DEPARTAMENTO GUALEGUAYCHÚ
Llegar al otro lado, una odisea: vecinos reclaman por el mal estado de un puente

El puente del Cinto que une los departamentos Gualeguaychú y Concepción del Uruguay cedió hace un par de años. Hoy el paso está inhabilitado, pero algunos cruzan igual con el riesgo que esto conlleva. Se trata de una obra de arte que tiene sus años. Cedió la cabecera del lado de nuestro departamento, La otra en cualquier momento colapsa.
Por Fabián Miró El estado del puente es lamentable. Tablas sueltas, troncos, ramas que se han colocado para poder pasar, Troncos que se han acumulado en el lecho del río Gualeguaychú en sentido norte-sur. Al igual que el paso de “Muller” sobre el Sauce que se derrumbó en el 2014 solo se han escuchado promesas. Para llegar a este puente hay que transitar poco más de 60 kilómetros desde la ciudad, unos pocos menos desde Concepción del Uruguay. Viajando desde nuestra ciudad atravesamos dos puentes de material bien hechos y a la altura de los tiempos que vivimos como los ubicados sobre el Gato y el San Antonio. Obras modernas y necesarias para la gente que vive, los pocos que van quedando, y los que producen en el campo, motor de la economía argentina que tributa más que en cualquier otro país.
Jueves por la mañana, después que se disipó la espesa niebla, llegamos al lugar, previo transitar la parte final del camino en donde se aprecia un cartel que dice “Puente Clausurado”, cuando uno esperaría leer, al menos, puente en reparación, pero parece que esto en la Argentina es demasiado. El campo tiene muy pocos votantes y los ejemplos marcan que son los últimos en ser escuchados. A los hechos me remito, el gobernador Gustavo Bordet, en seis años de gestión, no ha recibido a la Mesa de Enlace, pero ese es otro tema. Una vez en el lugar nos encontramos con un numeroso grupo de productores, de uno y otro lado, que nos esperaba para hablarnos sobre el puente en cuestión. La primera impresión que nos causó el viejo puente de madera era la de que habíamos retrocedido en el tiempo unas cuantas décadas a los tiempos de nuestros abuelos y bisabuelos cuando se andaba a lomo de caballo, en sulky, carro ruso o algún tumberito. Un Puente que se quedó en el tiempo y que no estaba ni lo está apto para el cruce de maquinarias agrícolas, camiones con hacienda, camiones lecheros, los que llevan comida a las granjas etc. En definitiva una obra arcaica que por diferentes razones ha llegado al final de su ciclo. Una de ellas los años de uso, otro la notoria ausencia de mantenimiento provocaron que la cabecera del lado de nuestro departamento cediera, aunque ese no es solo el problema. La mayor parte del tramo tiene maderas flojas y en otros ni siquiera se encuentran los viejos tablones quedando visible el lecho del río. Es más uno de los carteles con la leyenda de “Puente Clausurado”, tapa un agujero de dimensiones importantes. De uno de los laterales del puente no hay baranda; mientras que del otro se encuentra una especie de guardarrail a punto de caerse al río. Caminar por debajo del puente genera temor. Las bases de una de las cabecera cedió y la otra está a poco de hacerlo. Algunos testimonios Matías Fernández, productor Agropecuario del departamento Gualeguaychú, recordó que “la cabecera se cayó hace unos dos años y que el puente está en pésimo estado, sin ningún tipo de mejora, unos 25 años como mínimo.”. Acotó que cuando el señor Carlos Michel estaba a cargo, principios y mediados de los 80, de lo que “hoy es el Municipio de Aldea San Antonio se cambiaron los 45 postes que sostienen el puente y desde entonces no se hizo nunca más nada, lo mismo el camino que se torna intransitable cuando llueve. Tengo 40 años y desde que tengo uso de la razón ando por estos lares”. Contó que pese a que el puente está “clausurado y es muy peligroso, hay gente que pasa igual que tiene que ir a trabajar de uno a otro lado. Los que trabajamos tenemos que ir y venir, caso contrario nos quedamos sin laburo y sin un peso para llevar a la casa. No es posible que tengamos que hacer 100 kms de más para trabajar, no para pasear. Hay casos, dijo con ironía, que hay gente que cobra sin trabajar, pero este no es el nuestro”, enfatizó. En lo personal, indicó que traba en “Colonia “Los Ceibos” en el departamento Concepción del Uruguay y desde mi campo, en Gualeguaychú, hasta el campo más lejos que trabajo tengo 27 kilómetros y si tengo que dar la vuelta por Villa Mantero o Gualeguaychú tengo 130 kilómetros más y el peligro que significa andar con maquinaria agrícola en la ruta, ni hablar de los costos que se hacen imposible de soportar. En la ruta están los que te encierran, el que te insulta porque vas muy despacio o ocupas demasiado lugar en la cinta asfáltica”. Dijo que han “realizado, junto con vecinos, cientos de reclamos al gobierno de turno, a la oposición, a todos. Y según lo que nos informaron, en materia de papeles estaría todo aprobado, pero la plata hay que pedírsela a Nación, dado que Provincia no contaría con los fondos necesarios para realizar una obra de esta naturaleza. Es decir un puente nuevo de material, no esto de madera que parece del tiempo de las carretas. Parece que para otras cosas hay plata, pero para esto no. Nosotros tributamos a la provincia, pero no recibimos nada a cambio. Los caminos son un desastre y la mayoría son arreglados por los pocos productores que vamos quedando y ahora esto del puente clausurado que llevamos dos años” Sobre el puente indicó que “cedió mal la cabecera del lado de Gualeguaychú, mientras que la otra está ahí que se cae, además cuando el río crece, el agua pasa por encima del puente, por lo que va erosionando y rompiendo el mismo ya que es de madera y la misma se pudre, cede y cae al lecho, razón por la que encontramos cada vez más agujeros y de tamaño considerable. Es un riesgo pasar a caballo y hasta caminando si no se toman todas las precauciones”, cerró. Por su parte Gustavo Doulay, productor de Colonia “Los Ceibos”, contó que tiene 56 años y dijo que “desde que me conozco con nariz este puente existe, primero en forma decorosa, se podía pasar con cuidado, pero con el tiempo se fue empeorando”. Dijo que “para la provincia este puente se tiene que haber construido entre 5 y 6 veces, pero a mi entender el dinero fue destinado a otro lado, a lugares que no sabemos, según nos han dicho, según las inspecciones que han venido como la gente de la Dirección Provincial de Vialidad que ha hecho varias mediciones y estudios. Nos dijeron, una y otra vez, que ya está todo, pero el puente cada vez está peor. Colapsó una parte, faltan maderas, roturas por todas partes, una vergüenza”. Indicó que se trata de una “ruta provincial, 19, que viene desde la zona de Urdinarrain, aunque entiendo que su inicio está más lejos aún, terminando en el puerto de Concepción del Uruguay. Hay gente que la toma. De hecho era un camino transitado para unir Gualeguaychú con Concepción del Uruguay hace algunos años. Sin embargo, desde hace dos años y un poco más, no se cumple con aquello de que los puentes unen caminos. En este caso rompe las conexiones entre los mismos. Estamos en el año 2021 y este puente, en las condiciones que se encuentra, no tiene razón de ser”. El productor se preguntó ¿Dónde van nuestros impuestos? ¿Qué hacen con lo que tributamos que es casi el 70% de lo que producimos? Por su parte, Eduardo Calot, Vicepresidente de la Sociedad Rural Gualeguaychú señaló que “el estado del puente del Cinto representa claramente el abandono del Estado de las zonas rurales de la provincia. Los vemos en el Cinto con años y años sin realizarle ningún tipo de mantenimiento con las consecuencias por todos conocidos, además de caminos que mantenemos los vecinos, la Escuela “El Arriero” cerrada por falta de alumnos, lo que marca un importante éxodo rural por falta de caminos y ahora un puente clausurado y una serie de promesas incumplidas. Todo lo que es infraestructura de la provincia brilla por su ausencia. No hay puentes, no hay caminos, quedando más que claro que el estado se acuerda del sector rural solamente para cobrar impuestos.” Dijo que una cosa es clara y es de que “no hay gente en el campo, y los que viven en la ruralidad son pocos, en consecuencia no hay votos que puedan inclinar la balanza en una elección”. “Los funcionarios toman decisiones pensando no en el futuro de la provincia o de la nación, sí en el resultado de las próximas elecciones. Es así que reditúa más cualquier obra en una ciudad, una localidad que en el campo, cuando este es el que genera alimentos para 400 millones de personas. Está muy bien que hagan obras en centros urbanos, pero no se olviden del campo”, cerró. Los puentes El del Paso del Muller cedió la cabecera en el 2014 y desde entonces no se ha hecho nada. Sólo colocar un cartel de puente clausurado; mientras que el del Cinto está a punto de colapsar y con una cabecera que cedió. Por su parte en camino de Palavecino existe un puente Bailey que llegó para cubrir una necesidad, pero hace años que está en el lugar. Por allí no pasa una maquinaria agrícola. Debe pasar por debajo del puente, un camino angosto, que cuando llueve no se puede pasar.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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