La sociedad nativa según los censos

El primer empadronamiento en la villa fundada por Rocamora. Los recuentos poblacionales impulsados luego por Ramírez y Urquiza. Hasta la aparición de los censos nacionales.Marcelo LorenzoLa profesora de Historia Elisa Fernández, en diálogo con EL DIA, reconstruyó el perfil poblacional local en la primera centuria.El largo período que va desde la fundación de Gualeguaychú, en 1783, hasta la entrada al siglo XX, es rica en acontecimientos históricos y sociales.La Revolución de Mayo -cuyo 203° aniversario acabamos de celebrar- las guerras de la Independencia, las luchas civiles, la Constitución del '53 y la Organización Nacional, son algunos hitos importantes del ciclo histórico.¿Cuánto creció demográficamente Gualeguaychú en esta centuria? Según la profesora de Historia Elisa Fernández, que ha profundizado en el tema, el guarismo quizá sorprenda por lo bajo.En 1783, en el primer informe de población existente, Tomás de Rocamora menciona 256 personas (sin incluir peones y esclavos). En el segundo censo nacional, fechado en 1895, el recuento da, para la ciudad, 13.900 habitantes.La diferencia entre una y otra cifra, a la luz de los poco más de cien años que las separan, resulta acaso mediocre para los ojos contemporáneos. Pero no sorprende al investigador, que sabe que el tiempo histórico bajo estudio tiene un ritmo lento.Hay que pensar que no existían entonces los adelantos en la higiene y la medicina que conocemos hoy. Que la vida, aunque más simple en muchos sentidos, era más difícil.La guerra, que dejaba como saldo a muchas viudas, fue una realidad que atravesó este período, y actuaba como mecanismo de control poblacional por medios violentos.Fernández hace notar que Gualeguaychú (surgida por razones geopolíticas, ante el avance lusitano) tiene una vida colonial corta: "Es una villa que aparece en tiempos coloniales tardíos. Se funda en 1783. Y 27 años después, en 1810, se produce la Revolución de Mayo".Estamos hablando, dice, de una "estructura social simple" de pastores y labradores. Predomina una economía de subsistencia, con base ganadera.La fundación de la villa produce cierta euforia, pero los proyectos de los vecinos empiezan a fracasar, en especial por la falta de tierras libres alrededor de la planta urbana (por la presión latifundista de los estancieros).De ahí que muchos pobladores prefieren volver a la zona rural. Este éxodo explicaría en parte que cuatro años después del informe de Rocamora, en 1787, cuando el alcalde José Nadal, lleva adelante el primer censo, la población de la villa se muestra estacionaria, con tendencia a decrecer.Ese padrón registra 60 vecinos, que en realidad son cabezas de familia. Cada grupo familiar, además, incluye ahijados y esclavos. Así totalizan 284 personas. Este recuento tiene un rasgo risueño: Nadal olvidó anotarse él y su familia (lo que sugiere lo primitivo de la técnica de conteo).Como sea, según refiere Fernández, "una de las consignas de las Leyes de Indias, dentro de las medidas que disponía ante cada fundación, como elegir el lugar y distribuir la población, era realizar el padrón de los habitantes de la villa".¿Por qué se censaba sólo a los jefes de familia? Porque entraban dentro de la categoría de "vecino", el único con derecho a participar en la magistratura local, y que debía reunir algunas condiciones: tener una casa poblada, formar parte de la milicia y tener una actividad reconocida en el cabildo.En este primer padrón, según Fernández, abundan los españoles. Pero también hay muchos criollos (hijos de españoles nacidos en esta tierra). "Es el caso de Esteban Díaz, que fue el primer alcalde. Nació en Paraguay, pero sus padres eran españoles", ejemplificó.El empadronamiento menciona a algunos esclavos, como parte del patrimonio de las familias, en tanto que no figuran los aborígenes. Quienes tienen derecho de vecindad, de última, son los blancos criollos y europeos."Entre ellos se establece una relación de parentesco y reciprocidad. Las conexiones familiares son notables, generando una trama social consistente", refiere Fernández.¿Hay alguna medición que permita saber qué población había en la villa al momento de producirse la Revolución de Mayo?, inquirió este diario. "Sobre ese período no hay datos. Aunque hay información que indica que en 1800 había alrededor de 1.280 personas viviendo en la villa", respondió la entrevistada. El censo de 1820 Con el general Francisco Ramírez comienza el concepto político de 'patria chica' o 'entrerrianía'. A partir del bando del 29 de septiembre de 1820 establece la República de Entre Ríos.Eran tiempos en que los pueblos que habían roto ya con la corona española, buscaban una forma de organización política. Empezó entonces la puja entre unitarios (que preconizaban el centralismo porteño) y federales (que defendían las autonomías de los pueblos del interior).El caudillo entrerriano fue un adalid de la causa federal. Y ejecutó, en este contexto, las primeras acciones orientadas a construir el nuevo estado. El territorio entrerriano se dividió en dos departamentos separados por el río Gualeguay: el de Bajada al oeste y el de Concepción del Uruguay al este.Una medida administrativa y política importante de Ramírez fue el censo general de población. El empadronamiento permitió conocer la cantidad de pobladores, su procedencia, sexo, estado civil, edad y las actividades económicas.Este registro menciona que mientras la villa totalizaba 804 vecinos, en la campaña había 779 habitantes (lo que delata equilibrio entre la zona urbana y rural), con lo cual la población total suma 1.583 personas.Hay un dato a resaltar: habría una disminución de la población de la villa. "En efecto, eso surge si comparamos los 804 habitantes de 1820, con los 1.280 que se presume que había en 1810. Al explicar las causas del fenómeno, tenemos que pensar que estamos en tiempos de guerra, lo que hace disminuir la población", reflexionó Fernández.Según este censo, en la villa predominan los labradores, una veintena de comerciantes, ocho hacendados, y algunos "mercenarios". Censo de 1825 La entrevistada mencionó que el recuento de personas está atravesado por la evolución política, en lo tocante a la población bajo escrutinio. El conteo antes involucraba a un súbdito de la Corona. El proceso revolucionario modifica el estatus de las personas."Empieza lentamente a formarse el concepto de ciudadanía, de alguien con derechos políticos, que incluye la participación en elecciones libres. Creo que Ramírez tenía claro este concepto, pero no termina de cuajar. Porque con su muerte se termina el experimento de la República de Entre Ríos. Habrá que esperar el gobierno de Lucio Mansilla", afirmó.Fue efectivamente Mansilla quien habla de Provincia de Entre Ríos, y es en este marco institucional donde aparece el de ciudadanía independiente, más allá de que todavía no se había dado una Constitución ni resuelto si ella sería unitaria o federal.Mansilla dispone un nuevo censo, que al final fue realizado durante la gobernación de Juan León Sola, en 1825. En esa oportunidad se registraron 1.353 habitantes en la localidad y 1.015 personas en las costas del Gená.Es decir, la villa -que en 1820 tenía 804 habitantes- casi duplicó su población en 5 años. Entre los datos interesantes de este censo figura que por primera vez se registra la composición étnica de la población.Fernández atribuye la novedad a los efectos de la Asamblea de 1813 que había declarado la "libertad de vientres", por la cual los hijos de los esclavos nacidos a partir de ese año eran libertos.Aunque hay que esperar a la Constitución de 1853 para que se declare formalmente abolida la esclavitud, esa Asamblea dio un paso importante en esa dirección."En el censo de 1825 ya los negros figuran con nombre y apellido. Por ejemplo aparece un José Gil Díaz, oriundo de Gualeguaychú, de 6 años de edad", destacó la entrevistada.Según los guarismos, que tomó en cuenta el color de la piel, la mayoría de la población es blanca (69%), le siguen los indios (15%), pardos o mestizos (8%), negros (7%), trigueños (1%)."Una de las cosas importantes de este censo -agrega Fernández- es que incorpora el tema de la salud. Pregunta si se está vacunado o no contra la viruela. Hay un interés sanitario que empieza a manifestarse lentamente en los censos posteriores". Censo de 1849 El censo dispuesto por Justo José de Urquiza, por entonces gobernador de Entre Ríos, se efectuó en Gualeguaychú en diciembre de 1848. Llama la atención por qué el recuento se anticipó en la ciudad, ya que ordenó que se realizara en el resto de la provincia en 1849.Ahora la villa tiene 2.824 habitantes, es decir el doble de población con respecto al censo de 1825. La campaña, en tanto, registra 3.892 habitantes. De esta manera, el departamento Gualeguaychú, con 6.716 habitantes, se ubica en el tercer lugar, después de Paraná y Concepción del Uruguay.Un documento oficial de la época lo describía así: "Su territorio desde la barra del Gualeguay, Paraná abajo hasta la barra del Gualeguaychú, correspondiendo a la Villa y sus suburbios y los distritos Sarandí, Costa del Uruguay, Dos Hermanas, Campo Florido, San Antonio, Genacito, Cuchilla Redonda, Alarcón, Talita, Perdices, Ceibas".Con respecto a la economía se habla de hacendados, jornaleros, postillones y labradores. Entre los oficios se mencionan: albañiles, ladrilleros, maestro de posta, capataces, platero, negociantes, un maestro de niños y un marinero.Hay que pensar que Gualeguaychú se convirtió en el "centro de operaciones" del futuro vencedor de Caseros. Quien sería el hombre más importante del país, el presidente de la Confederación Argentina, bajo cuya protección se organizó institucionalmente el país, había ascendido a la villa de San José de Gualeguaychú a ciudad en 1851 (un año antes del triunfo frente a Rosas)."Al convertirse en centro de las actividades de Urquiza, la localidad tuvo un crecimiento impresionante. En 1853, año de la Constitución Nacional, había casi 5.000 habitantes en Gualeguaychú", refirió Fernández. Los censos nacionales Transcurría el año 1868. El presidente Domingo Faustino Sarmiento dispuso que se hiciera el Primer Censo Nacional de Población y Vivienda.La medición en Gualeguaychú contabilizó una población urbana de 9.553 habitantes y una población rural de 8.621 personas. Según Fernández, aquí y en el resto de la provincia, ya se dejaba ver población foránea, producto de la política inmigratoria urquicista.Gualeguaychú pasó a ocupar el segundo lugar en la provincia por su cantidad de habitantes. En el censo el gobierno ya no sólo preguntaba por los oficios, sino también si la gente sabía leer y escribir."Es algo interesante, porque se está evaluando el nivel cultural de la población. Hay que pensar que la Ley 1.420, que dispuso la educación gratuita, laica y obligatoria, recién fue sancionada en 1884, durante la presidencia de Julio A. Roca", explicó la entrevistada.El Segundo Censo Nacional fue realizado en 1895, durante la presidencia de José Evaristo Uriburu. La ciudad de Gualeguaychú contabilizó en ese año 13.900 habitantes.Fernández dijo que el censo reveló, entre otras características, un sesgo fiscal, toda vez que la encuesta buscó averiguar la condición de los propietarios. "También vuelve a retomarse el tema de la salud de la población. Hay una incipiente preocupación por la discapacidad. Los términos científicos todavía no estaban tan desarrollados. Se pregunta, así, si el consultado es sordo, loco, idiota o ciego. Y se indaga si tiene bocio (que es el aumento de la glándula tiroides)", señaló.Otras de las preguntas eran relativas a si la persona en cuestión sufría invalidez por guerra (acaso vinculado a la Guerra de la Triple Alianza, que tuvo lugar entre 1864 y 1870). Ficha técnica Elisa María Fernández es Maestra Normal y profesora de Historia, egresada del Instituto 'Sedes Sapientiae'. Ha ejercido la docencia en los niveles primario, secundario y terciario. Es investigadora y escritora.Es coautora del libro "Entre Ríos, huellas de nuestra historia", y autora del capítulo "Hacia la urbanización del paisaje" que integra el libro "Historia de San José de Gualeguaychú. Desde sus orígenes hasta 1883".Realizó la transcripción de la documentación del censo de 1825 en la villa de Gualeguaychú y un análisis de esos datos de población, material publicado en la Revista de Genealogía de Entre Ríos N°X.Fernández fue asesora curricular en el suplemento del manual para 4° grado "Entre Ríos. Ciencias Sociales" del grupo Macmillan/Puerto de Palos. Ha colaborado en la Asociación Argentina de Investigadores en Historia (Asaih) y ha publicado artículos en la prensa local.
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