La Escuela Normal fue reinaugurada tras invertirse más de once millones de pesos
[gallery link="file" orderby="title"]En la puerta central de la Escuela Normal Olegario Víctor Andrade, autoridades municipales, provinciales, nacionales, docentes y alumnos, formaron parte de un día que quedará en la historia educativa de la ciudad.Todos coincidieron en resaltar el mal estado edilicio que atravesaba la Escuela Normal Olegario Víctor Andrade, que lleva cien años de siembra en la ciudad. Asimismo, reconocieron el notable cambio en las aulas, la pintura, el salón de actos, la refuncionalización de los baños y de los ingresos para discapacitados.Cinco años atrás, las docentes denunciaban que se caían pedazos de cielorrasos y que hasta algunas aulas de la planta alta presentaban signos de posible derrumbe.Finalmente, llegó la inversión que inicialmente iba a ser de diez millones de pesos, pero con la readecuación de algunos valores, el desembolso terminó por ubicarse por sobre los once millones."Testigos privilegiados"Con un importante despliegue de seguridad en toda la zona, desvío del tránsito, una ambulancia a disposición y todos los funcionarios presentes, Gualeguaychú tomó contacto mediante videoconferencia con la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, quien además de saludar a la ciudad y a la comunidad de Enova, se contactó con Mar del Plata e inauguró un nuevo barrio.El acto comenzó cerca de las 11.30 con un sol intenso que obligó a los presentes a resguardarse bajo los árboles o aguantar el calor. "No quiero extenderme mucho porque hace mucho calor", expresó la Presidenta, quien resaltó que "la educación debe ser digna, y no se puede aprender en un lugar donde no están las condiciones dadas. Por eso es un orgullo estar frente a la reinauguración de una escuela tan importante para Gualeguaychú".Por su parte, el gobernador, Sergio Urribarri, expresó: "somos testigos privilegiados del federalismo de los recursos. Estamos agradecidos a usted Presidenta y a Néstor Kirchner porque fueron los primeros mandatarios nacionales que tuvieron en cuenta realmente a Entre Ríos".La Presidenta se comunicó desde el barrio Bicentenario en el partido de General Rodríguez, de Buenos Aires, donde inauguró viviendas. La conexión también comprendió a Mar del Plata, donde se inauguró un centro de especialidades médicas ambulatorios, y con el Hospital de Clínicas de Buenos Aires, que puso en marcha el centro de medicina nuclear."Es un día histórico para la educación y principalmente para Gualeguaychú. Además de la inversión que se ha hecho, esta obra es un emblema de la educación pública, de Entre Ríos, del país y largamente merecida", expresó Urribarri quien fue acompañado por el ministro de Educación José Lauritto, el senador nacional Guillermo Guastavino y el intendente, Juan José Bahillo. La palabra de los chicosDurante el acto, la Presidenta pidió conversar con algunos alumnos de la Enova. La primera en tomar la palabra fue una pequeña de 7 años quien dijo que la escuela "estaba muy linda". Luego tomaron la palabra los chicos del secundario y agradecieron en nombre de sus compañeros, los resultados tras la restauración. Asimismo, uno de los alumnos destacó "la política nacional a nivel educativo".Por último, la Presidenta les aconsejó: "Cuiden la escuela que es para todos; no rayen los bancos ni rompan nada por favor, cuídenla que es para que la disfruten ustedes". La escuela como nuevaLa obra de restauración y puesta en valor del centenario edificio de la Escuela Normal demandó una inversión de más de once millones de pesos. Fue ejecutada con aportes del gobierno nacional y estuvo a cargo de la empresa Hornus S.A.El edificio abarca una superficie de 4280 metros cuadrados cubiertos y 1500 metros cuadrados descubiertos. En el edificio se colocaron pisos interiores, veredas y techos nuevos.También se reemplazó la pinotea de los pisos de las aulas por uno de grapia. Vidrios, ventanas, baños, pisos, bancos y hasta nuevas rampas para el acceso de personas con discapacidad fueron tenidos en cuenta a la hora de restaurar el edificio de la centenaria escuela.Además se le prestó especial atención al salón de actos donde se colocó un nuevo piso de pinotea. En cuanto a las butacas, por pedido de ex alumnos se resolvió restaurarlas. No parece la mismaEntrar a la escuela renovada simplemente, emociona. Durante décadas la Enova sufrió un importante deterioro en sus instalaciones por la falta de inversiones y mantenimiento.En invierno las aulas eran difíciles de habitar: vidrios rotos, persianas antiguas que no subían ni bajaban y techos altos que muchas veces se descascaraban por la humedad.Los baños de la planta alta eran obsoletos y los de la planta baja se mantenían gracias al esfuerzo de los ordenanzas del lugar.En los últimos años, las maestras y profesoras denunciaban el mal estado de algunos pisos de madera que muchas veces se hundían o quebraban. El salón de actos siempre fue el lugar preferido de todos los alumnos: butacas como las de un teatro, el escenario y un hermoso piano de cola que también mostraba sus años.Con algunos grafittis y el deterioro natural del paso del tiempo, hasta el telón azul estaba opacado y ajado.Volver a entrar a la escuela emociona y alegra: Los pisos de pinotea brillante, las escaleras de mármol lustradas, las paredes sin humedad, pintadas. Las rampas para brindar igualdad en el acceso a los discapacitados y el salón es un lujo que los alumnos podrán disfrutar durante sus años en la escuela.La restauración cubrió hasta el mínimo detalle: los bancos de las galerías y hasta los escritos en "el cielito" fueron respetados como parte de la historia de esta gran casa que lleva como símbolo, ni más ni menos, que a una mujer sembradora.
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