
Más de un tercio de los domicilios tiene mal construidos los desagües pluviales. El cálculo se desprende del primer muestreo de la inspección que lleva adelante el municipio.En la zona céntrica, de las primeras 37 viviendas visitadas, en 13 se debería modificar la conducción del agua de lluvia para evitar la saturación de la red cloacal en la capacidad del transporte hacia las lagunas sanitarias. Estiman que en la periferia de la ciudad el porcentaje de irregularidades podría aumentar.El clima lluvioso y la recurrente saturación del sistema cloacal llevaron a que desde el municipio por fin se tomara la decisión de poner en marcha la inspección domiciliaria para verificar la construcción reglamentaria de los desagües pluviales.Nunca es tarde, pero de haberse hecho antes quizá muchos vecinos, y hasta en el mismo palacio municipal, se hubieran evitado el reflujo de los líquidos cloacales. Cabe señalar que como complemento, también deber ser exigible a los vecinos la presentación de planos antes del comienzo de nuevas construcciones, otra histórica ausencia del estado en materia de contralor que colaboró para llegar al actual escenario. Los inspectores municipales, que hace dos semanas comenzaron su tarea en la zona céntrica, pudieron comprobar un sensible porcentaje de domicilios con sus desagües fuera de reglamentación. De acuerdo a la ordenanza sus propietarios deberán modificar los sistemas en un plazo máximo de seis meses para evitar la multa correspondiente.Es de esperar que a medida que la inspección avance y se aleje del centro, la cantidad de casos pueda aumentar ya que se supone que hay menos control y menor inversión. Ante el vacío legal o la no aplicación de las ordenanzas que regulan la edificación, muchos larroquenses han tratado de simplificar y no encontraron mejor solución para el agua que cae del cielo que conducirla por sumideros y canaletas a la red sanitaria.