
El vicepresidente de la Federación Agraria Argentina, Elvio GuÍa, habló sobre la prohibición que rige en el ejido de Gualeguaychú sobre la aplicación de agroquímicos y los problemas que se están dando en la provincia.
El federado aseguró que la "ciencia está perdiendo la batalla contra el fundamentalismo", en lo que a criterio de GuÍa es "una realidad concreta que no podemos dejar de afrontar". Por culpa de alguna gente, por intermedio de las redes sociales y de "una serie de irresponsables que hablan sin conocimiento alguno del tema estamos teniendo serios problemas en Entre Ríos". Reconoció que algunos "chacareros han hecho las cosas mal", y aseguró que a esos productores "no los vamos a defender", pero está claro que se están "demonizando una serie de productos aprobados por entidades oficiales". Agregó que la provincia se quedó sin producir "263.000 hectáreas, más las 17.000 de Gualeguaychú, con la idea de que esa superficie se destine a producciones agroecológicas. Y la verdad, hay que andar para producir orgánicos o huertas en semejante superficie".
Aclaró que no se trata de "defender a la soja como algunos nos caratulan, sí de un problema social porque se le está pegando al pequeño y mediano productor que no tiene demasiados recursos y al poblado rural a punto de desaparecer, productores que viven de lo que hacen en sus chacras, con ganadería de cría, alguna lechera, la elaboración de quesos, en definitiva producciones que necesitan aplicar tecnología, buenas prácticas agrícolas para seguir en el camino", explicó.
En materia productiva expresó que el chacarero "necesita una buena cosecha para comenzar a salir del pantano en el que se encuentra, y de esa manera contar con un poco de oxígeno para comenzar a pagar las cuentas en las que está inmerso. La trilla de trigo, con rindes excepcionales, no deja de ser una noticia positiva, pero se trata de un paliativo, no de una solución a las enormes deudas", sostuvo.
Dijo que la nueva función, en la entidad que nuclea a pequeños y medianos productores, le generó una "riqueza y una amplitud que no tenía en mi provincia, aunque Entre Ríos cuenta con una diversidad productiva increíble", detalló.
En el plano internacional, indicó que el "mundo se está cerrando y tiende a ser proteccionista empleando barreras arancelarias". En este contexto, Argentina, luego de años en los que "no podíamos exportar nada pasó a ser una nación en la que entran productos de cualquier parte del mundo".
La Argentina no puede ser "un River-Boca", o virar bruscamente de izquierda a derecha, de apertura indiscriminada a cierre total. Se debe buscar un camino intermedio para poder avanzar, máxime porque tenemos un país con un potencial increíble". Para eso es necesario un acuerdo, un pacto, para de esa manera ser un "país más serio y creíble".
Necesitamos terminar con la historia que nos marca "corralitos, pesificación de la deuda, devaluación", timba financiera, un secretario de Comercio Interior como Guillermo Moreno que te decía "si subís las tarifas te pego un tiro", para qué lleguen "inversores". Dijo que el campo quiere participar en ese cambio. Destacó que lo está haciendo de una manera diferente, incursionando en "las arenas de la política, discutiendo en las juntas de gobierno, pueblos, ciudades, con la participación de mucha gente joven, también sentarse, discutir y proponer".