EL COMBUSTIBLE EN LA CIUDAD ES MÁS CARO “POR SER TURÍSTICA”
Los aumentos de la nafta en Gualeguaychú ahora son permanentes, fluctuantes y dispuestos por la Inteligencia Artificial
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Los cambios dispuestos por YPF a nivel nacional ya tienen su correlato en la ciudad. Ahora, la empresa ya no informa cuando realiza aumentos de precios, ya que los mismos son constantes y varían día a día, dispuestos por un sistema que utiliza IA (Inteligencia Artificial) que se rige por la oferta y la demanda. En comparación con Larroque o Concepción del Uruguay, los combustibles son más caros en Gualeguaychú ya que el sistema la considera “ciudad turística”.
Algo que parece ser tan sencillo como el precio de la nafta, producto de los cambios tecnológicos que introdujo YPF se ha vuelto realmente complejo y dispara muchos debates e interrogantes.
En primer lugar, lo que tiene impacto directo en el bolsillo de los consumidores es justamente el número que aparece en el cartel electrónico. Según el relevamiento de Ahora ElDía, el litro de nafta Súper está $1.413, el de nafta Infinia trepó a $1.633, el de Diesel 500 se fue a $1.437 y el de Infinia Diesel cotiza a $1.636. Igualmente, todos los días los conductores se pueden encontrar con precios distintos.
Lógicamente, el incremento del combustible no sólo impacta en el costo para llenar el tanque del auto, sino también en el de la logística del transporte de la enorme mayoría de las empresas argentinas y, por ende, tendrá su repercusión en la inflación, que tras una baja acelerada y apalancada por la caída del consumo comienza a incrementarse lentamente, al ritmo de la tensión cambiaria por el dólar y del aumento de los costos de producción.
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La estrategia del Gobierno nacional, en este caso, fue determinar que YPF no tenga que anunciar más sus aumentos de precios, sino que los mismos pueden fluctuar libremente en el mercado, regidos por la oferta y la demanda.
Al respecto, un gerente local de una estación de servicio YPF explicó: “El precio se define a nivel nacional, ahora la nafta todos los días cambia el precio. Por ejemplo, llegando al fin de la semana, los combustibles premium aumentan más y baja un poco el Diesel 500 o la Súper, los que menos se venden el fin de semana. Y después, el lunes aumenta el Diesel 500 y bajan un poquito los premium. Todavía es algo que no sabemos exactamente cómo funciona porque lo vamos transitando día a día y nos enteramos sobre la marcha. No hay un instructivo, sé que todo lo maneja la Inteligencia Artificial”.
En este aspecto, describió que las fluctuaciones son constantes: “El playero se entera a las 23 horas que cambia el precio y tiene que ir corriendo a apagar el cartel porque no le da el tiempo de cambiarlo; y estamos hablando de diferencias por ahí entre semana que varía entre 2 o 3 pesos, por ejemplo. Cambian según el día y el horario, el gasoil común el martes estaba a $1.444 y el miércoles a la medianoche cambió a $1.437. No sólo que suben, sino que también algunos días bajan. El otro día me consultaba un cliente el precio de la nafta porque hace el presupuesto de su negocio y le tuve que decir ‘no sé si va a servirte como referencia porque el precio cambia día a día’”.
Además, confirmó que los descuentos por cargar combustible de madrugada también rigen en Gualeguaychú y no sólo en las estaciones con autodespacho como trascendió a nivel nacional en un primer momento: “La idea de YPF es descomprimir un poco las filas de autos y por eso se implementó el 3% de descuento a partir de las cero horas hasta las 6 de la mañana. Eso rige en la ciudad, no cambia el precio en el cartel, sino que el descuento se le aplica cuando abona con la aplicación de YPF”.
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De esta manera, la IA empieza a ganar cada vez más terreno en la principal empresa argentina, en un sector clave como el de los hidrocarburos. Aunque acá aún no significó pérdidas de puestos de trabajo, en las ciudades más grandes del país se empieza a ver con más fuerza. En lo que sí impactó, es en algunas decisiones comerciales que antes estaban a cargo de gerentes y que ahora son tomadas por algoritmos.
Por ejemplo, Gualeguaychú está considerada por el sistema informático como una ciudad turística, por lo que los precios en Concepción del Uruguay o Larroque, por citar dos localidades cercanas, están más baratos que en nuestra ciudad.
Lejos del boom de uruguayos que provocó un aumento de la nafta e incluso un precio diferencial para los autos con patentes del vecino país, hoy la situación turística que atraviesa la ciudad, con una merma notoria de visitantes los últimos dos años, lejos está de justificar tal diferencia, pero los que terminan pagando son los locales.
Finalmente, en comparación con la competencia, el gerente marcó que “seguimos un poco más baratos que el resto”, mientras que en cuanto al volumen de ventas precisó que “se mantiene bastante igual, hay días que baja la venta cuando llueve mucho, pero con un buen clima vendemos igual todos los días, más o menos la misma cantidad, la gente no puede ajustarse mucho en el combustible, vemos los despachos y la cantidad de litros se mantiene”.
Más allá de las fluctuaciones diarias, la situación abre un debate más amplio sobre la transparencia en la formación de precios y el rol que deben cumplir tanto el Estado como las empresas privadas en un insumo que repercute en toda la cadena productiva del país. En este escenario, la incorporación de sistemas automatizados para definir valores introduce interrogantes sobre quién controla realmente el mercado y cuáles son los límites de la IA en la toma de decisiones que afectan de manera directa a millones de argentinos.
Al mismo tiempo, la incertidumbre complica la planificación económica de hogares, comercios y transportistas, que dependen de un valor de referencia más estable para organizar sus gastos. La discusión, entonces, no se centra únicamente en el precio del litro de combustible, sino en el modelo de gestión y en la necesidad de contar con reglas claras que permitan previsibilidad en un contexto marcado por la volatilidad y la falta de certezas.