“La realidad o la Justicia probarán que todo se hizo como corresponde y sin alterar derecho alguno”
El jefe de la Dirección de Tránsito, Esteban Izaguirre, dijo que lo sorprendió la denuncia judicial por abuso de autoridad contra funcionarios policiales y municipales presentada anteayer por Stettler; Ríos, el conductor del vehículo, dijo que nunca quisieron impedir el operativo. Un día después de que Germán Stettler denunciara ante la Fiscalía N°2 a funcionarios policiales y municipales por haberlo agredido física y verbalmente y por cometer irregularidades durante un procedimiento de control de alcoholemia, el jefe de la Dirección de Tránsito, Esteban Izaguirre, aseguró que "la realidad o la Justicia probarán que todo se hizo como corresponde y sin alterar derecho o libertad alguna".Todo comenzó la mañana del domingo, cuando Stettler y Nicolás Ríos -conductor del vehículo- cuestionaron primero, y se negaron a realizar luego, el control de alcoholemia que se había montado en la intersección de Italia y San Martín."Me asombró ver que se denuncia a personal de Tránsito por supuestas agresiones físicas. La Justicia determinará si realmente hubo algún exceso por parte del personal policial o municipal. Siempre nos hemos ajustado a Derecho, somos personal facultado para hacer este tipo de trabajo. Lamentablemente, hay gente que no se quiere adecuar al procedimiento", dijo Izaguirre a Radio Cero.El funcionario explicó que el mismo día que se detuvo a Stettler y Ríos, el personal municipal hizo la denuncia correspondiente."Si estaba todo bien, ¿por qué no se hizo el control de alcoholemia? Ellos mismos están ocultando algo y ahora para defenderse dicen todas estas cuestiones que están en el medio. Respecto del tema del arresto, no es una cuestión sobre la que pueda opinar porque desconozco las técnicas que se utilizan para reducir a una persona", agregó Izaguirre.Comentó además que recibió el llamado del intendente y del secretario de Gobierno de la ciudad para expresarles su apoyo e interesarse sobre si había personal lesionado."Los controles de alcoholemia tienen que continuar. De 8000 muertes que se producen por año en la Argentina, 4000 están relacionadas directamente con personas como el señor que no se quiso hacer el control de alcoholemia", dijo.Izaguirre insistió en que esperará a que la Justicia se expida sobre el asunto porque aseguró tener "pruebas fehacientes como para dar fe de lo que relató el personal municipal" y porque uno de los involucrados "tiene antecedentes por hacer lo mismo"."No hablemos de inocencia, de que se detuvieron porque habían olvidado las llaves (en un domicilio en el que participaron de una fiesta familiar). Cada cual tiene que hacerse responsable de sus propios actos", acotó.Aunque Stettler no quiso hacer declaraciones al periodismo, allegados al abogado admitieron que fue él quien habría tenido "un inconveniente en 2006", aunque enfatizaron que no se trató de un control de alcoholemia. En aquél momento, Stettler habría cuestionado un procedimiento de control de tránsito por "estar mal hecho". "La causa prescribió y de hecho el año pasado renovó su carnet de conducir sin problema alguno", alegaron.Izaguirre dijo que ha participado en otras oportunidades de operativos en los que "hay resistencia a la autoridad" y destacó que la tarea se vuelve muy difícil porque por efecto del alcohol, "las personas no están en sus cabales, están irascibles". Dijo que es habitual que la gente "presione e injurie al personal para evitar que hagan su trabajo"Contó luego que "Moreyra (el jefe de la guardia municipal) recibió primero no al conductor (Ríos), sino a la otra persona (Stettler). Le decían en todo momento -aseveró- "que era un animal", "que desconocía la ley", cuando tiene 17 años dentro de la Dirección de Tránsito, una persona intachable que no tiene denuncia alguna por irregularidades."Tras elogiar el modo en el que trabajan en la repartición y de asegurar que muchos municipios de la provincia quieren copiar lo que se hace en la ciudad para evitar accidentes con personas alcoholizadas, dijo que una "clara muestra" de eso es que durante el verano se les retuvo la licencia de conducir a dos funcionarios municipales."Estuvieron inhabilitados, tuvieron que hacer lo mismo que hace cualquier ciudadano y someterse al rigor del control de alcoholemia. Cuando se les detectó alcohol, se les retuvieron el vehículo y el carnet", detalló.Más allá del trámite judicial que se inició con la denuncia presentada por Stettler en la Fiscalía N° 2 y que ahora tramita en el Juzgado de Instrucción N° 3 a cargo de Sergio Carboni, funcionarios municipales dijeron a El Día, que la administración local abrió un sumario de investigación interna respecto del incidente.Ríos dice que podría reconocer al supuesto agresorNicolás Ríos asegura que nunca quiso evitar el control de alcoholemia: "Si quería evitarlo, cerraba el auto. Estaba a 40 metros. Me iba caminando o hacía marcha atrás con el auto", relató a Radio Cero.Según contó, todo iba bien hasta que Germán Stettler, el amigo que lo acompañaba en el vehículo, se identificó como abogado y solicitó a los funcionarios que se identificaran."Cuando me pidieron los papeles, se los di pero cuando mi amigo le preguntó por su identificación, no le gustó nada y lo empezó a increpar con pechazos. Me llamó la atención que lo incitara a pegarle. Mi compañero nunca reaccionó, simplemente discrepaba en detalles sobre el operativo. Yo me negué a hacer el control de alcoholemia, no me negué al operativo. Me negué a soplar la pipeta, estaba en todo mi derecho y sabía las consecuencias que trae eso, que es la misma que si hubiese soplado. Pagué la multa y se me sancionó como se debía por negarme", explicó.Luego describió otro de los aspectos cuestionados en la denuncia presentada por Stettler ante la Fiscalía N° 2: el fajado del automóvil."A una cuadra de distancia me hacen firmar el acta en la que dice que en mi presencia se faja el auto y que declaro no tener nada de valor en su interior, pero cuando vuelvo, ya habían lo habían fajado, sin mi presencia y con cosas adentro que no me dejaron sacar. Por eso no firmé el acta", relató Ríos.¿Cómo fue que comenzaron los golpes que aparecen en la denuncia? Ríos dice que "no sabe lo que pasó después", pero que empezaron a pegarle a Stettler y luego a él."Me pegaron, me metieron en un zaguán y ahí me pegaron en el piso. Nunca increpamos a nadie porque éramos dos contra 11 o 12 personas. Después ni siquiera nos esposaron, en la comisaría estaba todo bien. Estábamos sentados, tranquilos. Fue una cosa que todavía no se entiende."Cuando se le preguntó si podría identificar a los supuestos agresores, Ríos respondió que aunque "estaban todos de azul y sin identificación", "cree que el que estaba ahí era policía. Si le veo la cara sé quién es. Si te digo que era policía o varita, no sé".Investigación policial
El titular de la Policía de Gualeguaychú, comisario mayor Roberto Sánchez, consignó anoche a El Día que "en la repartición se inició una información sumaria tendiente a determinar lo que sucedió, más allá de las actuaciones que lleva adelante la Justicia".Acotó que el sumario lo realiza un comisario de la repartición que "tiene diez días para recoger todos los elementos y pruebas, lo que le permitirá concretar la tarea".Sánchez confirmó que el efectivo que estuvo presente en el procedimiento -donde se originó el incidente que terminó con la denuncia ante la Fiscalía N° 2- "realizó una denuncia pero los detalles están bajo secreto de sumario".El jefe de Policía adelantó además que hoy tomará contacto con el director de Tránsito municipal, Esteban Izaguirre, para hablar y analizar la situación.Acalró, sin embargo, "que en este tipo de operativos, a veces, las personas originan algunos hechos a partir del alcohol". ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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