La situación en el balneario

Staib informó que asambleístas recorrerán el camping con planillas para que aquellos turistas que quieran dejar sentado el hecho, lo hagan. Hoy martes concurrirán funcionarios de la Oficina de Vigilancia Ambiental al balneario con el mismo fin, y se labrarán actas.
“La mañana se presentaba parcialmente nublado con un fuerte viento del sector Este”, señaló a este diario uno de los guardavidas apostados en la playa. “A las 10, un olor nauseaubundo invadió el lugar y la zona de camping. Por una media hora, el olor a coliflor ácido se hizo sentir y los veraneantes nos preguntaban qué pasaba, a qué se debía ese olor, si tenía algo que ver Botnia”.
Más tarde, el viento cambió rotando al SE, para luego terminar soplando con fuerte intensidad del Sur. Se perdieron entonces 30 metros de playa por la sudestada.
Uno de los habitúes del balneario dijo que “la chimenea funciona a pleno con los días grises, nublados”.
A las 13, Martín Díaz, de Vigilancia Ambiental, junto con el asambleísta Jorge Fritzler, se embarcó un semi rígido para recorrer las aguas del río Uruguay y tomar muestras.
Francisco Veronesi vive en la casa que se encuentra en el mismo edificio de productos regionales, frente a la Estancia San Luis, a pocos metros de Pueblo Belgrano. “Fueron más de dos horas de un olor intenso que nos dejara impregnado el local y la casa. Al no haber viento, el aroma se mantuvo más que pesado. Lo que temíamos y advertimos en su momento es una lamentable realidad”, agregó.
En Pueblo Belgrano, desde las 10 de la mañana hasta pasado el mediodía, se mantuvo el evento de olor. Fueron atendidos en el Centro de Salud dos menores que llegaran con síntomas de mareos y náuseas: un niño de 11 años que venía desde el Ñandubaysal con sus padres, y una nena vecina de Pueblo Belgrano. Ambos fueron derivados al Hospital Centenario.
En la confitería “Skorpios” los concesionarios dejaron constancia del olor. Daniel Cuello, turista de Florencio Varela, estaba en el centro de la ciudad cuando percibió el olor, “que se fue intensificando a medida que regresábamos al camping”, dijo.
Los testimonios de otros acampantes fueron coincidentes: “sentimos olor a podrido durante la mañana. Desde la playa se veía salir mucho humo blanco de Botnia. Hemos venido otros años, y es la primera vez que se huele esto”, dijeron. “Es la primera vez que hay este olor. Creo que Botnia no tiene derecho a contaminar así el aire limpio que teníamos acá”.
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