43 AÑOS, 6 MESES y 26 DÍAS
La despedida del eterno guardián: se retira Jorge Carranza
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El fútbol argentino se alimenta de folklore más allá de los noventa minutos, y sin duda, la pasión por este deporte hace que los fanáticos no pierdan pisada y estudien las cuotas en las mejores casas de apuestas en Argentina para pronosticar quién levantará la próxima copa.
Pero si dejamos los números y las predicciones de lado, hay momentos que trascienden por lo que significan en términos humanos y deportivos. En este sentido, uno de los más relevantes de este año es el cierre de una era, con el retiro de Jorge Carranza.
El arquero colgó los guantes y dejó una huella imborrable como el futbolista más longevo en jugar un partido profesional en la primera división y en el ascenso de Argentina.
Jorge Carranza se retiró del fútbol profesional a los 43 años, 6 meses y 26 días. Con ese número superó el récord que tenía el delantero José Sand. Pero, sin duda, la decisión no fue fácil, aunque llegó después de la cima absoluta que pocos jugadores pueden alcanzar al final de su carrera.
El arquero se despidió luego de lograr el título de la Primera Nacional con Aldosivi y el ascenso a la máxima categoría. Fue el cierre perfecto para toda una vida de entrenamiento invisible, de afinación bajo los tres palos.
Una trayectoria de perseverancia
La trayectoria de Carranza inició hace más de dos décadas en su natal Córdoba. En la Gloria pasó por distintas etapas y se transformó en una figura imposible de obviar para los hinchas de Alta Córdoba. Allí se templó y aprendió a vivir con la exigencia de defender la portería de un club grande.
Pero su trayectoria no se quedó en un solo color, ya que más tarde vestiría las camisetas de Godoy Cruz, Atlético Rafaela, Colón de Santa Fe y O'Higgins de Chile. Y como ya estaba siendo costumbre, en cada club dejó su marca, por su compromiso y por ser un líder en el vestuario.
El hecho de que haya alcanzado esta edad mientras aún pisaba el césped no fue cuestión de suerte, por el contrario, fue un ejemplo claro de disciplina y cuidado personal. Conservar los reflejos y la agilidad de un arquero profesional más allá de los 40 años exige dedicación exclusiva.
Su longevidad desafió la lógica biológica del deporte de élite. Mientras el resto de compañeros de generación ya estaban retirados o entrenando, él seguía volando de palo en palo cada fin de semana.
La última hazaña en Mar del Plata
El final de la historia de Carranza fue increíble. Arribó a Aldosivi para darle experiencia a un plantel que intentaba volver a Primera División. Fue titular indiscutible y pieza fundamental de la campaña, y el partido definitorio ante San Martín de Tucumán en el Gigante de Arroyito lo tuvo como protagonista. Allí alzó el trofeo de campeón y cerró el círculo de su carrera.
Es evidente que su impacto trasciende estadísticas y trofeos. Jorge Carranza probó que la edad es solo un número cuando la mentalidad competitiva permanece.
Se retira jugando al máximo nivel hasta el último día. Su ejemplo inspirará a las futuras generaciones de arqueros que aspiran a una larga carrera. El fútbol argentino dice adiós a su jugador más longevo con el respeto que se ganó en cada atajada a lo largo de más de dos décadas de carrera ininterrumpida.
