Las presiones deportivas y artísticas en los chicos, un fenómeno que sigue avanzando
Profesores de tenis, danzas clásicas, entrenadores y psicólogos dan su opinión sobre una problemática social que se ha instalado. Las presiones y la mirada sobre el resultado por sobre el proceso de aprendizaje y hasta integración social en la vida de los niños.Rubén Skubij / Mónica Farabello / Carlos Riera / Guillermo Navarro El tenis es uno de los deportes individuales más elegidos por los chicos, Ciro Delcanto trabaja desde hace 27 años como profesor de tenis. A los 8 años comenzó a jugar, como instructor; se inició en Tenis del Sol (permaneciendo 7 años) para continuar en Juventud Unida donde lleva 20 años.Expresó que "los tiempos han cambiado, antes ver a un chico/a a los 8 años llamaba la atención, ahora se inician con menos años. La mayor presión la ponen ellos mismos, siempre están interesados en ganar". Ante ese panorama, estimó que "los profesores se las debemos bajar".Otro punto a tener en cuenta en esta situación es la actitud de los padres. "Todo ha cambiado, la difusión mediática de este deporte hizo que la expectativa de los grandes vaya en aumento, cosa que antes no sucedía, salíamos a jugar para disfrutar de la raqueta".El papá de Ciro también fue profesor de tenis, "sin embargo jamás me presionó, cosa que ni yo ni los colegas en Entre Ríos la practicamos, todos estamos en contacto y coincidimos en cómo hacer ver este deporte que es individual".Aclaró que "no sucede lo mismos en Santa Fe o Buenos Aires donde es una leonera, la presión es mucha y los códigos son diferentes. Lo vemos cuando participamos en los torneos nacionales".- ¿Qué se le dice a un padre que ve a su hijo como potencial deportista?Hay padres y padres, trato en lo posible que vean la realidad, es muy fácil fantasear con un chico que juega más o menos bien. En Argentina hay miles de chicos en esas condiciones, es un semillero impresionante, incluso a nivel mundial. Después llegan muy poquitos pero por otras realidades.Trato en lo posible cuando observo algún tipo de presión conversarlo con el mayor, contarle cómo es el mundo que rodea al tenis. No me ha pasado nunca, porque siempre conversando uno se entiende, pero en el caso de que no se pueda llegar a controlar y si tiene otras expectativas con relación a su hijo, lo mejor es que piense en otra academia".Aclaró que "esto lo digo por el bien del nene aunque la presión depende del entorno aunque en Gualeguaychú y Entre Ríos este punto está bastante bien manejable, tenemos coincidencia todos los profesores, nos hemos puesto de acuerdo, somos amigos y sabemos lo que queremos de los chicos y chicas".Aclaró que el tenis "es muy individualista, tiene ciertas particularidades, la responsabilidad es de la persona que está en la cancha. La diferencia entre los fenómenos que llegan y los grandes jugadores es mental, y tiene mucho que ver con las presiones".Ciro Delcanto es el responsable de un equipo de instructores con 150 niños y adolescentes (algunos mayores) que concurren a las cuatro canchas del club. "Estamos rodeados de chicos que aprenden y se divierten".Las presiones de los padresEl entrenador de tenis del Club Neptunia, Cristian Spektor confirmó que "es habitual ver la presión que ejercen algunos padres; unos conscientemente y otros tal vez sin darse cuenta, pero el efecto que generan en los chicos es el mismo".Al respecto argumentó que "los más chicos notan esa presión y el efecto es totalmente negativo porque muchos terminan bloqueándose y es algo contraproducente".Spektor destacó que en estos casos, intenta dialogar con los padres y también con los chicos y aseguró que muchos de sus alumnos van al psicólogo para manejar las presiones. "Es muy difícil que un padre reconozca que está presionando a su hijo y lo mande a un psicólogo, pero intentamos siempre trabajar con profesionales y gente que sepa cómo contener a los chicos".Además, destacó que a pesar de ser chicos y menores de edad, la presión de los padres depende de la cabeza de cada uno de los chicos.****** "La vida no pasa por una medalla o una copa"La profesora de danzas Elisa Zonis, cuenta con una trayectoria de 35 años en la ciudad. Ha realizado exitosos espectáculos y continúa enseñando a niños, adolescentes y adultos.Elisa se instruyó además en metodología infantil, para lograr un vínculo fluido con sus alumnas. "Yo siempre les enseño el amor a lo que uno hace para que nadie sienta que venir a bailar es un peso o una obligación".De todos modos destacó que aún en las niñas más pequeñas, no es sólo juego, porque también se esta preparando a una bailarina."Lo importante es hacerles sentir a ellos que cada uno es importante. Todos tienen cosas lindas para dar, nunca dejar de lado a nadie", expresó. En cuanto a la competencia en niños, Elisa Zonis opinó: "Respeto a los demás y son otros criterios, pero a mi no me gusta la competencia en los niños. Quiero que lo disfruten; nosotros hacemos muestras en el Teatro y todos lo disfrutan junto a las familias y los amigos, porque la vida no pasa por una medalla o una copa".Asimismo, la profesora aseguró que rescata y realza mucho la parte humana. "Cuando ellos llegan a una edad que ya saben lo que están haciendo, pueden decidir si quieren seguir en la danza como una carrera, competir o hacer lo que, pero mientras sean niños dejemos que disfruten de la niñez".La etapa de la imaginaciónElisa Zonis cuenta que de 3 a 5 años, las niñas juegan e imaginan ser princesas. "Es una etapa que es muy importante porque es donde se inician. Donde ellos tienen el encuentro con algo que les gusta, y donde nosotros mediante un cuento estamos haciendo bailar una nena imaginándose que es una princesa y que está en el medio del bosque, pero no estamos jugando solamente, estamos aprendiendo nuestros primero pasos", explicó.En cuanto a los cambios en el cuerpo de las niñas al crecer, la profesora aseguró que es importante "no hacer notar ninguna diferencia, porque a veces hay nenas que genéticamente van a ser delgaditas toda la vida y otras nenas vienen en proceso de cambio. Entonces al momento de bailar, no hay diferencias".Asimismo, Elisa aseguró que "todas sus alumnas se lucen" y además le da la libertad de elegir qué es lo que quieren hacer. Cuido mucho el respeto hacia el alumnado y hacia los padres".Además, expresó que en la adolescencia "charlamos mucho con las chicas sobre el tema del cuerpo y la alimentación. No me gustan las presiones, acá son todas iguales, porque la idea es que hagan un deporte, que bailen, lo que ellas quieran, pero no me gustaría nunca ver una nena llorar porque no ganó una medalla".Finalmente, Elisa destacó el trabajo en conjunto que realiza junto a las profesoras Lorena Capurro y Claudia Vaispapir. "Yo sé cómo trabajan y confío en que tienen el mismo criterio que a mi me interesa aplicar en mi academia".********** El docente como formador de valoresEn 1980 se recibió de profesor de Educación Física uno de los docentes más reconocidos en Gualeguaychú dentro del área por su actividad en distintas instituciones a lo largo de estos 32 años.Jesús Legaria ha estado vinculado a la formación deportiva de chicos, principalmente en el básquet y ha transitado por distintos clubes cumpliendo esta labor. Es más que una persona autorizada para hablar sobre el tema en cuestión.Además, desde hace años, se encuentra al frente del Instituto José María Bértora, perteneciente al club Central Entrerriano. Ha cumplido con la función de rector y tiene una visión muy particular en el plano educativo.En primer término confesó que los tiempos han cambiado mucho a lo largo de sus 32 años de profesión. Antiguamente la palabra del docente era muy respetada por los padres de los alumnos, en la actualidad eso ha cambiado y en algunos casos para mal."Llevo 32 años en forma continua haciendo lo que me gusta y más quise hacer en mi vida que es justamente formar jóvenes, niños, adolescentes, y durante todo este tiempo, durante toda esta trayectoria he pasado gratos momentos y otros no tantos", comentó Legaria."En estos momentos vivimos en una sociedad complicada, difícil, pero el que es realmente educador y siente la educación como un aspecto primordial en la vida de una sociedad en democracia, no pierde nunca sus hábitos", prosiguió.También cree que el docente de hoy debe "estar preparado en muchas facetas, no solamente en la transmisión de contenidos sino que fundamentalmente en la relación humana"."El deporte es una herramienta para la formación más allá que el día de mañana pueda llegar a salir un jugador de elite, un deportista de elite. El deporte social, el deporte de los clubes, el de los barrios, apunta a que podamos lograr una serie de factores que hacen que ese individuo mejore su calidad de vida a través de controles de salud, a través de distintos aspectos que están vinculados a la higiene personal. Cuando se charla con los padres, los padres generalmente deben interpretar la situación y a partir de ese momento comienzan a ver al deporte o a la práctica con otra visión", explicó.- ¿Inciden en forma negativa los padres sobre los hijos?- Fundamentalmente en la parte deportiva específicamente.- ¿En la parte educativa no se ve tanto?- Y en la escuela es todo un tema. Una anécdota que siempre cuento. Cuando uno iba al secundario, hace ya varios años, y llamaban a los padres. Normalmente papá me daba una paliza antes de salir y otra paliza a la vuelta porque normalmente se lo llamaba cuando había alguna dificultad, alguna travesura de la época. Hoy en día esa situación en cierta manera se ha modificado. Nosotros tenemos casos puntuales de padres que llamamos por distintos motivos y están enseguida, tratando de interiorizarse, de preocuparse por la situación. Tenemos otros padres que por ahí les es indiferente y tenemos otros que....- ¿Responsabilizan al docente?- Exacto. O a la institución. Hay de todo. Por suerte al menos en nuestro Instituto tenemos un alto porcentaje de padres que están totalmente comprometidos con la institución, saben cuáles son sus raíces, sus fines y sus objetivos y colaboran y apoyan mucho. El gran desafío de la actualidad es estar a la altura de las circunstancias y eso significa estar preparados en una serie de facetas que hoy por hoy nos exigen los adolescentes a la cual nosotros como educadores tenemos que dar respuesta.- ¿Las presiones en el ámbito deportivo son contraproducentes?- Sí, en muchos casos sí. Lleva a situaciones que a veces el chico por tanta presión que recibe, deja el deporte. Existen padres que quieren que el chico haga lo que realmente no puede hacer en esa etapa de su vida por varios factores, porque no se ha desarrollado, porque le faltan condiciones, le falta más práctica. Ahora estoy alejado de las divisiones de minibásquet, pero suelo ir a ver a mi nieto y veo padres que pretenden que sus hijos sean jugadores de NBA. Es un daño porque el chico se empieza a sentir presionado de tal manera que opta por lo más grave de todo que es abandonar la práctica deportiva.- Pero esto no se ve solo en las canchas de básquet, hay violencia en el fútbol infantil- Uno de los principales problemas que acarrea las situaciones de violencia dentro del campo de juego se ve justamente a que hay tanta presión de afuera. Y no solamente presión. Estamos hablando hasta de violencia física entre padres. Violencia de arrojar obstáculos dentro del rectángulo o de la cancha de fútbol. Y obviamente eso quieras o no contagia a los niños. Y por eso gran parte de esa responsabilidad está en los que conducen la actividad, los formadores, en los educadores.******** "Cuando lo preparan para ganar, termina siendo estresante la presión para no perder"Para la psicóloga y psicoanalista de niños y adultos, Diana Goycochea, las presiones que los grandes (los padres por ejemplo) ejercen sobre los chicos en el deporte, se relacionan en gran medida con sus propias frustraciones y a la extensión que puedan hacer de su niñez reflejada su hijo.La profesional, que también es especialista en Mediación, explicó que "todo deporte trae aparejada la competencia a tal punto que en un grupo se puede competir con el de al lado". "En un equipo de fútbol, por ejemplo, que uno quiera convertir más goles que otro no esta fuera de lugar, sin embargo la idea de equipo y de grupo se debe trabajar desde el punto de dar para recibir, lo que se llama cooperación", precisó.En ese sentido, remarcó que "está visto que la convivencia en un grupo deportivo no tiene tanto que ver con la competencia sino con la cooperación, porque la competencia está más ligada a la idea de matar o morir"."En un partido de tenis es así porque ganás o perdés, no hay otra posibilidad", ejemplificó y agregó que "no quiere decir que no deba aprender que a veces se pierde porque en la vida se pierde, y cuando no se desarrolla la capacidad de tolerancia a la frustración es muy difícil de soportar después; de todos modos la vida sola se encarga de pegarte duro y te demuestra otras cosas".Respecto a las presiones que ejercen los mayores sobre los niños para que se destaquen en un deporte, la psicóloga aseguró que "estamos en una dinámica de la vida cotidiana, ligada al individualismo y al consumismo, que hace que los padres quemen etapas de los chicos, y ese consumismo o ese 'tapar con dinero y regalos' en lugar de afecto, cariño, calidad de vida, hace que los chicos quemen etapas y que esto ayude a la presión".En ese sentido Goycochea dio un claro ejemplo: "hay casos de nenas que los lunes van a danza, los martes a patinaje artístico, los miércoles a aikido y los jueves a aprender a bailar árabe, y todo eso le quita tiempo libre y los chicos también se estresan"."Llevado a un extremo, cuando uno piensa en el abuso, que es el poder de un adulto sobre el niño, se torna así porque nadie le pregunta a esa persona si quiere hacer eso", señaló y sentenció: "los grandes muchas veces canalizan por los chicos sus frustraciones".Competir vs. ganarPor otra parte, la psicoanalista insistió en que "cuando a los chicos se los prepara para competir y ganar, hay que trabajar la idea en ese niño que también se puede perder, porque si es talentoso, muy bueno en lo que hace y se lo apunta para que sea ganador, puede terminar siendo estresante la presión de no perder nunca".Destacó que "las crisis siempre son una oportunidad de crecimiento y una posibilidad de cambio y a veces perder no es malo, a veces uno pierde cosas para ganar otras", y afirmó que "eso debe darse en los grupos porque la convivencia esta fundada en el perder para ganar, en esa cuestión de que algo mejor vamos a hacer juntos, pero algo más que la suma, construir un proyecto es estar dispuesto a perder algo, a ceder algo, pero no es una lucha de vida o muerte".En ese sentido, precisó que "el individualismo o esa idea de vida o muerte, forman parte de la educación que se recibe en la casa donde el chico comparte cosas con sus hermanos, por ejemplo, y puede hacerlo sin sentir que pierde; todo eso hace que uno sepa que lo individual no vale tanto como pareciera".Violencia vs. agresividadOtro punto analizado por la psicóloga en diálogo con elDía, fue el referido a la violencia que muchas veces transmiten los mismos padres, reprendiendo de mala manera públicamente a sus hijos, y a la confusión que hay en relación a la agresividad."La violencia esta en todas partes, pero cuando un papá actúa en público insultando a su hijo, gritándole porque cree que no juega bien o no hace lo que debería hacer, tiendo a pensar que ese padre actúa así con ese nene en otras cuestiones cotidianas; si insulta a su hijo en una situación de ocio, imagino que de alguna manera hará algo similar en otro momento", sentenció.Goycochea resaltó además que "no debe confundirse violencia con agresividad, porque lo agresivo es saludable, necesario, pero pasado cierto límite se transforma en violencia". Y ejemplificó: "que un chico en básquet sea agresivo significa que corre la pelota, marca con presencia, esta siempre en las jugadas, que cumple con lo que tienen que cumplir; pero si le pega con el codo a otro, lo empuja, lo pisa, utiliza formas que no corresponden con el juego, es violento".- ¿De quien es la máxima responsabilidad de la formación del niño a nivel deportivo?- El rol de los profesores no es educar a los chicos. Entonces tiene que ver con la responsabilidad o no de los padres, que piensan muchas veces que en la escuela el chico debe aprender hasta a orinar, porque en definitiva es la sociedad la que espera de la escuela cosas que son básicas, pero la escuela está para otra cosa.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios