LAS CAUSAS Y EL PORVENIR DEL SECTOR
Las ventas de electrodomésticos cayeron hasta un 55% en diciembre
La crisis y la incertidumbre preelectoral afectaron el sector. Muchos compraron por adelantado antes del balotaje, dejando un estancamiento los números. Sin embargo, los comerciantes confían en una reactivación del consumo si el poder adquisitivo vuelve a ser generalizado.
Amílcar Nani
Lo agradable del ambiente, refrigerado y fresquito a fuerza de aires acondicionados y ventiladores, contrasta con el calor que se siente en la calle. Sin embargo, y aunque el lugar está abierto a todos los que estén interesados en averiguar algo, estos sitios están prácticamente vacíos. A lo sumo entra uno a preguntar por una mesa de planchar, una pareja de recién mudados que tienen que equipar algunas habitaciones con ventiladores de techos u otra pareja que entra al rato para preguntar por presupuestos para comprar una heladera.
Lo cierto es que el rubro de las tiendas de artículos del hogar y electrodomésticos también están siendo golpeadas por la realidad económica que castiga el presente de casi todos los sectores de la industria y el comercio argentino. Si bien ahora se está en la etapa baja de ventas, el gran cimbronazo lo sintieron el mes pasado, en diciembre, cuando experimentaron una baja de entre un 40% y un 55% con respecto al mismo período en 2022.
“Esto que vemos puede tener que ver con varios motivos: con el contexto actual, con la variante de precios que ha habido, pero también por la venta que se anticipó. Se venía trabajando muy bien en la previa de las elecciones que tuvimos”, acentuaron los referentes del sector.
“Fueron varios los factores que influyeron a que diciembre haya sido tan flojo. Por un lado, muchos prefirieron comprar de manera casi masiva antes del balotage. Entre las PASO, pasando por las elecciones Generales y hasta poco antes de la Segunda Vuelta, muchos decidieron adelantar sus compras y elegir el crédito de las cuotas ofrecidas por las promociones bancarias. Esto hizo que una vez llegado el 10 de diciembre, cuando asumió el nuevo Gobierno, muchos ya no tengan nada que comprar”, explicó uno de los gerentes de una de las casa de electrodomésticos ubicadas en la zona del centro.
Los datos también ponen de manifiesto esta declaración: las ventas efectuadas en octubre fueron un 40% más alta que en 2022 y las de noviembre llegaron a ser del 13% más en 2023 que en el año anterior. Sin dudas, esta información va de la mano a la fiebre preelectoral ante la incertidumbre de lo que pudiera venir.
Sin embargo, tal y como se dijo más arriba, no fue este el único factor que influyó: luego de las primeras medidas adoptada por el presidente Javier Milei, la liberación de los precios trajo aumentos que, en algunos artículos, llegó a ser del 40%. “Nos comenzaron a informar cada vez más seguido sobre aumentos. El incremento de los costos –como el trasporte, afectado por la suba en el precio de la nafta, los repuestos o los neumáticos– se pasó al precio final”, informó otro de los responsables de una de estas firmas que se instalaron en la ciudad.
Otro de los problemas que se enfrentaron en diciembre fueron los problemas en la entrega de los productos, pero la mayoría descarta que haya sido por una cuestión de especulación por parte de los fabricantes. Como los electrodomésticos suelen llevar componentes que son importados, han tenido problemas con la entrega de esos productos. Pero además enfrentaron la situación de no saber qué precio poner a cada producto. Una devaluación como la que anunció el Gobierno a poco de asumir por lo menos permitió al sector industrial saber los parámetros en los que se puede mover para comerciar y de a poco volvieron a entregar las mercaderías, llegando al presente a que prácticamente no haya faltantes. Sin embargo, cuando la situación más o menos se comenzó a normalizar, diciembre ya estaba bastante avanzado.
“Tuvimos muchos problemas en la entrega de productos por parte sobre todo de las empresas que tenían los precios cuidados, y muchas otras que tienen productos importados. Por esto hubo bastante faltante de mercadería, ahora ya cambió el panorama”, afirmaron desde el sector.
Temporada baja
Actualmente, en enero de 2024, lo que más salida está teniendo son los productos estacionales. El número 1 de la lista son los ventiladores, tanto de techo como de pie. También los artículos de playa y camping, como reposeras o carpas, y en menor medida piletas de lona, aunque el pico de venta fue en la previa del verano, cuando llegaron los primeros calores. El resto, sólo se vende en caso de necesidad de último momento: o sea, si se te rompe la heladera no te va a quedar otra que comprarte una nueva, siempre y cuando se pueda o se tengan los recursos.
Lo cierto es que el cimbronazo de la baja en ventas que se produjo en diciembre fue la antesala de lo que en el rubro se conoce como la temporada baja de ventas, que es en enero y febrero. Esto responde a que muchos prefieran invertir en las vacaciones antes que en comodidades para el hogar.
Pero una señal de que la crisis económica está afectando de igual manera al turismo como al sector comercial es que ninguno de los dos está teniendo una temporada explosiva. Los lugares turísticos –no sólo nuestra ciudad o el resto de la provincia sino también los del resto del país– no están colmados ni mucho menos, y las cifras son bastante más inferiores que los veranos de los últimos años.
“Las personas no están gastando plata ni en viajar ni en modernizar o mejorar las comodidades del hogar. Simplemente porque no hay plata”, afirmaron desde el sector.
“Febrero es para nosotros uno de los peores meses del año, estimamos que será un período complicado. Creo que van a venir tres o cuatro meses bastante difíciles”, adelantaron.
¿Futuro prominente?
A pesar del presente con tintes sombríos, los responsables de las tiendas de electrodomésticos y artículos para el hogar vislumbran un futuro que puede no ser tan catastrófico como los más pesimistas esperan.
“Nosotros hemos vuelto a trabajar con un banco para poder tener promociones y crédito que alienten el consumo. Los mismos fabricantes se están dando cuenta que la comercialización está paralizada y que hay que hacer algo para reactivar la actividad. De hecho hace unos días un fabricante nos adelantó que iba a haber un aumento del 20% y hoy nos enteramos que finalmente eso no va a suceder”, adelantaron varios gerentes y administradores de estos comercios.
La esperanza está puesta en una regulación del mercado, pero al mismo tiempo insisten en que no hay mucho margen para aguantar nuevas medidas de ajustes. Además, insisten con que es clave que se le mejore el poder adquisitivo a las personas para volver a tener un mercado de consumo interno. Algo que, hoy por hoy, está en deuda por parte de las medidas adoptadas por Milei.
El fenómeno de los televisores
Actualmente, uno de los artículos más demandados son los televisores, ahora llamados Smart TV por todas las funciones que hasta hace pocos años atrás pocos imaginaban. Sin embargo, estos productos sufren en exclusiva una curiosa oscilación en sus ventas, y la misma se produce religiosamente cada cuatro años.
Lo cierto es que cada vez que se acerca el Mundial de Fútbol de la FIFA en Argentina muchos aprovechan para modernizar sus equipos televisivos ya que la gran mayoría prefiere ver el espectáculo deportivo por excelencia con la mayor calidad y definición. Los años en los que se juega el Mundial, la venta de televisores se dispara.
Sin embargo, todo lo que sube tiene que bajar: el año siguiente a que se juegue el Mundial, la venta de televisores se estanca un poco.
“Cuando alguien compra un televisor es para pegar un salto de calidad. Si tenés la posibilidad económica, la mayoría va a tratar de comprarse uno mejor que el que tiene. Mejor calidad en la imagen, en el sonido, en la definición. Ahora, que son televisores inteligentes, también entra en juego la compatibilidad que el aparato tenga con las diferentes aplicaciones”, explicaron.
“El Mundial es la excusa perfecta para comprar un nuevo televisor casi de manera voluntaria. El resto del tiempo, casi siempre las personas compran uno cuando el anterior se rompe o en caso de mudanza o para equipar una habitación. Durante 2022 vivimos el post mundial, cuando todos ya están con nuevos equipos. Igualmente, el verano nunca fue la mejor época para los televisores, ya que son productos que compiten con el gasto de las vacaciones”, concluyó.