La hermana de Enzo Giménez, atacada por un motochorro

La familia Giménez fue noticia 9 años atrás cuando ocurrió la muerte del joven Enzo en circunstancias que hasta el día de hoy no quedaron del todo claras. Ahora le tocó el turno a su hermana Emilce, que en los primeros minutos del domingo fue abordada por un delincuente.La mujer de 35 años, nutricionista y profesora de gimnasia, había compartido con una amiga una salida el sábado por la noche. Comió una pizza en el buffet del club Neptunia y luego emprendieron juntas el camino de regreso a casa cuando había pasado solo media hora de la medianoche.En el trayecto se separaron y Emilce Giménez continuó sola las pocas cuadras que le quedaban. Cuando transitaba por calle Primero de Mayo, un motociclista que se dirigía por Colombo a bordo de una moto tipo cross de color blanca, sin luces y encapuchado, dobló hacia donde estaba ella de forma intempestiva, la miró y continuó su marcha.Esta extraña acción asustó a Emilce, que cruzó de lado su cartera y apresuró la marcha porque sospechó que algo malo podía sucederle. Ya era tarde para conseguir un remis, y además le trajo algo de alivio cuando al cruzar San Juan apareció un patrullero policial, por lo que creyó sentirse más segura."Cuando estoy llegando a casa, sacó las llaves para abrir la puerta y siento que viene corriendo alguien atrás mío, cuando me di la vuelta era el mismo que había visto en la moto, lo reconocí porque me acordaba cómo estaba vestido", relató la víctima a ElDía. "Se me abalanzó y se fue derecho a la cartera, se tiró encima y empezamos a forcejear, me alcanzó agarrar la manija y como yo la tenía atravesada al cuerpo empezamos a tironear, yo desde el piso tironeaba pero me empezó a arrastrar por la calle", agregó.El delincuente no le pegó en ningún momento, pero Giménez se asustó en un momento cuando lo miró a la cara porque "lo vi sacado". Fue allí donde ella decidió soltar la cartera porque "ya estaba, ya habíamos forcejeado bastante". Incluso agregó que su agresor no estaba armado, porque de haberlo estado la habría lesionado por la forma en que se resistió. "Yo me súper resistí, después lo salía a correr", comentó.Los gritos que profirió despertaron tarde al vecindario, porque cuando salieron los vecinos a auxiliarla el delincuente ya había escapado con la cartera que en su interior tenía tarjetas, documentación y 300 pesos, además de la carga emotiva que tenía el bolso por ser "el regalo de alguien que ya no está y para mí eso tenía otro valor".El patrullero que ella había cruzado dos cuadras antes llegó a los pocos minutos y con la descripción que brindó del delincuente, los uniformados salieron en la búsqueda, mientras que Emilce debió acudir a la Comisaría Tercera a radicar la denuncia.Su madre Fátima Pereyra, una de las fundadoras de ACIVERJUS, la acompañó al Hospital para que la examinaran por si había recibido algún golpe fuerte, principalmente en su cabeza. Pero afortunadamente no debió retomar la kinesiología por una vieja lesión que resurgió tras el ataque."Hoy (por ayer) fue la primera vez que salí de casa para ir a trabajar y a las dos cuadras tuve que tomarme un remis por el miedo que tenía. No estoy con ataques de pánico, pero me dio miedo", confió la mujer.
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