DEPARTAMENTO GUALEGUAYCHÚ
La Ruta 51: De las mil promesas incumplidas al sueño hecho realidad
Hace un par de meses culminaron las obras de asfaltado de la ruta que une las localidades de Larroque y Urdinarrain. Un tramo de 43 kilómetros que bordea pueblos rurales como Irazusta, Parera y Pastor Britos, además de conectar a zonas rurales. Lo que antes era, en tiempos de lluvia, un camino intransitable, hoy es una ruta con obras de arte que da gusto transitar.
Por Fabián Miró Bettina Hilt, presidenta de la Comuna de Irazusta, Gabriela Marchesini, vecina y luchadora por la mejora y asfaltado de la ruta, hablaron sobre la importancia de contar con una ruta de estas características. Gabriela realizó una serie de críticas y recordó lo que era circular por la 51 en los últimos 20 años y lo que era quedar aislado en el medio de la nada misma. A la 51 se la conoció, por décadas como la “Empachada”, por la cantidad de veces que se la midió. Muchos vecinos de la zona se fueron de este mundo sin ver la ruta asfaltada, inclusive varios de ellos dejaron sus casas y emigraron a tierra firme. Viviendas que con el correr del tiempo se fueron transformando en taperas, condenadas al olvido por el avance de la naturaleza que todo lo puede. Son muy pocos, los productores, descendientes, tercera o cuarta generación, que continúan trabajando la tierra. El jueves a la mañana, cerca de las 8, los primeros rayos de sol dejaban al descubierto la helada en la jornada más fría del año. El auto marcaba tres grados bajo cero, aunque la sensación térmica no era tan severa como la de un día atrás por el viento. Estábamos a la salida de Larroque con rumbo a Irazusta. Transitamos los casi 13 kilómetros con la tranquilidad de hacerlo sobre una ruta nueva, a cero, bien demarcada y no en un camino de tierra, con algo de ripio, en donde era común ver camiones, colectivos y hasta tractores encajados. Irazusta La localidad rural tiene poco más de 350 habitantes cuenta con un ingreso nuevo, totalmente asfaltado, y una serie de luminarias. En la vieja estación de tren funciona la Comuna declarada como tal en diciembre del 2019. Allí en una de las oficinas nos aguarda la Doctora Bettina Hilt, presidenta de la Comuna. La funcionaria señaló que la “obra es fenomenal, algo que finalmente se pudo concretar, aunque no se ha podido inaugurar como corresponde por la pandemia, el contexto sanitario que nos toca vivir”. Indicó que “para los locales, los que vivimos a la vera de la ruta la inauguración es diaria y la verdad, no sé, a ciencia cierta, cuando tiempo tendrá que pasar para que cada uno de nosotros tomemos conciencia de la importancia de la obra”. Indicó, que antes del asfalto, con la “intensidad del tráfico de una zona muy productiva el estado del camino se fue deteriorando considerablemente, los arreglos que se hacían no alcanzaban, hasta que sale el primer trayecto (2013-2015), que unía Urdinarraín con Parera y luego el tramo Larroque-Irazusta, para luego culminar los kilómetros que faltaban y los 43 kilómetros quedar asfaltados en su totalidad”. Remarcó que el acceso a “Irazusta, un pueblo chico con características rurales y el asfaltado de 2000 metros en el casco urbano tienen un impacto social terrible”. Dijo que “hace un tiempo la gente comenzó a regresar a Irazusta en algunos casos, y en otros a elegir el lugar donde vivir, Incluso ha crecido la población y si no tenemos más vecinos, es porque no hay casas para alquilar, además la situación actual lleva a que se más difícil acceder a una vivienda”.
Dijo que es “muy feliz viviendo en el pueblo de una localidad con mucho aire de campo, tranquilidad y que cuenta con todos los servicios, tales como salud, educación en sus tres niveles, una oficina de Pami que atiende dos veces a la semana en la misma estación. Tratamos-continúa- que las “mayores necesidades de la población estén cubiertas a nivel local”. Hoy, por padrón, contamos con “365 habitantes fijos a los que hay que sumar personas que van y vienen destacó en relación a personas que realizan distintas tareas en el campo y en la construcción”. En cuanto a las obras complementarias, señaló que entraron en la “modificación de obras complementarias de la ruta 51 con 2.300 metros de pavimento, que equivalen a unas 20 cuadras aproximadamente con cordón cuneta, asfaltado e iluminación, obras que llega todas las instituciones públicas de la localidad, además de la 51 vieja, Calle Arturo Illia, en toda su extensión”. Sobre la radicación de industrias, en un futuro, indicó que “ninguna gestión sabía que iba a gobernar desde marzo del 2020 con una pandemia, menos nosotros aún que tuvimos que asumir la transformación de Junta de Gobierno en Comuna, una especie de pequeño municipio con las mismas obligaciones que las municipalidades. La posibilidad de alguna industria no está lejana, pero tiene que pasar un poco de tiempo para que se haga realidad”. Se mostró ilusionada con la “recuperación de una vía de comunicación tan importante como es el “tren y una línea uniendo, por ejemplo, Urdinarrain con Carbó no es algo imposible”. Sobre el rol de los vecinos señaló que “cuando nace una necesidad nace un derecho, y cualquier vecino, vecina que tenga una necesidad va a contribuir siempre y el gobierno va a estar receptando el cumplimiento de esa obligación, de ese compromiso que tiene con la población de darle una mejor vida y el derecho a las vías de comunicación que es un derecho constitucional”. Remarcó que de “ninguna manera niego que la ruta tuvo sus demoras, fueron los vecinos que con sus necesidades bien habidas puso el tema en el tapete, que el gobierno reciba el reclamo y lo cumpla en el caso de Irazusta con intereses, o compensando con obras complementarias”. La realidad de las escuelas La localidad cuenta con un “establecimiento educativo a nivel primario 19 Daniel Elías y la 6 “Julio Irazusta” de nivel secundario, además del Jardín de Infantes “Arroyito”. Gabriela Marchesini, la vecina de Colonia Stauber nos recibió en el establecimiento productivo de la familia feliz por “contar con la 51 asfaltada en su totalidad”. Dijo que se siente “orgullosa y partícipe de este suceso, luego de tantos años de remarla”. Recordó que “conformamos un grupo que se denominaba Ruta 51 en la cual participaban distintos actores como empleados, productores, vecinos, políticos que un poco rezagados a veces se acercaban”. Retrocedió a principios de la década del 90 “cuando inauguraron el jardín de infantes en Irazusta a poco de haber nacido mi primera hija que fue una de las primeras que concurrió al jardín con el detalle de que nuestro establecimiento está a siete kilómetros de la localidad. Teníamos ripio hasta la puerta de mi casa. En ese entonces agarraba el auto y la llevaba porque mi marido trabajaba y trabaja en el campo en tareas que le demanda mucho tiempo, máxime cuando teníamos tambo. Eso fue en el gobierno de Montiel al que le sucedieron otros. La cuestión es que Vialidad Provincial (Zonal XI) no atendió el camino como correspondía, agravándose la situación, a tal punto que no se podía circular. Teníamos tambo y como se sabe, la leche hay que sacarla todos los días. El camión que transportaba la leche llegaba a lo que hoy es la ruta 51 y cuando llovía, había que enganchar un acopladito al tractor y sacar la producción hasta Larroque peludeando unos 20 kilómetros. Eso por el lado del trabajo, y las discusiones que se generaban con los vecinos. Algunos te criticaban porque salías con el tractor y rompías el camino, pero otra no quedaba en una explotación tambera. Todo por gestiones que a esta zona, reiteradas veces, le dio la espalda. Tuve cinco hijos que concurrieron a la escuela de Irazusta que a la mañana dictaba clases en primaria y secundaria en horas de la tarde- Horarios diferentes y cuatro viajes al día en caminos que de tal tenían el nombre. Muchas veces llegábamos a mitad del camino y nos encontrábamos con camiones empantanados y volverte con el pedido de los chicos que te decían mamá yo quiero ir a la escuela y vos, impotente ciento por ciento, no podías hacer nada. En ese contexto criamos a nuestros chicos”. Mi esposo y tantos otros chacareros, continúa, cientos de veces “quedaron encajados con sus herramientas, dejando las mismas abandonadas en un mar de barro”. Y cuando “tenías una fiesta, un acontecimiento tenías que mirar el cielo, ver como estaba el tiempo porque si te agarraba una tormenta en el camino hacías noche en el vehículo, no llegabas a tu casa”, sostiene. Señala que el que “no lo vivió que ni hable”. Sin ánimo de generalizar indicó que “algunos señores que me traban de “Loca” de “Mal Hablada” porque simplemente les decía la verdad, `porque les pedía que nos dieran las condiciones para poder transitar; mientras ellos estaban sentados cómodamente detrás de un escritorio, que no abran la boca”. Antes de que llegara internet y todas las redes sociales “escuchaba hablar a funcionarios en LT41 y me engranaba sola porque decían que estaban en la ruta 51 llevando 10 camiones de brosa y era mentira”. Después “cuando Irazusta quedó realmente aislada de Larroque, la única manera de transitar era con un Unimog que yo conseguí, la “Loca” cómo me decían y dicen por una gestión que me hizo un periodista de la ciudad quien me consiguió un teléfono de Defensa Civil de Paraná. A los cuatro días de ese llamado y después de una visita de un legislador del oficialismo, me llamaron de Defensa Civil de Gualeguaychú, enterándome ahí de que existía ese organismo, retándome y porque había llamado a Paraná”. "La falta de caminos expulsó a mucha gente del campo, situación que se fue agravando con el correr del tiempo y hoy, en Colonia Stauber, zona donde se está ensanchando el camino y mejorando el acceso, quedan cuatro a lo sumo cinco familias de las originales", cerró.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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