
El noveno día de audiencias en la Cámara del Crimen de Gualeguay tuvo como protagonistas a los miembros de Tribunal de Cuentas de Entre Ríos, que auditaron la Municipalidad un mes antes de denunciarse los hechos de peculado.Desde el inicio del debate se sabía que sería una etapa importante, por cuanto se trata del órgano que tiene la responsabilidad legal de auditar a la Municipalidad.El interés por las audiencias de ayer se había redoblado porque dos de los declarantes, Fernando Lenardón y Gustavo Tortul, habían actuado como Peritos en las etapas iniciales de esta causa, designados por el Superior Tribunal de Justicia. También intervino en otras etapas el testigo restante, Carlos Cuminetti Coll.En primer lugar y luego de prestar juramento, se escuchó el testimonio de Gustavo Tortul, quien luego de las "generales de la Ley" y sin preguntas del Presidente de la Cámara, Darío Crespo, se sometió a un amplio y exhaustivo interrogatorio por parte del Fiscal de Cámara, Dardo Tortul.Las preguntas versaron sobre el uso de los cheques, notas de débito, controles y especialmente con referencia a las conciliaciones de las cuentas bancarias. Luego fue interrogado sucesivamente por el representante de la querella (Municipalidad) Julio Federik, los defensores de Daniel Irigoyen, de Néstor Pérez, de Ángel Giménez y de Pedro Pomés.Fue sin duda este último interrogatorio el más incómodo para el declarante, por cuanto la defensa de Pomés se encargó de resaltar que en la primera semana de mayo de 2005 el deponente y Lenardón habían estado durante una semana auditando la municipalidad sin detectar ninguna anomalía."Cuando usted fue designado perito ¿no sintió ningún escozor antes de aceptar?" "¿No se sintió inhabilitado, o al menos carente de la independencia que debe tener un perito?" disparó el abogado defensor, Gustavo Rivas, ante el sorprendido testigo. Luego se le puntualizaron una serie de contradicciones, tanto en la misma pericia como en la declaración, todo lo cual dejó la impresión de que el papel de los representantes del órgano de control no ha sido el más lucido.La confrontación no era para menos: estos mimos auditores que no habían detectado en su visita de 2005 el peculado que ocurría en ese momento en la Municipalidad, luego dictaminaron que el único responsable del control de las conciliaciones era Pedro Pomés.Igual tensión se vivió cuando declaró seguidamente Fernando Tortul. "¿Ustedes en diez años, no se dieron cuenta que en la Municipalidad de Gualeguaychú nadie, fuera de la Tesorería, controlaba las conciliaciones bancarias?", señaló Rivas, para recibir un lacónico "no". También reconoció el declarante que en sus visitas a la Municipalidad, muy rara vez revisaron las conciliaciones y que la única que veían era la del cierre de cada ejercicio.Otras preguntas versaron sobe la Acordada N° 62 del Tribunal de Cuentas, dictada en 1979 pero que nunca entró en vigencia por haberse derogado antes. En esa norma, a la que Rivas calificó por ello de "tapichí normativo", se fundaba la responsabilidad que los peritos le trasladaban a Pomés.Mañana se inicia la ronda de los peritos contadores, con el testimonio de Nicolás Cozzi, Perito Oficial, Mario Fretín por la Municipalidad y Miguel Ángel Burón, Perito independiente que fuera designado en 2005 por el Honorable Concejo Deliberante.