Lecciones de teatro, por Gustavo Palacios
Había una vez un gurí con gran capacidad de captar los detalles de la vida real, y muchas ganas de reflejarlos en un espectáculo. Julio MajulOpinón Como toda la gente, el gurí se hizo hombre y (como poca gente, es cierto) pudo concretar sus sueños de gurí.Entonces se dio todo para que nosotros, los gualeguaychuenses, disfrutemos del talento de un artista excepcional.Y, ahora en la sala de SINERGIA TEATRAL, en calle Pasteur, disfrutemos de un espectáculo donde quien más disfruta es el gurí de quien hablamos al principio.Gustavo vuelve con su show "Atacadas por la risa", siempre cambiado en las formas y siempre igual en la esencia.Repitiendo personajes como el fabuloso Conchita Bum, Carmen la maestra, Ramona o la notable caracterización de Cleopatra.Cleopatra es, precisamente, un hito del espectáculo, porque agrega al humor delirante de Gustavo, un componente melodramático alineado con el disparate pero no menos dramático por eso.A quien escribe lo divirtieron todos los personajes: la renovada Conchita Bum, que ha agrandado el humor delirante con sus afanes parapsicológicos superpuestos a los psicológicos; la renovada maestra Carmen; la nueva Ramona.Este artista nuestro consigue la participación de la gente, con invitaciones exentas de agresividad y repletas de amor y humor, palabras tan cercanas en la vida por cierto.En varios pasajes de su espectáculo, Gustavo hace partícipes a la gente, que pasa de espectador a actor en un santiamén, y casi sin advertirlo.La capacidad gestual cómica de nuestro artista tiene características tales que hace muy difícil hallar con quién emparentarlo a alguien; merecería filmaciones con primerísimos planos constantes, que queden como ejemplo para los futuros actores.Otra señal de identidad de Gustavo es su capacidad de improvisar situaciones y diálogos, a partir de ideas muy claras.Característica que es casi un sello común de la teatralidad gualeguaychuense actual, ese repentismo constante (si se me permite el contrasentido aparente) es destacable en la labor de Gustavo.Y otro detalle importante a la hora de analizar la labor de Gustavo: actúa travestido, pero no es un gay reprimido o un burlador de los homosexuales, o una mujer en envase de varón; es un travestido que actúa como tal, como un varón vestido de mujer, y que logra que todos los espectadores lo acepten como lo que en realidad es.Por su portentosa imaginación, su delirante sentido del humor, sus impresionantes condiciones actorales, su constante cambio de situaciones en escena, no puede extrañar que Atacadas por la risa cumpla ¡diez años! de existencia escénica. Es consecuencia natural de tantas virtudes concentradas en el envase de un artista impar: Gustavo Palacios.
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