Leer como experiencia de sentido
Leer y escribir son actos tan trascendentales como difíciles de definir. En el siguiente texto se insinúan apenas nuevos modelos de acercamiento a ellos. Claudia López Mucho se escribe, se propone, se habla, tal vez menos se discute o confronta, acerca de los "problemas" de la lectura y de la escritura en los alumnos, sin distinción de niveles. Primario, secundario, terciario, superior o universitario, todos pueden caer bajo una presunción, que a veces toma tonos cuasi descalificantes: no maneja el lenguaje.Hay quienes adhieren, más o menos fervientemente, al diagnóstico preconcebido: El alumno no encuentra sentido a lo que lee, no puede comprender consignas ni expresar lo que desea a través de la palabra oral o escrita. En principio, hay un problema básico en la definición diagnóstica: nadie, ni siquiera, los mejores poetas pueden o han podido decir todo lo que quieren. Este es uno de los misterios inmarcesibles de la palabra y con él convivimos a diario, aunque no lo sepamos. Muchas angustias y ansiedades ceden al saberlo, al entender que el más simple enunciado nos sitúa de frente con un universo pleno de posibilidades, enigmas y secretos.Hans George Gadamer, el maestro de la hermenéutica contemporánea, escribió: qué cosa sea leer, y cómo tiene lugar la lectura, me parece una de las cosas más oscuras". Al respecto, dice Jorge Larrosa, autor de Entre Lenguas. Lenguaje y educación después de Babel, "hablamos de lecturas de los otros, de cómo leen, de cómo deberían leer, pero a lo mejor eso que sabemos (o creemos saber), lo sabemos (o creemos que lo sabemos) precisamente porque nunca más nos hemos parado a pensar. ¿No será eso pensar? Convertir en pregunta lo que se da como respuesta. (1) Este autor plasma, además, un deseo referido a su libro "espero que este texto contribuya a oscurecer lo que parece claro, a hacer aún más misterioso, y por tanto más interesante, el tema de la lectura. (2)Larrosa no da recetas ni recomendaciones; propone pistas tales como considerar el cuerpo del lenguaje; oír, saborear; pensar la lectura más allá del modelo de la comunicación, como experiencia. Porque la experiencia es lo que nos pasa (3) y a ese lector que no comprende no le pasa nada. Propone salir de principios psicotécnicos y psicopedagógicos que se centran en la comprensión porque la lectura se da entre lenguas (la lengua de la madre no es la misma que la del niños, ni la del profesor, la del alumno) y no solo porque una lengua sea mas extensa o porque incluya más palabras) sino porque las palabras no significan lo mismo en cada una de las lenguas.El que habla, ahora, es Bajtín: la riqueza del lenguaje reside en que la significación de cualquier texto no es acabada, sino abierta, cada uno lo hace susceptible de nuevas posibilidades semánticas. La intimidad del lenguaje es lo que configura la experiencia personal del lector y le otorga un sentido-una cantidad inagotable o una multiplicidad inexhaurible de sentido, según José Luis Pardo-.Hay algo en el texto que va más allá de lo informativo y que se adentra en lo singular, en lo diferente de cada uno.Perla Zelmanovich (2003) Contra el Desamparo, entiende que lo que está en crisis (con referencia a la lectura y escritura) es la provocación que producen las preguntas. (4)En otras palabras, si el texto no despierta interrogantes o si no convertimos las respuestas en preguntas, si no hay nada para resolver, si no provoca enigmas, el lector no lo vivirá como experiencia ni producirá, por consiguiente, ningún sentido.El aporte que es este caso ( crisis) puede realizar el psicoanálisis, es no atender al sujeto en términos fijos, de etiquetas o estigmas, en este caso " no comprende lo que lee" sino tomar lo que ocurre como manifestaciones de algo de lo cual el mismo sujeto no tiene conciencia.(...) Es frecuente observar que detrás del estrepitoso abandono de los libros lo que se verifica es otro texto cifrado, suele haber una pregunta que el sujeto no es capaz de contestarse y para que ese texto sea descifrado debe haber otro dispuesto a saber algo más, a descifrar el cifrado. Esta propuesta es alterocéntrica: se centra en el otro y en lenguaje (desde el otro) y en esto se igualan por la materia de su trabajo (la palabra) el docente con el psicoanalista: para el sujeto es fundamental el lugar que le otorga el otro y ese lugar debe ser de amparo (5)El psicoanálisis interroga a la experiencia situando en el centro a la pregunta por la relación con el otro y con el lenguaje (con la alteridad). Freud le dio un valor a la literalidad, incluso al chiste, al lapsus, al sueño. Por lo tanto, para esta disciplina leer con el escrito merece ser designado como un desciframiento de la relación con el otroLo que el escrito escribe es la cifra, toda formación del inconsciente es un cifradoHay cifrado ahí donde hay algo que esta en juego, de ahí la importancia de considerarlo (6)No se pretende que el docente se transforme en psicoanalista; advertir (el docente) que lo que ocurre puede ser un síntoma de otra cosa, bastará para producir el efecto de acogida y de reconocimiento que necesita el sujeto y que no quede solo con su cifra fuera del juego.Las producciones de los alumnos pueden ser leídas, a la interesante luz de los especialistas citados, como revelación de la experiencia de un ser, como un intento de darse a conocer y un reconocimiento hacia nosotros, docentes a quienes están dirigidos, de una u otra forma los textos de los alumnosFinalmente instalar la emoción, romper con las barreras de la razón, entendida como finalidad del acercamiento a la lectura, y la escritura puede, tal vez, hacer la diferencia.Reconocer que no solo es texto la palabra; también el cuerpo a través de inscripciones puede "decir". Según Mircea Eliade el hombre se convierte a si mismo en símbolo. Para Derrida, la escritura es marca ( "...los rasgos que se pueden reconocer en el concepto clásico de escritura y rigurosamente de escritura son generalizables. Serían válidos no solo para los órdenes de signos y todos los lenguajes en general sino incluso, mas allá de la comunicación semiolingüística para todo el campo de lo que la filosofía llamaría experiencia, incluso la experiencia del ser llamada presencia (7). Finalmente, en todas las marcas se muestra, se expone para quien pueda o sepa leerlo la necesidad del sujeto por ser reconocido. Tal vez es más evidente, en los graffitis o escrituras en las paredes, en los tatuajes, y otras manifestaciones ancestrales que han revivido.Cuanto más débiles sean las marcas de inclusión más fuertes serán las marcas, escritas en el cuerpo, en la pared, en la carpeta o en el banco mediante las cuales se reclamará a través de "textos cifrados" la necesidad de formar parte del colectivo social.Aprender a leer lo que otros escriben es una tarea difícil que empieza por la apertura, nacida del deseo de registrar, reconocer la alteridad, emocionarnos en su vasto territorio, hacer nuestra propia experiencia personal para posibilitar que otros también la realicen y habitar la misteriosa casa del lenguaje. 1-2-3. Larrosa Jorge(2003) Entre las lenguas. Lenguaje y Educación después de Babel. Barcelona Alertes. En Módulo 1. Especialización en Lectura y Escritura FLACSO 20104.- 5 y 6 .Zelmanovich, Perla. Lectura y Escritura. Entre Provocaciones y Resonancias. Módulo 2. FLACSO ( 2010)7. Derrida, Jacques. Firma, acontecimiento, contexto; en Márgenes de la Filosofía. En Porcezansky, Teresa. Lenguaje y emoción Escribir, inscribir, marcar. Módulo 4. Flacso ( 2010) PERFILClaudia López: Elabora los contenidos, junto con Susana Lizzi, de esta página de diario El Día desde hace cuatro años. Ejerce la docencia en Lengua y Literatura desde hace más de veinte. Es directora de la Escuela Secundaria N° 24 de Gualeguaychú.
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