IMPULSAN EL "PLAN AHORRO"
Las nuevas tarifas de luz y gas se conocerán en “los próximos días” e incluirán subas de hasta $5.000
“Si no reducimos el déficit, se genera el impuesto más injusto, la inflación”, dijo la secretaria de Energía Flavia Royón. Ratificó que no habrá aumento para el nivel de bajos ingresos y que para los sectores medio y alto será en 3 tramos a partir de septiembre y puede ir desde 1.200 a 5.000 pesos.
En un claro contraste con la política energética de los anteriores gobiernos kirchneristas y de la que aplicó hasta ahora el del presidente Alberto Fernández, la nueva secretaria de Energía, Flavia Royón, enfatizó hoy la importancia del ahorro y la eficiencia energética, aunque se cuidó de dar demasiados detalles sobre los aumentos de tarifas que –dijo- se conocerán “los próximos días, no tiene que pasar de la semana que viene”.
“Si no reducimos el déficit (fiscal, que en gran medida se debe a los subsidios a la energía), se termina en el impuesto más injusto de todos, que es la inflación”, dijo la integrante del equipo económico que encabeza Sergio Massa y exsecretaria de Energía y Minería de Salta.
“Queremos que el sistema sea más justo y que de hablar de subsidios pasemos a hablar de eficiencia, no solo en el consumidor, en las casas, que concienticemos que la energía es un bien preciado, que hay que cuidarlo”, dijo la funcionaria en una entrevista por radio Mitre, e insistió en que “la agenda de eficiencia energética” debe aplicarse “tanto en la oferta como en la demanda”.
El énfasis de la flamante secretaria es el exacto opuesto de los gobiernos de Cristina Fernández, quien se jactaba del alto consumo de energía residencial. “¿Saben cuántos barriles por cabeza, por cabecita de argentino consumimos en la Argentina? 2,53 barriles de petróleo anuales. ¿Saben cuánto consume Brasil per cápita barriles por año? 0,59; Chile, 0,89 y Brasil 0,92. O sea, que en la Argentina, per cápita en consumo energético, por así decirlo, consumimos 329% más que Brasil, 184% más que Chile y 174% más que Uruguay”, subrayaba en 2013 la entonces presidente en un discurso en Río Gallegos, al cotejar el consumo energético argentino contra países de PBI per cápita similar, uno de clima comparable, como Chile, dada la extensa frontera longitudinal, y otro como Brasil, de un desarrollo y un tamaño industrial muy superior al de la Argentina. Era casi un elogio del derroche.
“Estamos trabajando contra-reloj, la expectativa era hacerlo este jueves, pero no es un tema sencillo, la base de datos es importante y la premisa es que esta es una actualización de tarifas para quien realmente la pueda afrontar”, explicó Royón, quien dijo que están cruzando bases de datos para evitar errores. Mucha gente, señaló, no se anotó en el “Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos” (RASE) por falta de acceso a internet y se busca evitar que hogares de bajos ingresos sean alcanzados por los aumentos. “Queremos que el subsidio llegue al que más lo necesita y que tengamos un sistema más justo; esto es una prioridad, entendemos que no tiene que pasar de los primeros días de la semana que viene”.
“Si no reducimos el déficit termina siendo el impuesto más injusto, que es la inflación”, enfatizó la funcionaria. En cuanto a los tres segmentos (de altos, medios y bajos ingresos) sobre los que se aplicarán las nuevas tarifas, dijo que no necesariamente los 4 millones de personas que no se anotaron (en el RASE) tendrán aumento. “Hay gente que no se anotó y tiene condiciones de vulnerabilidad, las estamos buscando para identificarlas y que no le llegue la actualización”.
Algunas cifras
En cambio, señaló que quienes no se anotaron y son de alto poder adquisitivo (más de $ 365.000 de ingreso del hogar) tendrán una actualización en tres tramos. “El primer tramo va a ser, si uno quiere, el más importante. Las últimas dos cuotas, por decirlo de alguna manera, van a ser menores”, señaló. Consultada sobre los valores que tendrían las nuevas facturas, dijo que “depende de los consumos de cada uno”, aunque los montos de aumento –arriesgó- pueden ir de $ 1.200 a 4.000 o 5.000 pesos”.
“Queremos que el sistema sea más justo y que de hablar de subsidios pasemos a hablar de eficiencia, no solo en el consumidor, en las casas, que concienticemos que la energía es un bien preciado, que hay que cuidarlo”, enfatizó la funcionaria, quien dijo que pretende llevar “la agenda de eficiencia energética” tanto a la demanda como la oferta de energía.
La premisa, señaló, es que “la tarifa social no va a sufrir actualización; la idea es atender al que más lo necesita” y que las personas de alto poder adquisitivo “tengan claridad de cuánto va a ser la actualización”. Al respecto, señaló que los aumentos van a ser menores a la evolución de los salarios, medida por el “Coeficiente de Variación Salarial”, pero a su vez destacó que con los aumentos salariales que hubo “ya llevamos retraso” en la actualización de tarifas. Además, precisó que el aumento será en tres tramos, el primero de los cuales será en septiembre.
Royón fue más bien esquiva en cuanto a casos como el de los inquilinos o de personas de bajos ingresos o jubilados que deben pagar expensas de consorcios, considerados “grandes consumidores”.