EN JULIO
Llevan a juicio por robo agravado al autor de la "entradera" a un menor
Eric Luna, el joven de 26 años que está imputado por robo agravado, deberá presentarse ante la Justicia de Gualeguaychú el 1 de julio. Actualmente se encuentra en su casa de Ciudad Evita, con una tobillera electrónica, con arresto domiciliario.
Fue un caso que sobresaltó a Gualeguaychú por dos cuestiones: la víctima fue un adolescente de 15 años y el delincuente lo abordó en la calle. Hasta ese momento no había registros en la ciudad sobre esta modalidad de robo, donde el ladrón obliga a su presa a llevarlo hasta su casa para consumar el atraco. Esto despertó en la sociedad un repudio generalizado, porque muchos se sintieron identificados en que el adolescente que sufrió este ataque podría haber sido el hijo de cualquiera. El menor caminaba por calle Rivadavia, a la altura de la plaza Urquiza, cuando se le acercó un sujeto que simulaba ser un vendedor ambulante. Le ofreció trapos de piso y bolsas y como el menor le dijo que no tenía dinero para comprarle nada, lo intimidó y amenazó con una supuesta arma que tenía en el bolso y que nunca extrajo. Caminaron varias cuadras y aunque Juan trató de hacer un recorrido más extenso con la intención de perderlo en la primera oportunidad que tuviera, su captor lo tenía abrazado e inmovilizado, simulando ser un amigo, por lo cual lo único que podía hacer era caminar. Así llegaron hasta Paraguay y La Rioja, donde vive el menor junto a su familia, pero no ingresaron inmediatamente. Esperaron sentados en el cordón de la vereda por unos 10 minutos hasta que el ladrón le informó que iban a entrar. Cuando ingresaron a la casa pasaron por el lugar donde estaba durmiendo la hermana de 17 años y se dirigieron a la habitación de la madre que no estaba presente en la casa. Juan lo llevó hasta esa dependencia para evitar que el delincuente se cruzara con la hermana y su hermano de 7 años que jugaba a la play en otra pieza. Mientras el delincuente revolvió cada cajón de la habitación, la hermana del menor se despertó de su siesta y llevó al hermanito más pequeño a la escuela, ignorando todo lo que ocurría en el otro sector de la vivienda. Cuando ella regresó la historia cambió y se inició el principio del fin. Mientras tenía a Juan contra la pared, le dijo que “no estaba en la casa para violarla sino para robar”, además de proferirle todo tipo de amenazas. A ambos los obligaba a mirar hacia el piso y les daba órdenes. Logró reunir más de 20 mil pesos que eran parte de la fiesta de egresados que estaba organizando la menor junto a sus compañeros, sus ahorros y el dinero que estaba destinado al pago de unos trabajos de albañilería. El delincuente ya tenía todo lo que necesitaba. En varios bolsos y mochilas había guardado los aparatos electrónicos de valor, como la play, computadora, celulares, entre otras cosas, y el dinero. Hizo pedir un “taxi” y cuando llegó el remis, el joven y el delincuente se trenzaron en una lucha muy peligrosa adentro de la casa, que involucró un cuchillo. El menor logró echar de la vivienda al delincuente cortándolo varias veces con el arma. El ladrón salió corriendo con el dinero en su poder y se dirigió a la remisería ubicada en Primera Junta al 150. Se subió a un móvil y pidió que lo llevara hasta el hospedaje en el que se encontraba, en Rivadavia y Montiel, pero para ese momento la Policía ya había sido alertada y consiguió detenerlo en Luis N. Palma y Montiel. El fiscal Martín Scattini le tomó indagatoria y 48 horas después se realizó la audiencia con el Juez de Garantías, que le dictó una prisión preventiva por 20 días, que luego se prorrogaron a fines de noviembre. Antes del inicio de la Feria Judicial se le concedió un arresto domiciliario con la colocación de una tobillera electrónica. Desde enero se le ha prorrogado la medida y en esta condición llegará al juicio que se desarrollará en tres audiencias a partir del 1 de julio. Luna enfrenta una imputación por robo agravado y será en este punto donde se centrará la discusión judicial. El defensor tratará de demostrar que a pesar de haber amenazado al menor con una supuesta arma escondida en el bolso, nunca se comprobó su existencia. Por su parte, el fiscal Martín Scattini tratará de encuadrar el hecho bajo un robo agravado por el uso de arma, que prevé una pena de 5 a 15 años de prisión. Independientemente de esto, si Luna es considerado culpable, deberá afrontar una pena que será de cumplimiento efectivo debido a sus antecedentes por este mismo delito.
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