La política de barricadas
Señor Director:En el desarrollo de ciertos acontecimientos enmarcados en lo que se denomina genéricamente "protesta social", se puede advertir que están demagógicamente fogoneados por parte de la dirigencia política, incluida la más alta autoridad del poder ejecutivo nacional, dedicada actualmente a la política partidista de barricadas.Esto, ante la pasiva y condescendiente mirada de casi toda la clase política argentina y con la desorientación del ciudadano común, que preocupado por los problemas cotidianos, tales como la inflación, el costo de vida, la inseguridad, la salud, etc.; contempla con impotencia la inoperancia de los estamentos institucionales para componer una acción rectora, que permita abrigar la esperanza en una convivencia democrática, republicana y ateniente al lógico y equitativo estado de derecho.Es indudable que resulta imprescindible aclarar convenientemente los términos del debate político que nos debemos, para pretender aspirar a la convivencia en una nación republicana y democrática. No se puede en nombre de la libertad y argumentando la defensa de legítimos derechos, destruir con odio y violencia los bienes públicos del estado, con operaciones de neto corte fascista, stalinista y trotskysta (escraches, tomas de instituciones, cortes, bloqueos de accesos o calles y pintadas), y lo que es más grave aún, conculcando el legítimo derecho de las mayorías, imponiendo al conjunto de la sociedad, limitaciones a sus derechos y garantías, clara y concretamente expresados en la tan mencionada y pocas veces respetada Constitución Nacional.No se puede defender la libertad coartando la misma al resto de los conciudadanos; no se pude defender la ley desde el incumplimiento de la misma, porque todas aquellas acciones que se llevan a cabo al margen de la propia ley, colocan a quienes las ejecutan, al menos, en un contrasentido o incongruencia de defender un derecho legítimo desde la ilegalidad, y lo que es mucho más grave aún, conculcando las libertades y derechos del resto de la sociedad.Es necesario que reflexionemos profundamente en la necesidad de tomar posiciones claras, definidas y desapreciar las posiciones demagógicas y pasatistas que sólo nos llevan a la crispación y al enfrentamiento social, lo que conduce a un estado anárquico y a una política de los hechos consumados que atentan contra la convivencia democrática.- Ubaldo A. AlbornozPresidente PRO Gualeguaychú
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