“Los empresarios argentinos también son populistas”
El diputado nacional por el PRO, habla de los kioscos de corrupción que encontró en el Banco Ciudad, del futuro del país y de la sucesión presidencial. Florencia Carbone Cuando habla de los empresarios argentinos, Federico Sturzenegger destaca dos aspectos: dice que son populistas y que no sueñan a lo grande. La explicación para las provocativas definiciones no tarda en llegar. Explica que populismo es sinónimo de cortoplacismo y que para poder soñar a lo grande las firmas necesitan tener acceso a un mercado de capitales más normal, cosa que no ocurrirá hasta tanto el país regularice su relación con los mercados mundiales. Economista, hizo un posgrado en Estados Unidos y era docente en la Universidad de California cuando José Estenssoro le ofreció volver al país, en los '90', para ser el Economista jefe de YPF. Hoy es diputado nacional por el PRO y antes presidió el Banco Ciudad. En declaraciones al programa TRADE-ON habló del presente y futuro de la Argentina. ¿Qué economía quisieras que tenga el país a partir de 2016?-Todos queremos una economía con crecimiento, inclusión y reducción de la pobreza. Si comparás los últimos 20 años de la Argentina con dos vecinos, ves que Chile redujo un tercio sus niveles de pobreza y Brasil, la mitad. La Argentina tiene los mismos niveles que tenía a principio de los '90, y nuestro país creció mucho más que Brasil en ese período. Cuando tratás de encontrar dónde está la diferencia, inmediatamente llegás al sistema educativo.En Chile hubo una mejora fundamental en la educación y en Brasil también; acá tenés un desastre, por eso cuando me preguntan cuál fue la noticia más importante del año pasado, respondo: la ley del Instituto de evaluación de la calidad educativa que se aprobó en la Ciudad. Es una ley que estuvimos buscando durante 4 años y que es prácticamente una idea del presidente Rafael Correa. Trajimos a la ministra de Educación de Ecuador para que explicara la iniciativa a los legisladores. Se aplicó en Brasil y Chile también, es algo que no tiene que ver con la ideología sino con eso que dijo el propio Correa: "Con los chicos no se jode". Hacía 4 años que intentábamos convencer a las otras fuerzas políticas de la Ciudad para que acompañaran esta iniciativa que consiste en tratar de entender dónde aprenden los chicos y dónde no. Tan sencillo como eso, pero por supuesto con mucha oposición del gremio docente. ¿Por qué "por supuesto" si los maestros quieren que los chicos aprendan?-Absolutamente, pero creo que tienen miedo, piensan que esto está puesto para castigar a alguien. Los cambios siempre son difíciles. Lo destacable es que en 2013 no pudimos aprobarla por 1 voto; el año pasado la aprobamos con el acuerdo de UNEN. Ellos tenían muchas ideas así que resignamos parte de nuestro proyecto y así fue que se aprobó. Ahora digo qué bueno que no se aprobó antes porque al ser una construcción colectiva es algo que perdurará. Logramos salir de lo pendular y eso es lo único que da una luz de esperanza a la Argentina.¿Por qué no "vende" políticamente el tema educativo?-Siendo una cosa tan esencial parece que le faltara marketing, por eso hablamos de este tema. En la Ciudad de Buenos Aires sentimos que hemos hecho un cambio muy grande, los chicos están volviendo a la educación pública después de muchos años. Y bueno, habrá que seguir machacando. En las cosas que tienen que ver con lo público tenés los intereses generales y los concentrados. En mi experiencia de 6 años en el Banco Ciudad lo vi permanentemente. Después de 60 años de un Estado que vivió para sí mismo, que vive para alimentar la corrupción y los intereses de los grupos corporativos concentrados o los propios gremios, tenés que sacarle todo eso al Estado para dárselo a la sociedad en su conjunto. Y esos grupos concentrados van a patalear, te van a volver loco. ¿O el PRO tiene muy mal marketing o quienes piensan diferente son muy hábiles? Hablás de romper con los grupos concentrados, y si hay algo con lo que se lo asocia a Mauricio Macri es con ser un representante de esos sectores.¿Con cuántos votos ganó Macri en su relección? El 55% ¿Quién dice eso? Alguien con un micrófono pagado por el Gobierno. La gente no come vidrio, ve lo que está pasando en sus colegios con la educación pública, que en la Ciudad tiene mejor transporte público, mayor seguridad, que su casa no se le inunda. La realidad se impone y ese relato del Gobierno para los opositores, se cae.Recorro el país con dirigentes del PRO y me enfrento a conversaciones como estas todo el tiempo. Hay una cosa que fue un catalizador muy importante para el cambio de la imagen de Mauricio que fue el Metrobus. Cuando arrancás tu visión de alguien con un prejuicio necesitás algo muy fuerte para que te muestre que eso era un prejuicio. Hasta dos horas antes de la inauguración del Metrobus todos pensaban que sería un fracaso. Recuerdo escuchar a encumbrados políticos de la oposición y del propio Gobierno diciendo sería un desastre, y a las dos horas que estaba en funcionamiento, todos se dieron cuenta de que había sido un gran éxito.Muchas de las cosas de la gestión de Mauricio por la cual la gente no estaba dispuesta a darle crédito, de repente aparecieron con este fenómeno del Metrobus. En el primer cordón del Gran Buenos Aires, la imagen de la gestión de la Ciudad de Buenos Aires es más alta incluso que la que tienen los porteños, con lo que hay un efecto derrame que llega al interior. La idea es que el PRO es un partido que tiene que proponer ideas hacia futuro. No tanto hacer el marketing sino trabajar, que las cosas se vean por sí mismas y plantear cosas constructivas hacia adelante. ¿Por qué cuesta tanto que se entienda que los negocios internacionales, el transporte y la logística son claves para el desarrollo del país? Paradójicamente, a través de las trabas, el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno fue el gran aliado del sector para mostrar cómo estos temas impactan en la vida cotidiana.-El secretario de anticomercio: donde había comercio trataba de destruirlo. Hay países que se desarrollaron a partir de esta industria. Holanda, Hong Kong, Singapur. El comercio mundial crece cada vez más, pero lamentablemente nuestro país está desenganchando de eso. En los últimos años vienen cayendo las exportaciones y las importaciones. Cuando un país no genera divisas no tiene para comprar. ¿Qué opinás del modelo actual de YPF?-Lo que hizo Estenssoro en 1994 fue muy premonitorio. Cuando YPF se privatizó a principios de los '90 se vieron obligados a vender refinerías, oleoductos, etc, para segmentar el mercado porque no se quería pasar de una empresa estatal monopólica a una privada monopólica. Me dijo que a nivel local estaba bien, pero a nivel global YPF quedaba como una empresa petrolera muy chica, y si no se hacía algo para convertirla en una gran multinacional argentina, en 5 o 6 años un "grande" la comería. En 1998 llegó Repsol.Pero ¿por qué Repsol compró a YPF y no al revés? Tenían activos similares, eran empresas de US$6000 millones. Claro, los europeos tenían acceso a un financiamiento al 1,5% y nosotros al 6 o 7 %. Hasta que la Argentina no normalice su relación con el mercado de capitales, las empresas locales no podrán soñar a lo grande. A nuestros empresarios les falta soñar a lo grande pero para eso tienen que tener acceso a un mercado de capitales más normal, y la Argentina lamentablemente sigue afuera de eso. ¿A qué te referís cuando hablás sobre "el populismo de los privados", de los empresarios?-Populismo entendido como cortoplacismo, eso es el populismo. Decís: quiero que la carne sea más barata. No hay nadie que no esté de acuerdo con eso. Entonces alguien resuelve cerrar las exportaciones. La carne inicialmente queda más barata porque los que exportaban tienen que vender al mercado interno, pero después que reventaste la rentabilidad al sector y en 5 años perdiste 10 millones de cabezas de ganado y la carne pasa a costar más que en Estados Unidos. La cosa funcionó en el corto plazo pero destruiste el largo plazo.Los empresarios argentinos también tienen ese populismo, ese cortoplacismo porque están defendiendo su negocito con el Estado, su protección. Con eso logran sostener un entramado corrupto donde al final terminan siendo rehenes de esa política y no logran transmitirle a la sociedad que el empresariado está para crear valor. Quedan totalmente sometidos a los caprichos de la política Eso es populismo porque al final las empresas argentinas valen nada comparadas con lo que valdrían en un país normal. Capacidad para "dos Botnia"Federico Sturezenegger está convencido de que "la Argentina tiene que insertarse fortísimamente al comercio internacional, ser un país en el que se exporte y se importe mucho más".Dice que hay sectores que están "totalmente subdesarrollados" y que podrían generar encadenamientos "sorpresivos", y cita como ejemplo la minería y el sector forestal."Si tuvieras la misma cantidad de empleados que tiene Chile en minería -cosa que es factible porque los Andes están mitad de un lado y mitad del otro-, se duplicaría el empleo privado en las provincias de San Juan, La Rioja, Catamarca y Salta. Si tomás la producción forestal de la Argentina, se pueden triplicar las áreas de producción de madera en la Mesopotamia. En este momento tenemos capacidad para dos fábricas del tamaño de Botnia. Sabemos que Botnia se fue a Uruguay y no se instaló en la Argentina por el tema de corrupción que encontraron de este lado. ¡Es una locura! Hablamos de lo que es el eje Bahía Blanca-Puerto Madryn como un polo procesador de la energía de la cuenca neuquina, de que a pesar de que el precio del petróleo cae Vaca Muerta seguirá siendo rentable. Además, tenemos otras industrias como la del software o del conocimiento en las que la Argentina es muy fuerte y se desarrolló por suerte mucho en la última década". Sucesión presidencial-¿Macri puede ser presidente?-Estoy bastante convencido. Hay dos demandas que tiene la sociedad hoy: una, es de cambio, que no significa necesariamente cambiar todo. Hay políticas para rescatar. Lo que piden es no tener un Estado agresivo, que nos divida. Por otro lado, hay una parte de la sociedad que pide continuidad. En ese contexto, Macri claramente encarna la posibilidad de tener otro tipo de Estado, con el foco en la resolución de los problemas, no ideologizado, de trabajo, con profesionales. Mauricio es un gran armador de equipos y encarna la posibilidad de tener un gobierno no peronista exitoso que pueda rebalancear el sistema político. Después tenemos lo mismo de siempre, es lo que encarna de manera muy clara y efectiva Daniel Scioli, que no se sabe bien lo que es. El peronismo fue siempre eso. Un acomodamiento a las distintas circunstancias: un día pueden ser liberales a ultranzas y al día siguiente, chavistas.¿Y qué es Macri?-Es pensar en la gente, es un gobierno sin clichés, con una vocación extraordinaria de servicio y de profesionalismo en la gestión pública. Para que la gestión pública sea exitosa necesitas valores; la capacidad de armar equipos y pensar de manera creativa.¿Si Macri es el próximo Presidente dónde vas a estar?-Macri es un gran armador de equipos y ya decidirá. Los kioscos de la corrupciónLa gestión de Sturzenegger en el Banco Ciudad se transformó en un caso de estudio en la Universidad de Harvard.Después de la experiencia en el banco, ¿creés que es más complicado desarmar el andamiaje de relaciones corruptas que puede haber entre el Estado y las empresas que montar un sistema de trabas y regulaciones?-No es más difícil. Tenés que tener voluntad. Encontré dos tipos de corrupción en el banco. Una, la corrupción que se llama "el kiosco". Es el tipo que está en una licitación y que consigue beneficios para alguien a cambio de lo que recibe algo por el costado. Cuando bajás línea de que eso no va más, de alguna manera se desarticula y desaparece. Es bastante fácil identificarlo. El banco, por ejemplo, compraba computadoras. En la primera licitación pagamos 900 dólares por cada una. Había un solo oferente. Recién llegaba y dije que se adjudicara para avanzar, pero la próxima licitación llamé a cada uno de los presidentes de las empresas proveedoras y les dije: Ahí va el pliego; acá gana el que tiene el mejor precio. Si ven algo que los deja afuera, me llaman a mí directamente. Cuando la organización ve que esa es la manera en la que uno opera, desparece todo y empezás a comprar a mitad de precio. El segundo lote de computadoras lo compramos a US$500.Las licitaciones cuando son limpias, son rapidísimas. Se complican cuando alguien quiere intervenir. Lo segundo que hay que mirar es cuánto tarda la obra. Cuando licitás honestamente, el contratista es un empleado tuyo y vos querés que te cumpla. Si vos licitás con corrupción, el tipo es un socio tuyo y vos sos su rehén de alguna forma.Y después está toda la corrupción apañada por la política. Ahí lo que se necesita son líderes políticos importantes, dispuestos a cambiar con ese sistema. Siempre cuento con muchísimo orgullo que fui presidente del Banco Ciudad 6 años y Mauricio Macri nunca me llamó para pedir que le dé un préstamo a nadie, con lo que pudimos trabajar bien y hacer lo que verdaderamente hay que hacer.
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