Le arrebataron el celular a un hombre, pero fueron atrapados a pocas cuadras
Dos jóvenes de 17 y 22 años fueron aprehendidos el vienes por la noche en las inmediaciones de calles Belgrano y Rioja, sospechados de haber asaltado poco antes a un hombre frente a la Catedral San José. Un móvil policial que circulaba por calle Urquiza fue alertado por un hombre que se encontraba en la esquina de San José, que les informó que acababa de haber sido víctima de un arrebato. Les contó que un joven le había sustraído su teléfono celular cuando caminaba por calle Belgrano, entre San Juan e Ituzaingó.Según denunció, su atacante, que vestía una campera deportiva Adidas, lo amedrentó diciéndole que tenía un arma y le exigió que le entregara el teléfono celular. El hombre, asustado, accedió al pedido del delincuente, que con el botín en su poder escapó en dirección norte.Con las descripciones brindadas por el damnificado, se implementó un dispositivo de saturación con la participación de personal motorizado y dos móviles del Comando Radioeléctrico. Cuando los efectivos en moto transitaban por calle Belgrano, entre Jujuy y Rioja, observaron a dos jóvenes, de los cuales uno de ellos coincidía con la descripción del denunciante.Cuando se los intentó detener para identificarlos, uno que llevaba de tiro una bicicleta playera escapó, pero fue atrapado en la esquina de Belgrano y Jujuy, mientras que el principal sospechosos, con la campera Adidas, fue detenido en el acto.Ambos fueron identificados, tratándose de personas de 22 y 17 años. Pero mientras los uniformados realizaban las actas de notificación de derechos y garantías, se presentó un tercer joven de 20 años, que dijo ser cuñado del detenido de 22 años, que notablemente borracho intentaba rescatar a su familiar de la detención policial y fue tanta su insistencia que los policías no tardaron en arrestarlo también.Posteriormente, los dos mayores fueron trasladados a la Jefatura Departamental, mientras que el joven de 17 años a la Comisaría del Menor, desde donde se pusieron en contacto con sus padres para entregarlo.La fiscal Lucrecia Lizzi logró el secuestro del celular denunciado, que fue adjuntado a la causa como prueba clave, y posteriormente ordenó la liberación del menor y del familiar borracho, pero no para el joven de 20 años que quedó alojado en la Jefatura imputado como autor del delito.
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