Latigazo cervical o “whiplash”: el esguince del cuello

El latigazo cervical no es más que un esguince en la región cervical de la columna vertebral. Es decir que es la pérdida parcial y momentánea del contacto entre las dos caras de una articulación. La forma en que generalmente se produce es a causa de accidentes automovilísticos. Lic. Federico Peralta*MN: 12024, MP: 1405 Generalmente sucede en los pasajeros del auto que recibe un impacto posterior, asociado al uso del cinturón de seguridad. Parece ser condición sin equanon la utilización del cinturón de seguridad para el latigazo cervical. Sucede que de no llevarse puesto el cinturón probablemente no suframos un latigazo, pero sí otro tipo de lesiones más severas, como un traumatismo cráneo-encefálico.Mediante un mecanismo de aceleración y desaceleración, llevando a la columna cervical a flexión y súbitamente a extensión, es que se produce el esguince de la columna cervical. Es importante aclarar que cuando hablamos de un esguince no estamos hablando necesariamente de lesión. El esguince es el mecanismo traumático, es decir la forma en que se produce una posible alteración. Pero en todos los casos, esa lesión es posible, es potencial. Haber sufrido un esguince no necesariamente es sinónimo de lesión de tejidos y/o impotencia funcional. Para reafirmar este concepto, no sería correcto decir "tengo un esguince" sino "tuve un esguince".El latigazo cervical es más frecuente en mujeres adolescentes, pero puede ocurrir a cualquier edad. En cierta medida, una de las diferencias que probablemente suponga la edad sea la presencia o no de lesión y/o impotencia funcional posterior al esguince, y por otro lado, el tipo de lesión en caso de que existiese. Lo que sucede con mayor frecuencia como consecuencia del esguince es la lesión de tejidos blandos y con ello una serie de signos y síntomas muchas veces complejos de resolver. Por otro lado, es sabido que las personas que presentan antecedentes de dolor cervical tienen más probabilidades de sufrir un esguince. En cierta medida es bastante esperable que así suceda, ya que las estructuras destinadas a evitar lesiones ante determinados traumatismos son los músculos. Cuando una persona sufre de dolor cervical o cervicalgia, los músculos del cuello se encuentran generalmente con un aumento del tono muscular, muchas veces identificado como contractura. Este aumento del tono hace que dichos músculos se encuentren fatigados por un exceso de trabajo. Los procesos de contracción y relajación son muy importantes para el metabolismo muscular. Es esperable que un músculo fatigado no pueda responder en tiempo y forma ante traumatismos de moderada a alta intensidad.Dentro de los signos y síntomas posteriores a un latigazo se encuentra los mareos, vértigo, cefalea, acúfenos (zumbidos en los oídos), sordera, fosfenos (ver manchas luminosas), disfagia o dificultad para tragar, dolor en cuello, mandíbula, hombros y/o dorso e inestabilidad emocional. La inestabilidad emocional se encuentra en el 44% de los casos de esguince cervical leve. Como vemos la clínica posterior a un esguince es muy variada y proveniente de diferentes sistemas del cuerpo. Muchos de los signos y síntomas antes dichos tienen que ver con una respuesta del sistema nervioso central ante el traumatismo. El mecanismo de aceleración y desaceleración del esguince cervical, puede ocasionar que el cerebro y demás estructuras choquen contra las paredes internas del cráneo, generando sintomatología por irritación o inflamación de las estructuras del sistema nervioso central.Por otro lado, el síntomas más prevalente es el dolor cervical. Una articulación que sufre un esguince muchas veces desarrolla inestabilidad como consecuencia del mismo. Esta inestabilidad articular hace que la musculatura que atraviesa esa articulación aumente su tono muscular para disminuir el movimiento. Es bastante lógico, si algo está inestable se va a intentar estabilizarlo. Uno de los mayores errores en este tipo de tratamientos está en entender a la contractura muscular como la causa del síntoma y no como la consecuencia de la inestabilidad.Clínicamente la forma de razonarlo no escapa al buen sentido. Es decir que si uno interpreta a la contractura muscular como la causa del problema, el tratamiento irá orientado a revertir esa contractura muscular, con los medios que fueren, por ejemplo con masajes, algún elemento de fisioterápia, relajantes musculares y sus diferentes combinaciones. Ahora bien, si la interpretación clínica nos lleva la atención a la inestabilidad, el tratamiento deberá orientarse a mejorarla, generalmente con ejercicios. Mejorando la inestabilidad articular ya no habrá motivos para sostener la contractura muscular, con lo cual esta última resolverá sola.Muchas veces se utiliza la inmovilización mediante un collar cervical (mal llamado "cuello ortopédico") en el período agudo, inmediato a la lesión. Muchas veces la utilización de inmovilización alivia el dolor durante este período, pero complejiza luego el proceso de rehabilitación. Según la evidencia científica no sería recomendable en todos los casos la utilización de collar cervical para el tratamiento de un esguince cervical. Sólo en casos muy puntuales, donde exista sospecha de lesiones más severas o que comprometan el sistema nervioso, sería recomendable la utilización de estos medios de inmovilización, hasta tanto se defina la conducta terapéutica.Apelando nuevamente al buen sentido, es sabido que cuando se utiliza un medio de inmovilización la musculatura encargada de dar estabilidad a la o las articulaciones involucradas, deja de trabajar. Básicamente los músculos trabajan como respuesta a la carga de gravedad, también lo hacen por demanda voluntaria o no del sistema nervioso, pero de manera automática lo hacen como respuesta a la gravedad. Si ponemos un collar, lo que estamos haciendo es disminuir o anular la carga de gravedad sobre esos músculos, con lo cual ya no tendrán su estímulo más frecuente para activarse. Otra forma de verlo es lo que sucede cuando a una persona se le quita un yeso o alguna férula para estabilizar. Generalmente la extremidad enyesada pierde masa muscular, además de otras propiedades de los músculos. Esto sucede por el mismo mecanismo antes explicado.Cuando queramos retirar el collar los músculos no sólo no estarán mejor que antes de colocarlo, sino que estarán peor, con menos capacidad de respuesta y menor fuerza muscular. En ese escenario será más complejo volver a entrenar esos músculos para que puedan darle estabilidad nuevamente a la columna cervical.Como en el tratamiento de cualquier alteración sea ortopédica o no, es muy importante evaluar la individualidad de la persona afectada, para poder determinar cual es la estrategia de tratamiento que llegará a los mejores resultados.*Licenciado en kinesiología y fisiatría UBA orientado a rehabilitación neurológica, trastornos vestibulares y del equilibrio; docente UBA, investigador y responsable de CIRIC Formación Permanente.
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