
El lunes se originó un principio de incendio en un tablero eléctrico del establecimiento y por ese motivo se decidió que los niños no concurran al edificio. En junio explotó un foco en una galería y dejó una aureola de un metro de diámetro. Por Carlos Riera Las docentes de la institución mostraron gran preocupación por lo que sucedió a principios de semana y por ese motivo tomaron la determinación de mandar a los niños de vuelta a sus hogares porque no estaban dadas las condiciones de seguridad para el dictado de clases.El motivo se originó el lunes antes del ingreso del turno de la mañana, mientras los ordenanzas limpiaban uno de los baños observaron un principio de incendio en el tablero eléctrico ubicado en el sanitario.A las docentes se les pidió que se trasladaran al otro sector de la escuela porque la salida de emergencia de calle Ayacucho estaba cerrada. Según informaron, desde la Dirección les dijeron que podían ingresar a las aulas pero ellas se negaron.

Ya tenían en sus memorias un hecho ocurrido hace poco tiempo donde se produjo una explosión de un foco a pocos metros del actual incidente. Una aureola de un metro de diámetro les indicaba que las cosas no estaban bien en la escuela."Esa mañana tratamos de no entrar en pánico ni asustar a los chicos, simplemente resguardamos su seguridad, además no queríamos usar el salón de actos porque tiene un cielorraso inflamable", explicó una de las docentes de la mañana.Una de las maestras comentó que reclaman una rápida intervención en la toma de decisiones porque al establecimiento concurren 600 alumnos en ambos turnos. Por la tarde del lunes, después de un primer arreglo, se quiso dar luz pero todo colapsó nuevamente.La escuela N° 3 Tomás de Rocamora tiene poco más de cien años de vida y en todo ese tiempo no contó con una remodelación y supervisión total de sus servicios, sólo con arreglos que le sirvieron para salir del paso. Por este motivo es que se encontraron cables de tela y otro cableado muy fino que se utiliza generalmente para portero eléctrico.Actualmente se encuentra un electricista contratado por la Dirección de Arquitectura Zonal de Gualeguaychú, con el apoyo logístico de la Municipalidad, trabajando para restablecer el servicio en gran parte del edificio. ¿Por las estufas?Las docentes salieron al cruce de las versiones por la cual se podría haber originado este desperfecto eléctrico que ocasionó el principio de un incendio que afortunadamente fue divisado a tiempo por los ordenanzas."Dijeron que era una sobrecarga por la gran cantidad de estufas y es mentira, no podemos enchufar una estufa porque salta todo", dijeron al unísono las docentes reunidas ayer en un aula de la escuela.

Pero la pregunta es ¿el edificio no puede tener las instalaciones en condiciones para que los alumnos puedan asistir a clases en forma confortable? No estamos hablando de una escuela rural, sino de un centenario edificio que está inmerso en el centro de la ciudad.Consultado el Director de Obras Públicas, Aníbal García, sobre la situación, el funcionario explicó que se encontraron con un gran problema por la antigüedad de la escuela, donde se utilizó un cableado no propicio para semejante estructura. "Había un cableado muy fino que se utiliza para portero eléctrico y con el frío en la nocturna se enchufan estufas y eso hace que los cables se derritan y generen desperfectos en cascada", manifestó.Además contó que la directora de la escuela nocturna Manuel Belgrano, Valeria Martinelli, le solicitó que dejen instalaciones para enchufar estufas. El funcionario aclaró: "eso es imposible en estos momentos, no está previsto para esta intervención, para ello se debería hacer un nuevo proyecto, mucho más costoso, un proyecto de fondo". Si no tenemos estufasAnte esta posible causa, se entrevistó a Valeria Martinelli para que brindara su versión y dijo que "si enchufas una estufa te quedas sin tensión, y si me decís que tres estufas pueden ocasionar un incendio entonces está todo mal".La directora de la escuela nocturna Manuel Belgrano comentó que ayer por la tarde se hizo presente en su lugar de trabajo y cuando quiso enchufar una computadora se quedó sin electricidad, "tuvimos que cerrar la escuela e irnos".Martinelli destacó que el eléctrico no es el único problema y coincidió con sus colegas de la mañana al decir que hay veces que no tienen presión de agua. "Si van a dar una solución que sea permanente no provisoria", opinó.También señaló que a principios de año había 200 alumnos que asistían a la nocturna y ahora ese número ha mermado. "Mis alumnos trabajan, son albañiles, pasan frío y cuando vienen a la escuela siguen pasando frío, no se le puede echar la culpa a las estufas", cuestionó.