Esta es la cruda realidad de un basura de Paraná cuando camión llega a volcar la basura. Un grupo de gente, se agolpa rápidamente cerca del recolector para obtener su fuente de vida.
El accidente ocurrido esta mañana con un menor que dormía bajo unos cartones y fue pisado por un camión en el Volcadero Municipal de Paraná mostró la cruda realidad que se vive en la zona.Los residuos, los desperdicios, el humo de la basura que se quema y los desechos de los paranaenses, son los recursos y el sustento de muchas personas que viven en el lugar. Aunque sean imágenes que muchos quieran negar, Elonce TV pudo grabar la cruda realidad del Volcadero, en el momento que un camión recolector llega a volcar la basura en el lugar.Un grupo de gente, se agolpa rápidamente cerca del camión: niños, adolescentes, adultos y ancianos. Una familia completa se acerca al mismo para comenzar a clasificar lo que pueda servir o incluso, que se pueda comer. Testimonios cuentan que los camiones más esperados son los que llegan del centro de la ciudad y más precisamente, el que recolecta los residuos de la cadena estadounidense de comida rápida, ubicada en España y San Martín, porque se sabe que en ese camión, llega pan de descarte y desperdicios de hamburguesas.El camión sigue descargando y el trabajo de la gente continúa. Algunos, se paran debajo de la "boca" del camión mientras cae sobre ellos, una "lluvia de basura"; mientras otros comienzan a revisar lo que va cayendo al suelo. Los más arriesgados, ingresan a la caja del camión para poder llevarse el mejor botín y no esperar la descarga de los residuos."Este es un panorama cotidiano, es moneda corriente. El ver a los gurises, cómo se cuelgan, esperando a que llegue el camión que trae los restos de las hamburguesas, papas fritas y gaseosas... Para nosotros, esto no es nada extraño y más en estos momentos en los que la necesidad está peor que antes", lamentó la vecina de barrio San Martín.No se trata de una escena de la película "Feos, sucios y malos", que trasciende en un lejano volcadero de Italia. Las imágenes registradas ocurren en Paraná, a escasos 4 kilómetros del centro de la ciudad.