titular del Consejo General de Educación, Marta Landó.
Estuvieron presentes funcionarios de la municipalidad encabezados por el viceintendente Jorge Maradey, representantes de Agmer, ex maestras y directoras, alumnos y familiares de los chicos que concurren al establecimiento.
Llegar a la escuela es una tarea sencilla, siempre y cuando no llueva. Sólo hay que transitar mil metros en un camino relativamente mejorado. El acto de los festejos se iba a realizar el viernes, pero las precipitaciones de ese día obligaron a la postergación de la jornada festiva.
María del Rosario Aguilar, entrevistada por El Día, dijo que está cargo de la dirección "hace dos años" y que cuenta con un cuerpo de docentes para dictar clases: Tres maestras de primaria, entre la que se incluye, y una de nivel inicial.
Un total de 35 chicos concurren a la Escuela 10, establecimiento donde desayunan y almuerzan de lunes a viernes. La escuela figura como un "establecimiento alejado del radio urbano. No tiene las características de una escuela rural, pero tampoco de una urbana. Trabajan con mucha tranquilidad, rodeados de un paisaje natural increíble.
La Directora contó que los "alumnos viven en los alrededores de la escuela, inclusive algunos tienen sus casas para el lado de Urquiza al oeste, a la altura de la parada 10. A estos chicos se les dificulta llegar a la escuela, porque tienen que atravesar una cañada, conocida como de Benedetti, que se inunda cuando llueve y se torna imposible cruzar. Además el barro se mantiene por varios días, razón por la cual pueden perder hasta una semana de clases."
Agregó que en el caso de las docentes, cada precipitación es un "inconveniente ", porque "deja el camino, desde el acceso sur hasta la Bavio, con mucho barro y no se puede arribar en auto. Tenemos que dejar el vehículo en el acceso y caminar hasta la escuela".
Los homenajes
En el interior del establecimiento se colocaron placas que conmemoran el centenario. "Escuela Número 10 Ernesto A. Bavio. En sus cien años de trayectoria educativa", de parte del gobierno provincial, una de la Departamental de Escuelas y una del municipio de Gualeguaychú.
Un poco de historia
La familia Stockli donó una parte de las quintas que le pertenecían y el "Estado se hizo cargo de la construcción de una escuela debido a que varias familias habían llegado a la zona con hijos a los que debían alfabetizar. En los primeros años, los alumnos asistían de primero a cuarto grado, y si querían terminar la escuela primaria debían concurrir a la escuela de Sarandí para cursar hasta séptimo grado".
El primer maestro y director fue Luis Alberto Romanín, docente que comenzó dando clases en forma gratuita, hasta que le llegó el nombramiento.
Además de dictarse clases, en el establecimiento los chicos de la zona tomaban su primera comunión en un lugar alejado de la ciudad años atrás y sin vías de comunicación.
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