
Un matrimonio de Corrientes con ocho hijos, en el Paraje el Batelito, vive de la caza y pesca. Al regreso, Amigos Solidarios los ayudará con ropa y agua potable
Ayer de madrugada partió a Chaco un grupo de cuarenta personas para llevar las donaciones entregadas por todo Gualeguaychú. Es la tercera vez que se realiza la cruzada solidaria que comenzará hoy una vez.Las donaciones de Amigos Solidarios fueron reunidas durante meses; el grupo se focalizó en reunir útiles escolares para los niños, al igual que utensilios de cocina, colchones, medicamentos, alimentos no perecederos, leche larga vida, ropa y calzados.Nicolás Alippi informó que juntaron "cinco mil botellas de 1,5 litros de agua; ocho mil cajas de leche larga vida, 16 mil cajas de puré de tomate; tres mil kilos de arroz, más de 800 cuadernos, 90 colchones, 14 bicicletas, y muchos útiles escolares en general, medicamentos y muchísima ropa y calzados".Mónica Farabello, periodista de elDía que integra el contingente, relató que el viaje "comenzó muy bien, hicimos una parada en la entrada de Federación, y después continuamos hasta Corrientes, en el santuario del Gauchito Gil".Ahí, las cuarenta personas que conforman el grupo almorzaron buseca, empanadas y mandarinas. "El calor es mucho más intenso que en Gualeguaychú. Ahora -cerca de las 16- estamos de remera por el sol intenso, transitando las rutas de Corrientes", consignó.Dijo que "el grupo es muy unido, todos son amigos y los que somos nuevos fuimos incorporados rápidamente. Hicimos una primera parada en el Paraje el Batelito donde hay una familia que vive de la caza y la pesca. A la vuelta se les dejará ropa para los nenes (son como ocho) y algunas donaciones de alimento. Esa familia contó que hace más de seis meses que no llueve y el agua corriente es inexistente, debido a que viven a un costado de la ruta, fuera de una población".La delegación de Amigos Solidarios continuó hasta Roque Sáenz Peña y se alojó en una escuelita rural. "A Chaco, estiman los choferes vamos a llegar mañana al mediodía aproximadamente, siempre y cuando el buen tiempo nos siga acompañando", adelantó.El objetivo de este viaje es ayudar a los más chicos y eso les da una energía extra a todos, en especial a las mujeres. "He conversado con mucha gente de diferentes edades y todos coinciden en que lo principal es compartir tiempo con nuestros hermanos Tobas.Lo material es importante cuando no se tiene nada, pero según cuentan, la necesidad de sentirse incluidos socialmente es mucho mas importante", precisó Mónica Farabello. Necesidades materialesRelató que las historias de Eduardo Mosto "son las más enriquecedoras, comenzó a viajar al Impenetrable en el 97 con un grupo de scouts que querían predicar la palabra de Dios". Contó que cuando llegaron se encontraron con niños muy flacos y con muchas necesidades materiales, por sobre las espirituales. "Ahí entendí que para que la gente escuche la palabra de Dios, primero tiene que tener comida", dijo. Entonces, el segundo viaje fue con donaciones de ropa y comida.Luego, Eduardo se sumó a los Amigos Solidarios. "Éste es el tercer viaje al Impenetrable del grupo y el objetivo principal es muy claro: darle lo mejor a los chicos que son los que no pueden elegir ni cambiar la situación que les toca vivir".El grupo recolectó muchos útiles escolares, cuadernos, lápices de colores, juguetes y golosinas. "Lo más importante, es que el sábado o domingo, vamos a festejar el día del niño con toda la comunidad. Llevamos tres inflables gigantes para jugar. Según me contaron, los chicos del Impenetrable se pueden 'asustar' o poner tímidos con estos juegos que nunca vieron pero obviamente vamos a hacer todo lo posible para que puedan pasar un día inolvidable".