¿Liderazgo como servicio o idolatría del poder?

Por Verónica Toller
Una semana atrás se realizó en la Casa de Retiros Virgen Peregrina de nuestra ciudad el 6to Encuentro para Nuevos Dirigentes. El panel de apertura abordó "Aportes para una nueva nación. Desde la exclusión a la justicia social en la construcción de un proyecto de país". Monseñor Jorge Lozano disertó en el mismo y acompañó a los participantes durante los dos días del encuentro.
“Se trata de un programa de la Conferencia Episcopal Argentina que se va concretando por regiones –nos dijo Lozano-. Son encuentros para dirigentes nuevos, de 35 años para abajo. Pero no es un límite estricto. Sobre todo, busca acompañar y fortalecer a quienes se están iniciando en la dirigencia política, sindical o en algún otro grupo social”.
A la reunión de Gualeguaychú concurrieron dirigentes de distintas ciudades de la región Litoral. En breve habrá otro para la región sur y en el mes de julio está programado un encuentro en Capital Federal, al que concurrirán todos los que hayan participado en los primeros encuentros. Se espera reunir allí a 200 jóvenes dirigentes.
El lema de trabajo de la semana pasada fue “Argentina: pensando un proyecto de país, de permanente búsqueda del Bien Común”. Tuvo como marco conceptual de referencia el Documento de la Conferencia Episcopal Argentina “Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad - 2010-2016”, el cual señala “necesitamos generar un liderazgo con capacidad de promover el desarrollo integral de la persona y la sociedad”.
La Iglesia pretende ayudar a promover políticas públicas de desarrollo integral, “favorecer espacios para que los jóvenes laicos descubran su misión de conjunto en el momento actual, entendiendo como una herramienta fundamental la búsqueda de consensos para un proyecto de país con justicia y solidaridad con vistas al Bicentenario 2010-2016".
“Hablamos de un liderazgo general: político, sindical y en organizaciones sociales. En ONGs o en asociaciones intermedias. Hubo participantes por ejemplo de la Sociedad Rural y de algún centro de estudiantes. Otros eran funcionarios, jóvenes que están empezando en municipios a trabajar en áreas sociales o culturales. Incluso llegaron dirigentes cristianos que trabajan a nivel provincial –informó Monseñor-. También participaron estudiantes de ciencias políticas”.
¿Qué es ser líder hoy? ¿Qué condiciones debe tener el líder hoy?
“Dentro de las cualidades que vimos importantes está una fuerte mística personal. Porque la tendencia a la decepción o a la desesperanza es grande hoy en día. Entonces, hace falta tener un espíritu fuerte en cuanto a la mística y la vida de oración, la vida de la fe. Saber descubrir el liderazgo no como una cuestión ocasional sino como una vocación de servicio que el Señor nos pide –consideró Lozano-. También es importante la vinculación con otros. No estamos en un tiempo en el que necesitemos mesianismos individuales sino que hacen falta comunidades que se dediquen. Aun pensando de manera distinta y apostando a políticas diversas, los líderes cristianos deben saber que uno no está solo sino que construye con otros.
“Un tercer elemento lo constituye una mirada realista acerca de lo que acontece. No nos podemos dar el lujo de miradas ingenuas. La crisis internacional que vivimos en el planeta y que nos está afectando y afectará todavía más fuerte, tiene que ver con el modelo económico y con la acumulación de riquezas. Esto tiene que ver con una deliberación, una planificación para que las cosas sean así. Sepamos detectar cuáles son las causas de la crisis. En esto, la Doctrina Social de la Iglesia nos brinda herramientas muy buenas. Y el Papa ha dado varios mensajes acerca de cómo iluminar esta situación desde una mirada evangélica”.
Lo que hace es la entrega de la vida, dice el Obispo. “Saber que la vida tiene sentido en la medida que la entregamos por la felicidad de otros. Estos son como los elementos que fuimos trabajando en torno al liderazgo y podemos ampliar sin dudas a muchos otros puntos”, agregó.
Estos conceptos difieren diametralmente de la consideración sobre el liderazgo que se observa en partidos políticos o en sindicalismos y otras organizaciones. El líder es el poderoso, el que consigue puestos y accede a presupuestos diferentes. El líder es el que se hace con el poder.
“El liderazgo tiene que ver con la autoridad –nos respondió Lozano-. Y con las cualidades que hacen falta para el ejercicio de la autoridad y para el ejercicio del poder. Poder no es una mala palabra, pero sí es una tentación cuando lo ponemos como el primer objetivo. El poder es un instrumento de servicio al pueblo, y aquellos que legitiman ese poder a través del voto en una elección o planteando un proyecto lo tienen como herramienta, no como objetivo. Cuando se convierte en un objetivo en sí mismo, se cae lo que el Documento de Puebla denunciaba como la idolatría del poder”.
Hablamos de líderes políticos, sindicales y sociales. ¿Qué pasa con los líderes religiosos? ¿La Iglesia está falta de líderes? “Diría que sí pero en un contexto un poco más amplio –respondió Monseñor-. Todos estamos carentes de líderes porque hace falta liderazgo en el ámbito sindical, en el ámbito político. Cuesta que la gente se comprometa. Vivimos en una cultura muy marcada por el egoísmo, el individualismo y el aislamiento y la soledad. Y el liderazgo implica justamente construir con otros y dedicarse a mirar a otros. En ese sentido sí nos está costando encontrar liderazgos para varias tareas. Hay, no obstante ello, una cantidad de fieles laicos que asumen roles muy importantes en nuestras comunidades en distintos ámbitos, desde la catequesis, la liturgia, Cáritas, coordinación de grupos de jóvenes. Pero también hay comunidades que nos señalan que una misma persona desarrolla varias funciones. Eso está mostrando que hacen falta tal vez tres donde sólo trabaja uno. Hace falta mayor participación y mayor compromiso”.
¿Qué continuidad tendrá el trabajo propuesto en el 6to Encuentro? Los participantes realizaron sugerencias para encarar en la diócesis. Pidieron al Obispo y a los sacerdotes que los acompañen más, especialmente a los que ejercen la función pública, los que son intendentes o están ocupando alguna función de gobierno, los que son legisladores o están en algún cargo sindical. “Ellos han dicho que necesitaban más acompañamiento de parte nuestra”, dijo el Obispo.
También se propuso elaborar un proyecto de trabajo en la diócesis para divulgar la Doctrina Social de la Iglesia. Cursos, talleres, conferencias. Y fortalecer la tarea de pastoral social.
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