Las estafas telefónicas vuelven a la carga
Aprovechando el aluvión de turistas que han arribado a la ciudad y que todo es un caos, se conocieron ayer al menos cuatro casos donde personas recibieron llamados telefónicos advirtiéndoles que tenían a un familiar secuestrado, pero solo uno de estos casos realizó la denuncia.La Policía se encuentra trabajando a destajo y con todo su personal recargado en un cien por cien. A pesar de todo este esfuerzo, no se llega a prevenir todos los delitos y mucho menos lo concerniente a estafas telefónicas.Según trascendió, al menos cuatro casos se produjeron ayer pero solo uno confeccionó la denuncia en la Jefatura Departamental. La posible víctima fue un hombre de 36 años que se encontraba trabajando y recibió un llamado advirtiéndole sobre el secuestro de su propio padre.Gran sorpresa y estupor le causó recibir esta información, donde además le dijeron que conocían el nombre de su madre y muchos otros datos particulares. También lo amedrentaron diciéndole que su padre había sido víctima de un paro cardíaco pero que se encontraba en buen estado de salud y en las termas de Pueblo Belgrano.Le pidieron dinero en efectivo sin precisarle una suma, sino que le pidieron lo que tuviera a mano. La idea del delincuente al otro lado del teléfono era que la víctima comprara tarjetas telefónicas de celular y le pasara los códigos de las tarjetas.Le exigieron que no se comunicara ni con la Policía ni con los medios de comunicación, pero fue en ese momento que ingresó una secretaria a su oficina y el hombre le alcanzó a escribir en un papel que tenían secuestrado a su padre.La mujer alcanzó a advertirle que su padre se encontraba en una oficina lindera y que estaba muy bien de salud. El hombre colgó inmediatamente la comunicación y concurrió a la otra habitación para certificar lo dicho por su secretaria.El estafador siguió llamando pero no contestaron a esas llamadas. Luego se conoció que antes de todo esto se habían comunicado con la madre del hombre víctima de la posible estafa, quien en su desesperación habría brindado los datos suficientes para que el delincuente los utilizara en su beneficio.La Policía ha pedido expresamente que ante cualquier llamado de estas características no hay que entrar en desesperación porque eso juega a favor del delincuente y lo que se debe hacer es colgar inmediatamente la comunicación y dirigirse a la comisaría más cercana.Es común que la metodología siempre sea la misma. Llaman al azar y se hacen pasar por la Policía o médico del Hospital que le informa que un pariente suyo tuvo un accidente. En ese momento de desesperación, uno comienza a volcar datos sin darse cuenta por el estado de shock y eso luego lo utilizan en su contra.Hay que destacar que de los casos conocidos, ninguno llegó a consumarse pero las estafas están a la orden del día y cualquiera puede ser víctima de estos llamados al azar.
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