Los detectives de la educación
¿De qué se trata y para qué sirve la Investigación Educativa? El papel de las estadísticas y la importancia de saber dónde estamos parados para diseñar políticas adecuadas para el sector. Florencia Carbone Desde la vuelta a la democracia, más instituciones y personas se dedican a las actividades de Investigación Educativa (IE) en la Argentina. Sin embargo, el sector ha sido víctima de la cultura pendular que afecta a la política, la economía y la sociedad del país."Los últimos 30 años, en líneas generales, fueron una etapa de expansión (más instituciones y más personas que hacen investigación) y profesionalización (mayor capacitación con el surgimiento de maestrías y doctorados, mejores condiciones a través del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), subsidios de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y mejores condiciones de trabajo en las universidades de las actividades de investigación educativa en la Argentina", explica Jorge M. Gorostiaga, Investigador del Conicet, y profesor de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) y la Universidad Di Tella (UTDT).¿Cuál es el principal aporte de la IE al desarrollo de un país?, preguntamos. "En términos de desarrollo puede aportar un conocimiento provisorio sobre la situación del sistema educativo y las implicancias de distintos cursos de acción que enriquezca el debate ciudadano y el debate experto, así como la formulación de políticas. Sin embargo, el diálogo entre la investigación y las instancias de decisión no es algo que se dé naturalmente y en la Argentina de los últimos 30 años hubo avances y retrocesos en la construcción por parte del Estado tanto de capacidades de generación de conocimiento e información (por ejemplo, estadísticas y operativos de evaluación de los aprendizajes) como de instancias de intercambio con el sector académico. En la actualidad hay mucho para mejorar en esos dos aspectos y otros, por ejemplo, en el acceso a la información por parte de los investigadores", responde Gorostiaga.Mariano Palamidessi forma parte del comité organizador del "Coloquio 30 años de investigación educativa en Argentina (1984-2004)", que se realizará a fines de este mes (ver recuadro). El consultor del Instituto Internacional de Planemiento Educativo (IIPE) Unesco-Buenos Aires, explica que a diferencia de un Congreso, en el Coloquio los investigadores no están llamados a presentar trabajos."El Comité Organizador tiene referentes de distintas áreas. Es, por naturaleza, un lugar de conversación. Habrá mucha gente del interior. Es una reunión pensada para hacer un balance de lo hecho en materia de investigación en democracia y analizar cómo los procesos políticos e institucionales han influido sobre la investigación. Se tratará de ver qué cosas se han investigado en cada área", detalla.Pero, ¿cuáles han sido las líneas de investigación en los últimos años? "La IE es un campo de estudios muy amplio con subdisciplinas como historia de la educación, política educativa, sociología de la educación, psicología de la educación, etc. y áreas temáticas como universidad, educación de adultos, educación especial, etc. Por esta amplitud y diversidad de temas es difícil generalizar y precisamente uno de los objetivos del Coloquio es realizar un balance en cada disciplina y área", responde Claudio Suasnábar, doctor en Ciencias Sociales (Flacso) y profesor-investigador de la Universidad Nacional de La Plata.Sin embargo, el experto se anima a arriesgar que uno de los temas y/o disciplinas que ha tenido menor desarrollo es "Economía de la educación", a pesar de que el financiamiento es una cuestión central en la discusión de políticas educativas.Palamidessi coincide: "Economía de la educación es un área que tiene muy poco desarrollo en la Argentina, y es clave porque nos sirve para pensar cosas relevantes, como de dónde salen los recursos y cómo se invierten. Aún hay poco análisis sobre esto. En los últimos años aumentó mucho la inversión pero es importante ver si usan los recursos de manera eficiente. En esta área se ha investigado más sobre la relación entre la educación y el empleo".¿Para qué sirven este tipo de estudios?, simple, para saber, por caso, que un tercio de los graduados del secundario no tiene competencias básicas como para trabajar como cajero de un supermercado, dice Palamidessi, que agrega que "las pruebas PISA mostraron que el 50% de los estudiantes de 15 años en la Argentina no comprende un texto medianamente complejo".Diversas pruebas -como PISA o las del laboratorio de Unesco Santiago de Chile- están mostrando que nuestro país "viene perdiendo terreno de manera consistente en la región (respecto de los resultados educativos) frente a otros como Brasil y México, que han mejorado mucho", advierte luego.Gorostiaga agrega que "en política educativa se ha investigado más sobre el contexto, el origen y el contenido de las políticas así como sobre sus efectos, y menos sobre los procesos de cómo se toman las decisiones y se implementan las políticas. Por otro lado, siendo la política educativa una responsabilidad compartida por la Nación y las provincias, existe, sobre todo en algunas provincias, una producción relativamente baja de investigaciones sobre las políticas de nivel local."¿Cuál es el papel de las estadísticas en la IE? "Son un insumo imprescindible para conocer el estado de situación o diagnóstico del que se parte para formular un plan o un conjunto de políticas y para monitorear sus efectos. No obstante, el diseño de políticas educativas es una tarea eminentemente política, no se realiza al margen de elecciones de tipo ideológico y ético", aclara.El investigador añade que si bien "otros países han avanzado más en la institucionalización del campo de la IE y en sus vínculos con el Estado, eso no significa necesariamente una investigación de mayor calidad. Brasil y México, por ejemplo, cuentan con asociaciones nacionales de investigadores que se reúnen periódicamente en congresos académicos, editan revistas para la difusión de sus estudios e intervienen en el debate público de las políticas educativas".En su opinión, a pesar de los avances de los últimos años, en la Argentina "la IE todavía se realiza en muchos casos en condiciones de trabajo que no son ideales (por caso, dedicaciones simples en la universidad, falta de acceso a bases bibliográficas, etc.), son relativamente pocos los investigadores de Conicet que trabajan sobre educación y queda mucho por mejorar en los procesos de formación de los nuevos investigadores. También es muy escaso el intercambio con investigadores de otros países y otras regiones del mundo".Palamidessi insiste: "Cualquiera sea el escenario que nos planteemos, la investigación es una actividad importante para saber dónde estamos parados. De lo contrario, lo único que tenemos son opiniones o propaganda. Y hacer política educativa sobre esas bases es complicado. En cambio, la investigación debe operar siempre sobre la base de datos, mostrando cómo se los construyó y analizó, quedando abierta así la posibilidad de la refutación o la mejora de los datos o de los conocimientos".Respecto del panorama actual en el país, Palamidessi explica que la Argentina "viene de una reforma muy grande y ambiciosa en la década de 1990, pero no hubo buenos balances de los aciertos, los errores, los resultados y lo que se podría haber mejorado a partir de esa experiencia. Es fácil echarle la culpa al pasado. Seguramente, hubo algunas cosas que se hicieron bien y otras que no, pero analizar eso es fundamental para no seguir generando nuevos errores, basados en el prejuicio y el cortoplacismo".Según el consultor del IIPE, en nuestro sistema educativo se trabaja hoy "bastante poco con datos". Y cita un ejemplo: "Una muestra es lo que pasó con nuestro sistema de evaluación de estudiantes. Como muchos otros países de la región, la Argentina creó un sistema de evaluación que, aunque seguramente tenía sus errores y se podía criticar, era el termómetro que supimos construir para tener datos sobre los niveles de aprendizaje. En vez de mejorarlo y refinarlo, lo que pasó es un lento pero consistente abandono del sistema de evaluación. Los datos se publican con poco detalle y con demora, y así no brindan información de mucha utilidad"."La investigación, la evaluación y la planificación son muy necesarias para orientar y mejorar un sistema educativo. Es muy diferente tomar decisiones sobre bases impresionistas ("me parece que...") o por medio de slogans. Por eso, la calidad de los datos y de su procesamiento es fundamental. Eso nos permitiría saber, por ejemplo, cuánto tiempo se les lee a los chicos en 1° y 2° grado. Simplemente, no lo sabemos. Ese el problema de manejarse con pocos datos", concluye.Como en otros tantos ámbitos y actividades, la IE parece enfrentarse ahora a un tiempo de balances. La idea no es suspirar por los gloriosos tiempos pasados (y perdidos), sino inspirar de modo lo suficientemente profundo como para planificar (y construir) una política educativa acorde a las nuevas necesidades. Coloquio 30 años de Investigación Educativa en ArgentinaEntre el 27 y el 29 de abril, en la Biblioteca Nacional y el Museo Nacional del Libro y la Lectura, en Buenos Aires, se realizará el "Coloquio 30 años de Investigación Educativa en Argentina".La actividad, que es gratuita, está destinada a profesores, investigadores, expertos y estudiantes de universidades públicas y privadas, centros de investigación y política, organismos estatales, organizaciones internacionales, institutos de formación docente y fundaciones que realicen actividades de producción de conocimientos en temas educativos.Losinteresados podrán obtener más información escribiendo a investigacioneducativacoloquio@gmail.com o consultando la página en Facebook: Coloquio 30 años de Investigación Educativa en Argentina. *Publicada en Convivimos, de Tarjeta Naranja
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