CUENTA LA HISTORIA
La dramática leyenda de las Cataratas del Iguazú
Las Cataratas del Iguazú, al igual que toda la naturaleza misionera, tiene su leyenda. ¿Querés conocerla? Conocela en esta nota.
Por Misiones corre un río de leyendas y mitos que la convierten en una provincia diferente. Una vez que se conoce la leyenda de un salto, una cascada o un paraje, la mirada del visitante cambia. Se agranda, crece, y lo que antes era un lugar hermoso ahora se convierte en algo mágico. Para conocer a fondo los atractivos naturales de Misiones hay que conocer sus mitos, leyendas y creencias. Ellas son parte del panorama como lo es la tierra colorada, el rumor de los arroyos y el verde de la naturaleza. Las Cataratas del Iguazú, así perfectas como son, ocultan una dramática leyenda guaraní. ¿Preparados para conocerla? Arriba el telón… Cuenta la leyenda… Que hace muchos años habitaba el río Iguazú Boi, una gigante y malvada serpiente. Era tan monstruosa y egoísta que exigía ofrenda. Los indígenas guaraníes debían una vez por año sacrificar una bella doncella y entregársela. Tenían que arrojarla al río para que el animal no le echará sus maldiciones. Para esta ceremonia se invitaba a todas las tribus guaraníes. Fue así que un año llegó al frente de su tribu un joven cacique de nombre Tarobá. El valiente joven, al conocer a Naipí, la bella doncella india que ese año estaba consagrada al sacrificio, se enamoró. Y tan grande fue su amor que Tarobá se reveló contra los ancianos de la tribu. Desesperadamente, trató de convencerlos que no sacrificaran a Naipí, pero todo fue en vano. Entonces, para salvarla, la noche anterior al sacrificio, llevó a Naipí a su canoa e intentó escapar por el río. Pero Boi, que todo lo podía ver, se puso furiosa y con su lomo partió el curso del río. De esa manera se formaron las Cataratas, que terminaron atrapando a los enamorados. Como si eso no fuese poco, la serpiente decidió separarlos para siempre. Convirtió al muchacho en árboles, esos que hoy podemos ver en la parte superior de las cataratas. Mientras que la bella Naipí fue transformada en las potentes caídas de agua de las Cataratas. Dice la leyenda que Boi sigue sumergida en la Garganta del Diablo, vigilando que los amantes no vuelvan a unirse. Pero, cuando un arco iris aparece en el horizonte, significa que Tarobá y Naipí vuelven a estar juntos. Al menos por una milésima de tiempo. (Por Marcelo De Liso para serargentino)
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